capítulo 11- 6 años

- Livius, mi niño, ven necesito que me acompañes al pueblo.

- por supuesto abuela.

Habían pasado 6 años, Livius ahora tenía 17 años, pese a que crecía con un cuerpo delgado, era ya lo suficientemente fuerte, pues ha mantenido un riguroso entrenamiento y ahora es líder de una parte de los caballeros del condado, fue el propio capitán quien le entregó su propia tropa debido a su gran desempeño, si bien no son un ejército grande como el ejército imperial, son muy buenos guerreros que mantienen a salvo al Condado y sus alrededores. Ahora que ha cumplido 17 años, Livius sabe que es justo en esa edad donde conocería a Marry Evans, la protagonista de la historia, pero no, él evitará eso y aunque la conozca, no tendrá interés en ella, su único objetivo por ahora es seguir viviendo tal como lo ha hecho hasta ahora. Ambos fueron al pueblo, ahí Livius ya era conocido por las personas, la abuela del chico era muy querida por el pueblo, pues su familia ha sido siempre justa y amable. Ambos caminan hasta el mercado para buscar una medicina, al obtenerla van a la boutique para que tomen medidas de Livius, pues ha crecido y necesita ropas nuevas.

Por otro lado, en el palacio, Maximiliam se prepara para salir con un grupo de soldados de la guardia imperial, su misión es explorar las afueras del bosque negro, pues los que viven a pocos kilómetros de dicho bosque, se han quejado de que algunas bestias han atacado a su ganado y temen que los ataquen a ellos también. El bosque negro es un enorme prado más haya de las montañas, alberga bestias y monstruos peligrosos capaces de comer personas, pero no suelen salir de su territorio, es muy extraño que lo hagan, así que Maximiliam fue enviado para averiguar lo que estaba pasando.

- Maximiliam si ves que es muy peligroso, evita un enfrentamiento..

- claro padre.

- todos ustedes, cuiden de él.

Los caballeros asienten y cuando Maximiliam da la orden, todos se ponen en marcha. Días después en el condado, Livius observa desde su ventana hacia las montañas, tras ellas esta el bosque negro, pero aunque este lejos se puede sentir esa aura escalofriante, tal parece que los seres que viven ahí están inquietos.

- ¿que sucede mi niño? Llevas días observando hacia ese lugar.

- el aura maligna es muy fuerte. Hay que levantar barreras mágicas en el condado.

- por supuesto, mandaré llamar magos del templo de inmediato.

- si, no te preocupes, todo es para prevenir.

- lo se mi niño. Pero supongo que irás a ese lugar...

- si abuela, necesito ver que sucede, no es normal que algo así pase, se ha dicho que las bestias están saliendo cuando en siglos no lo han hecho.

- de acuerdo pero ten mucho cuidado, si es peligroso debes volver.

El chico asiente y sale para ordenar prepararse a sus tropas, deben partir de inmediato para asegurarse que el condado no este en peligro y claro en lo que los magos del templo llegan para levantar una barrera protectora.

Las tropas de Maximiliam luchaban durante la noche pues su campamento había sido atacado por una manada de bestias que lucían como enormes ratas negras, todos trataban de detenerlos aunque hay quienes habían perdido la vida o estaban muy heridos para luchar, nunca imaginaron que serían emboscados de tal manera, Maximiliam hacía lo posible para evitar que avanzarán y daba tiempo para que ayudarán a los heridos, hasta que una de las bestias logro golpearlo con sus garras.

"¡¡Alteza!!"

Los caballeros se asustaron al verlo caer después de golpearse con un árbol, el golpe fue demasiado fuerte que apenas pudo ponerse de pié de nuevo y lanzo un ataque usando su magia, la cual consistía en el aire, lanzando ráfagas que actuaban como cuchillas, pero no parecía ser suficiente, sobre todo porque sale una bestia mucho más grande que se defiende usando un rayo negro que sale de su hocico.

- rápido salgan de aquí...

Maximiliam ordena la retirada, deben huir pues la bestia estaba atacando en distintos lados, hasta que una especie de humo negro comienza a cubrir su cuerpo incluso esta va entrando en su hocico y detiene su ataque, el humo comienza a presionar el cuerpo de la bestia y esta chilla ante el dolor, Maximiliam se asombra de esto y más cuando se escucha un crujido, la bestia deja de moverse y las bestias más pequeñas comienzan a retroceder al ver algo entre las sombras, Maximiliam voltea notando que había alguien ahí y este al hacer un movimiento el humo negro comenzó a atacar a las otras bestias, las que podían salían huyendo, mientras que Maximiliam se ha quedado sorprendido mirando a aquella persona, pues esta seguro que ese rostro lo ha visto antes.

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