El Crucero. Parte II

El tiempo pasó volando, en un abrir y cerrar de ojos ya había pasado dos días. No despertaba el sol, al salir al balcón, vi a Jennifer sentada mirando el horizonte, me acerqué y le di el beso de los buenos días y me senté.

¿Qué hace amor?, le pregunté

El sol me despertó y decidí salir, respondió mi amada

Si hace mucho sol, el aire de la habitación casi no se siente, respondí.

¿Pedimos el desayuno amor?, le pregunté a Jennifer

-Que te provoca desayunar?, me preguntó

Consultemos el menú en el Tablet que está en la pared, en algún lado vi algo de desayunos, le contesté.

Salí del balcón e ingresé nuevamente a la habitación, toque el táctil del Tablet, había opciones de jugar, ver mapa y una opción que decía: “room service”, entre y me mostró los horarios de repartición, bajando me topé con un botón que decía: ver el menú de comidas.

El menú era muy variado, desde cereales con frutas y leche, sándwich de jamón y queso americano, panqueques, postes de naranja, café y cruasanes de jamón y queso crema, jugos naturales

Al final del menú decía compartir el menú de forma digital. Presioné la opción y me dio una gran variedad de formas de compartir desde Facebook, Email, Bluetooth, elegí la última opción y al buscar la lista de dispositivos, se desplegaron varios nombres, el cual leí en voz alta:

.-Moto Eracer32, SansungA32my, iPhone-Jane, el iPhone-jane elegí y al rato Jennifer me responde;

-Amor me llegó un mensaje, ¿Qué es eso? Un amigo quiere compartir el menú con usted, ¿aceptar o rechazar?

, ¿elijo acepta?

Si Amor es el menú del Restaurante.

Regresé al balcón, tomaríamos la decisión juntos

-Yo quiero un cereal de frutas con leche y un sándwich de jamón y queso americano acompañado de un café con leche.

-Buena elección Amor, yo pediré lo mismo, pero en vez de sándwich, pediré croissant de jamón y queso y un café negro.

Levanté el teléfono de la habitación y esperé a que me contestaran, una voz masculina me contestó:

- me llama de la habitación 5D- Palance?\, ¿dígame en que le puedo servir?\,

-Hola, sí, es para ordenar dos desayunos, por favor.

_ enseguida le comunico con el restaurante.

-Buen día, Restaurante …

- Hola\, es para ordenar dos desayunos a la habitación 5d Palance.

- Si dígame que va a ordenar?\, le di las indicaciones a la mujer que me atendió y muy amablemente me tomó el pedido y 45 min después\, tocaron a la puerta.

Tock, tock, -room service, decían al tocar.

Desayunamos y eran las 8:45 AM, era hora de caminar por la cubierta del barco. Nos vestimos como para un día de piscina, cogimos el paño, él sombreó, la gorra, los lentes de sol y nos fuimos.

Al llegar a la cubierta del barco, se podía apreciar los delfines y las gaviotas, decidimos acercarnos a las atracciones acuáticas y vimos cómo se lanzaba un niño desde un hidrotubo o tobogán, detrás como haciendo un tren estaba una niña y de pronto se esparció tanta agua que quedamos mojados de pie a cabeza, nos habíamos acercado demasiado.

Jennifer y yo nos dimos un beso y nos tomamos de la mano, ubicamos unas sillas con toldos, dejamos los paños y nuestras pertenencias básicas ahí y nos fuimos a las duchas.

Jennifer vestía un traje de baño negro de cuerpo entero y yo bóxer de licra color negro, era norma de la piscina entrar con gorros, para mantener la higiene. Pasamos por una entrada que parecía un túnel corto y al final estaba él salva vidas ingresando a las personas, había un letrero informativo, que no se permitía entrar con celulares, ni ningún equipo electrónico, edad permitida desde 8 años o equivalente a 1,21 de estatura

Nos colocaron unos brazaletes de color púrpura e ingresamos a la atracción acuática.

Pasamos por un barco que tenían unos cañones y disparaban agua, después nos acercamos a una cueva y había que sumergirse para pasar por debajo, al salir, ya estabas en la cueva. Era como estar en una cueva, no se veían las demás atracciones, habíamos dejado atrás el barco con los cañones de agua, al caminar por la cueva había un muelle con un bote pequeño, nos montamos en uno y remamos hasta que salimos de la cueva y fuimos dar a un jardín con tortugas y peses, llegamos a otro muelle y nos bajamos, caminamos por un puente al final había un jacuzzi y una especie de isla pequeña, seguimos avanzando y nos volvimos a topar con la cueva y los botes que nos esperaban, abordamos y remamos hasta la salida, está vez, nos esperaba un guía.

-Buenos días, nos dijo, bienvenidos al parque acuático nos dijo.

Pude visualizar que alguien nos apuntaba con el cañón y por un momento solo veíamos agua y niños gritando y riendo. Después de esa aventura acuática nos esperaban los hidrotubos y la piscina de olas, que quedaban más adelante.

Había una fila larga para poder lanzarse de los hidrotubos, estuvimos en una espera aproximada de 25 min hasta que llegó nuestro turno, yo me coloqué en posición y más atrás se unió Jennifer, me abrazó y nos lanzamos como dos niños felices y salimos disparados por el aire como unos torpedos, los gritos se hacían escuchar.

Pasaron las horas y a lo lejos, muy lejos, se veían unas islas, al parecer nos acercábamos a Hawái.

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