Nueva Visita a la Isla

La puesta del sol se hacía esperar, ahí estaba la pequeña embarcación, a la espera de sus tripulantes. Un taxi, se acercaba al muelle, eran Nancy y Tulio, que se disponía a abordar el barco.

-Buenas tardes, anunció Nancy y se dispuso a entrar al barco tomado de la mano

Nadie respondió, cuando salió un marinero con aspecto de gobernador de la bahía

-Hola, muy buenas tardes, lo estaba esperando, dijo el capitán

-Partimos en 10 min, dijo

-Mientras tomen asiento y pónganse cómodos, dijo muy amablemente.

Pasado 15 minutos el barco se inició la marcha, el recorrido parecía tranquilo y sin ningún peligro...

De pronto se acercaba una fuerte tormenta y el capitán anunciaba colocarse los chalecos salvavidas y ajustar sus cinturones.

Era normal que los barcos sintieran la anomalía marítima entrando al triángulo del diablo, así le decían los que habían atravesado por este fenómeno de alta mar, en donde muchos barcos y aviones se desaparecían y nunca retornaban.

Muchas interrogantes surgían a raíz de un remolino, que se tragaba todo a su paso:

¿Están todos ellos en el fondo del mar? ¿Han ido a otra dimensión? ¿Están hundidos con la ciudad perdida de la Atlántida?

En realidad, la única forma de entrar a la isla de los misterios era por debajo del mar, no había otra manera de hacerlo, lo que si era cierto, que para salir, nadie conocía la forma. Muchas eran las leyendas sobre personas desaparecidas y esta no sería la excepción.

Se preparaban para lo peor al verse arrastrados por un remolino, que los jalaba hasta el centro, a lo más oscuras profundidades...

Al rato despertarían en una isla y se sentirán perdidos y desconectados del mundo exterior.

El sol lucía resplandeciente y las olas movía los cuerpos en la orilla de la playa, eran dos personas inconscientes, que al despertar, verían una playa aparentemente desierta, aunque la realidad era otra.

Nadie llegaba a la isla sin ser anunciado, solo era cuestión de tiempo para que despertaran Nancy y Tulio. Así fue, Tulio se levanta rápidamente asustado y desorientado al el cuerpo de su amada inconsciente, entró en pánico, al ver su amada respiraba se tranquilizó, solo fue un pequeño momento de mucha tensión.

Nancy se recuperaba y terminó por levantarse con ayuda de su pareja, se abrazaron con fuerza y se dieron cuenta de que habían llegado a la isla.

Caminaron por un camino lleno de vegetaciones y detuvieron al ver un puente colgante, el cual no tenía piso y la única forma de cruzar hacia otro extremo de la isla era colgando de él. Así lo entendieron e iniciaron su marcha colgándose de las cuerdas Nancy y detrás Tulio. Ambos cruzando el desafío de un largo trayecto, y como era de esperarse, se acercaba un hombre barbudo a medio vestir, dispuesto a brindar ayuda, tendió la mano hacia Nancy y luego tomó de brazo a Tulio, una vez cruzado, el hombre empezó a correr, esperando a que lo siguieran, era la costumbre, y que según no podía hablar.

Corriendo iban Nancy y Tulio, el hombre Barbudo dio un salto para esquivar la trampa. Tulio se percató de eso y le anunció a Nancy que debería salta ahora, saltó ella y luego él, habían esquivado la trampa, estaban a salvo, hasta que unos guerreros se acercaron y los escoltaron colina arriba, hasta llegar a la planicie en donde serían recibidos por la esbelta reina Cristina Robinson.

Como era de costumbre, la reina o patrona de la isla, daría la bienvenida a los nuevos visitantes dignos y elegidos por la fuente. En ese momento se escucharon los tambores y los cuernos sonaban como trompetas.

Por un rato danzaron y bailaron, al parecer todo era parte del show, eso pensó Nancy.

Tulio estaba impresionado al ver las bailarinas guerreras, ya que portaban poca ropa, era inevitable perder de vista ese detalle.

Lo mismo creyó Nancy, al ver a aquellos hombres gladiadores semi desnudos.

Pero la sorpresa del show quedó para el final, cuando hace su entrada la espectacular reina y dueña de esas tierras de origen mágico y ancestral. Como siempre lucía una esbelta figura atlética y sensual a la vez, y al dar sus giros, se podía apreciar una Diosa con fuerza en su cintura y fuego en el corazón, su mirada era de un imponente azul que dominaba todo con solo mirar. Por un momento se detuvieron los tambores y la reina se acercó a los visitantes, sin dirigir ninguna frase, besó Nancy y Finalmente besó a Tulio. Todo era muy confuso, porque quien te daba un beso en la boca de bienvenida...

Lo que si era cierto que tanto como Nancy y Tulio quedaron sorprendidos con la Reina, era muy linda, al parecer a todos hipnotizaba con sus encantos femeninos, ninguna mujer, ni tampoco ningún hombre, podrían resistirse ante ese manjar de dioses, al final todos accederían y estarían rendidos ante su mandato.

De pronto salieron dos transportes antiguos, y no eran más que dos camillas hechas con bambú para trasladar personas, dos guerreros se acercaron a Nancy y la subieron al transporte, lo mismo hicieron con Tulio, pero esta vez acompañado y escoltado por bellas guerreras semi desnudas.

Continuaron la marcha colina arriba, pasaron por un paisaje soñado, había aves con múltiples colores, una gran variedad de plantas exóticas adornaban el camino como un pasaje, hacia un mundo fantástico y de fantasía.

Al llegar a la entrada de la cueva, se veía una cascada caer, era la más alta que había podido ver, así pensó Tulio.

En la entrada estaban Jennifer y Pedro, los dioses se acercaron a recibir a los nuevos visitantes.

Los guerreros indicaron por medio de gestos que debían hacer reverencia a los Dioses que llegaban, y así fue, todos se inclinaron y más atrás lo hicieron también los visitantes.

Tulio no le quitaba los ojos a Jennifer, había algo en ella que lo descontrolaba y lo doblegaba, lo que no sabía ¿el porqué? Y claro, si estaba en presencia de la Diosa del amor, era inevitable, no sentirlo.

En cambio, Nancy no lo experimentó de la misma forma, sino con mucha rabia y selo, no entendía por qué, ni cuando y como sentía eso por una persona que nunca había conocido, era muy extraña esa sensación.

Afrodita se acercó a Nancy y de pronto un choque eléctrico hubo entre ellas, al punto que Jennifer salió disparada hacia atrás y lo mismo ocurrió con Nancy, como dos fuerzas repulsivas o simplemente que se repelen.

Los que no entendían lo que pasaba, estaban en estado de perplejidad y duda, pero poco a poco la historia se encargará de explicarles, qué relación tenían sus antepasados, que no podían tocarse, ni tocarse.

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