capítulo 8- revelación

Dos días habían pasado de la fiesta, hoy era el día en el que sería sometido a la prueba de magia, en el templo el sacerdote le hace meter las manos en el agua sagrada y esto ayuda a descubrir que tipo de magia tendrá cuando el agua cambie de color, si es roja es porque tendrá magia de fuego, si es azul, será agua, verde jade, el poder de la naturaleza, si brilla será la luz y se esta se vuelve oscura, su poder será la oscuridad, las dos últimas se supone son las más poderosas pues son capaces de desarrollar todos los elementos de la magia. Al llegar al templo, a Livius y sus padres los guían a una habitación donde hay un altar con una fuente, el sacerdote recoge un poco del agua en una vasija y la deja sobre una mesa pequeña que hay ante los Duques.

- Hijo, por sus manos dentro del agua.

- si padre...

El pequeño coloca las manos dentro del agua mientras el sacerdote recita un conjuro, manteniendo las manos por arriba de la cabeza del pequeño, el agua poco a poco comienza a cambiar pero cuando va tomando un tono rojizo, al final no lo hace y regresa a ser transparente. Los Duques se miran sorprendidos, si el agua no ha cambiado podría significar que su hijo no ha heredado poder mágico.

- mi niño...

La Duquesa le abraza acariciando su cabeza.

- no puede ser...santidad ¿esta seguro que no hubo un error?

- aunque repita la prueba saldrá lo mismo.

Liviu levanto la vista, podía ver la decepción en las miradas de sus padres.

- quizás aún no es momento, pueden regresar dentro de un mes, saben que hay niños que no revelan pronto su magia.

- por supuesto, se lo agradezco su santidad.

La Duquesa toma de la mano a Livius y los tres salen de aquel lugar, en el carruaje los Duques están en silencio. Hasta que la mujer le acaricia el cabello.

- no te preocupes, solo debe estar tardando un poco.

- no me preocupa madre.

Total el sabe que clase de magia tendrá, no necesita una comprobación. Aunque era inevitable que todos se enterarán del fallo, las damas que se reúnen con la emperatriz, son quienes ya le están contando todo y ríen a manera de burla pues la Duquesa estaba segura que su hijo tendría una magia poderosa.

- debe ser por ello que hace días no da la cara.

- esta avergonzada porque su hijo resultó no ser un mago.

- lo suponía, ese niño es demasiado débil, puede notarse a simple vista, enfermizo y flaco. Si no fuese por mi esposo, no dejaría que Maximiliam se juntará con él.

- ¡madre! Retira lo que has dicho, no deben burlarse de nadie menos de mi amigo.

Las damas se sorprenden al escuchar al pequeño príncipe, incluso se veía muy molesto.

- Maximiliam Zahari, te he ensañado a no interferir en la conversación de adultos. Discúlpate y vete a tu habitación.

- no me Disculpare, son ellas y usted madre, quienes deben pedir perdón por hablar así de un niño.

Maximiliam golpea el pié sobre el pasto y este se mueve levantándose hasta tirar las mesas y voltear las sillas de esas mujeres, todo el té y pasteles cayeron sobre ellas, incluso sobre la emperatriz, el príncipe solo sale huyendo de ahí, dejando a una emperatriz furiosa por lo que ha hecho. Esa misma tarde se lo a dicho al emperador pues el niño ha ido a esconderse con él, el hombre solo ríe al escuchar todo.

- no debes reír majestad, termine en vergüenza ante esas damas.

- emperatriz, usted y esas supuestas damas hablaban mal de un niño, un niño, vergüenza tengo yo al saber esto.

- majestad...

- deja a Maximiliam, se enojo porque hablaste mal de su amigo. Eso prueba los valores que tiene y estoy orgulloso de que haya defendido a su amigo.

- no se puede con usted majestad, pero un día ese niño hará las cosas mal y será su culpa por mimarlo.

La mujer salio de ahí furiosa, no era posible que no le diera la razón, pero esta segura de algo y es que ese niño que tanto protegen, será un fracasado, entonces verán que ella tenía razón.

Durante la cena familiar, Livius comenzó a sentirse mal, su cuerpo estaba adolorido y le costaba respirar, sus padres sabían lo que significaba, su segundo género se estaba presentando, así que llamaron al doctor de la familia para que lo atienda, el médico le dio algo para calmar esos síntomas y le reviso para diagnosticar su género, Livius estaba sentado en la cama mientras sus padres hablan con el doctor en la puerta, en ese momento pudo ver la decepción en los ojos de su padre y su madre lo miro con lástima para después abrazar a su esposo llorando, era triste ver como los padres que decían amarlo, se decepcionan de él, el Livius debió ver esa misma escena y debió sentir mucho más dolor que él. El doctor se retira mientras que los Duque se lleva a la Duquesa que no paraba de llorar, una doncella cierra la puerta.

Al día siguiente la Duquesa fue a la habitación de Livius pero el niño ya no estaba, de inmediato pregunta por él y las doncellas les dicen que el niño se ha ido al tercer piso, solo hizo que le lleven agua y algo de sopa; la Duquesa va a buscarlo tocando la puerta de la única habitación del lugar.

- hijo, abre la puerta necesito hablar contigo...

Paso unos segundos y las puerta se abrió apenas un poco, solo asomo un poco la cabeza.

- lo se, soy un omega y se lo que significa, no se preocupen, no molestare a nadie.

- ¿lo escuchaste? Hijo lo siento...se que debes estar asustado, pero todos nosotros estamos...

- lo sabía desde hace tiempo, no tengo miedo, estoy bien. Madre puede estar tranquila, estoy bien solo.

El niño nuevamente cerro la puerta y aunque la Duquesa insiste, él pequeño no abre, por lo que se retira en busca de su esposo.

- no hay manera en la que pueda saberlo...

- él dijo que sabía. Mi pobre niño, su vida ahora será difícil ¿cariño que haremos?

- tranquila, no debes preocuparte, recuerda lo que dijo el médico anoche debes cuidar ti.

La mujer llevo su mano a su vientre, después de llorar al saber la condición de su hijo se desmayó y el médico la reviso diciendo que estaba embarazada, por lo que ahora debe cuidarse y evitarse preocupaciones estresantes. No paso mucho tiempo para que se supiera también que el pequeño Livius Stefan era un omega, aunque tratasen de ocultar la información, la información siempre se filtra, la emperatriz le había prohibido a Maximiliam ir a la mansión Stefan, mientras que Livius, ha preferido aislarse y no deja que nadie entre a la habitación, incluso su comida es dejada en la puerta, aunque era solo una sopa y agua, es así como los sirvientes han empezado a tratarlo como menos, pues todos murmuran en la mansión, que en realidad han sido los Duques quienes lo han encerrado en esa solitaria habitación.

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