CAPITULO # 12

salí de la clínica, sentía que todo daba vueltas, y mi cuerpo estaba pesado o así era como yo lo sentía.

al llegar a mi casa, estaba Roberto sentado en el sillón de la sala, con lindo ramo de Rosas rosadas en su mano.

-como te sientes amor?- pregunto al verme entrar.

-no tan bien como quisiera. - dije mientras hacía todo el esfuerzo para llegar al sillón y. recostarme en el.

los ojos de Roberto, se alarmaron al verme al agotado y tan frágil.

-no se supone que el tratamiento es para que se sienta mejor?- pregunto a mi madre, que venia con una manta a tapar mi cuerpo ya tirado en el sillón.

-son los efectos secundarios- dijo mamá sintiéndose culpable.

-creo que no debí alentarla a ir, se ve peor que antes.

-si son efectos secundarios, ya se le pasaran- la alentó Rob, mientras se sentaba a mi lado a acariciar mi cabello.

-de igual manera, si no le molesta, más tarde le consulto a mi padre.

-gracias Rober, eres un amor- le dijo mi madre dedicándole una cálida sonrisa.

-subire a ducharme, cualquier cosa no dudes en llamarme.

-ok señora Emma, no se preocupe.

mi cuerpo ardia, nunca pensé que pudiera sentirme peor, pero era cierto, me sentía fatal, quería mantener mis ojos cerrados, y sentir las suaves manos que acariciaban mi cabello.

-todo estará bien pronto - me decía Roberto.

-eres fuerte, linda, y nada te va a detener Anna, esto es solo una pequeña prueba que vamos a superar juntos.

su voz se sentía alejada, aunque trataba de mantenerme despierta, cada segundo lo sentía mucho más lejos.

-eres linda Anna, tienes unos hermosos ojos, y unos labios únicos, me gustas mucho.

-pero yo... yo moriré y te quedarás solo.

-yo viviré a tu lado hasta que ya no estés más conmigo, besaré esos labios desde hoy y para siempre Anna.

sentí como sus labios se acercaban más a los míos, pero de pronto me entraron unas náuseas horribles e incontrolables, me levanté de un golpe y vomité todo lo que tenía en mi estómago.

-Anna, estás bien? - pregunto un Roberto muy asustado.

-esto creo- dije mientras buscaba por todos lados a Jhon, no podía haber estado apunto de besarme si Rob, estaba ahí conmigo.

-llamare a tu mama- dijo mientras me dejaba sola en el sofá para ir a buscarla.

seguí buscando por todos lados a Jhon, pero el no estaba ahí, solo lo había soñado. Ahora mi pregunta era, ¿que hacia yo soñando con ese tipo?.

esto era imperdonable, lo acababa de conocer y ya quería ser besada por el, mientras Rob, que era es que estaba ahí junto a mi, preocupado y apoyándome, ni siquiera me había dado cuenta de su presencia.

-deseas algo de tomar?- dijo mi mamá rompiendo mis pensamientos.

-agua estaría bien mamá.

mi madre se acercó, y tocó mi frente, mientras colocaba un vaso con agua en mis manos.

-tienes algo de temperatura, llamaré al Doctor a ver qué podemos darte

-yo la subiré a su habitación para que esté más cómoda- dijo Rob, mientras me levantaba en sus brazos y me subía por las escaleras.

-aqui estarás mejor- dijo dándome un dulce beso en la frente.

-quedate tranquila, volveré enseguida

-a dónde irás? - pregunté curiosa, no sabía si había hablado dormida, y había dicho el nombre de Jhon.

-llamare a mi padre para que venga a verte.

-eres muy lindo, pero no sera necesario, pronto se me pasará.- le asegure.

-esta bien, pero igual lo hare- dijo dándome un beso en los labios.

-no tardo.

esa noche, fue el doctor Frank a ver cómo estaba, y efectivamente, eran solo síntomas secundarios del tratamiento, uno de muchos, ya en algunos días desaparecerian.

pasaron unas cuantas semanas, cuando volví por otro dosis del tratamiento, está vez fue Rob, quien quizo acompañarme.

y aunque intento pasar a la habitación para estar a mi lado, también le prohibieron la entrada, lo que significaba que estaría de nuevo a solas con Jhon.

me sentía nerviosa, no entendía por qué razón, esa mañana, había tratado de elegir mi mejor ropa, me coloque algo de maquillaje, y trate de ir lo más linda posible, sabía que no lo estaba haciendo por mi, ni por Roberto, quería impresionar a alguien más, el problema era que no sabía por qué motivo lo hacia.

-hola Anna, por que tan pensativa hoy?- dijo esa voz trayendome de nuevo al presente.

-ah, este... solo estaba pensando... ah, hola.- le dije nerviosa.

el me miró algo divertido y aunque no quizo reírse para no burlarse, me sentí igualmente como una tonta.

-es la segunda vez aquí, y sigues tan nerviosa como la primera vez?- me preguntó.

-no, si, mmm... no estoy nerviosa, bueno un poco.

-maldición será que podría hablar algo coherente en algún momento? - me reproche en mis pensamientos.

-me pareces muy linda y tierna como un conejito, asustado- dijo mientras me sonreía.

-me acabas de decir cobarde?- le dije indignada, no era de esa manera como quería que el me viera.

-no, no, no quise decir eso, bueno si, pero no de la manera que tú crees!- dijo tapando su cara con la palma de su mano

-pensé que era la única que no pensaba lo que decia- le sonreí para que supiera que no me había molestado.

-me parece bien, que tengamos cosas en común.

la siguiente hora se fue en segundos, Jhon me hablo de su trabajo, de la cantidad de veces que hacia eso, y de la pequeña fundación de ayuda, para alcohólicos anónimos, a la cual acudía los viernes para ayudar a las personas con problemas.

me parecía muy lindo, sus ojos miel, su sonrisa, sus labios, esos que no podía dejar de ver, eran idénticos a los de mi sueño.

-Bueno eso es todo por ahora, creo que ya podemos quitarte la vía- dijo mientras se encargaba de ello.

mientras estuvo cerca de mi, pude tener un mejor panorama de sus facciones, no puedo negar lo mucho que me gustaba verlo.

-tengo algo en mi cara?- pregunto con una sonrisa pícara.

-yo solo... es que te Vi muy concentrado y me pareciste tan...

-tan que?- dijo mientras se acercaba más a mi.

-señorita su novio la está esperando- dijo la enfermera que estaba de guardia.

-ahora salgo- le dijo mientras tomaba mis cosas apresuradamente.

Vi como la cara de Jhon cambiaba, estaba serio y algo le había molestado, quizás era la enfermera que había arruinado nuestro momento o quizás...

-Jhon, lo siento yo....

-te están esperando Anna, no tardes- dijo y salió dejándome sola en la habitación

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