capítulo 4- no es amistad.

El día anterior fue cansado tener que aguantar al pequeño príncipe es bastante molesto, nisiquiera recuerda si en la novela mencionaron que fue amigo de la infancia del príncipe, hay muchos detalles que le faltan por recordar.

Agotado por su entrenamiento, se acostó en su cama, cerrando los ojos mientras trata de recordar detalles sobre la novela, necesita la mayor información posible sobre su vida antes de dar inicio a la historia principal, pues sabe que no comienza durante su infancia; todo inicia cuando Maximiliam comienza a ir a la academia, ahí las chicas de la escuela se emocionan de verlo, todas querían estar cerca de él, pero el joven príncipe era solo amable debido a que debe mostrar una buena imagen de si mismo; el día que inicia novela, la emperatriz le presenta a Marry Evans, hija de su dama de honor, una condesa y amiga inseparable de la emperatriz, quien le menciona que Marry estará con él como su asistente personal, ya que la chica es inteligente, podrá asistirlo en sus deberes reales.

En ese tiempo que van a la academia, Marry conoce a Livius, dando inicio a todos esos eventos.

- Livius estúpido...¿en serio? ¿Solo por una chica?

Vaya tontería la del Livius de la novela, además de que Marry no era la única chica en el mundo, habían mejores. Bien, al menos sabe a la perfección que su corazón no se va dejar llevar por una obsesión y podrá salvarse. Ahora ya no es el tímido Livius Stefan, ahora es un nuevo Livius que saldrá adelante y destacará en todo, que no se deje solo por ser un omega.

Maximiliam acudió nuevamente a la mansión Stefan, debido a que su amigo ahora no va al palacio, entonces al llegar le vio entrenando con la espada, lo que era extraño, ya que Livius siempre rechazaba entrenar de esa manera.

- yujuuuu! Livi!!!

El chico castaño agita las manos para llamar la atención de Livius causando que el niño se distraiga y termina siendo golpeado con la espada de manera, se soba mientras el maestro se disculpa, pues si le hirió sería su final, Livius le dice que esta bien.

- es normal en un entrenamiento y paso por culpa de aquel.

Livius señala al príncipe que ríe debido al golpe que Livius se llevo.

- veo que usted se divierte alteza.

- no me llames así, somos amigos, siempre me has llamado Max.

- eso es cuando era un niño.

- Livi, sigues siendo un niño, solo hay dos años de diferencia.

- pero eres el príncipe heredero, debo llamarte alteza.

- sabes que, ya no eres nada divertido.

El castaño se cruza de brazos haciendo un puchero.

- no soy su bufón y si no le gusta, busque otro amigo.

- ¿que? ¿como puedes ser tan cruel? Yo valoro tu amistad.

- se lo agradezco, pero en el futuro la amistad no importará, solo seremos aliados.

- Liiiii-Viiiiiii!!!!! No seas así...

El pequeño castaño le jalonea la mano buscando la atención de Livius, pero este le ignora y se aleja de ahí. Maximiliam estaba sentado en el pasto solo, no comprendía porque su amigo había cambiado tanto; de pronto una linda niña de cabello negro se sienta a su lado, era Ofelia quien le sonríe con amabilidad.

- disculpe a mi hermanito, desde que se enfermo ha estado actuando diferente. Estoy segura que en el fondo aprecia su amistad.

- ooh! Lady Ofelia, no sabía que podía decir cosas tan amables.

- ¿te burlas de mí? Solo me disculpe por mi hermanito porque no quiero que tomen medidas contra él por ofender al príncipe.

La niña se cruza de brazos mientras chasquea la lengua, pensar que ese mocoso infantil será su futuro esposo, será la vergüenza de la sociedad.

- jamás le haría algo así a mi amigo.

- espero que así sea, si no, nunca se lo perdonaré.

- espero que tampoco lo molestes o ge las verás conmigo.

- jamás molestaría a mi hermanito.

Ambos se miran con enojó y al final se dan media vuelta y se alejan el uno del otro.

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