Volveran a amarse

Al despertar, Melissa intento abrir los ojos, pero la luz que entraba a la habitación, hacía que sus ojos se cerrarán, se dio cuenta que estaba atrapada entre unos brazos enormes, intento zafarse, pero la apretaron aún más, entonces se giró y vio a Alexis, completamente dormido, comenzó a recordar la fiesta, ambos estaban felices, se sentían en su hogar, bebieron, y no recordaba como había llegado a la cama, se apresuró a revisar, pero no estaba desnuda, al parecer no paso nada, sólo durmieron.

-Le dolía tanto la cabeza, y Alexis no la soltaba, que decidió seguir durmiendo.

Ambos durmieron hasta las 3 de la tarde, el celular de Alexis sonó, el intento despertar, pero estaba tan cómodo, abrió un poco los ojos, y vio la hermosa figura a su lado, ella estaba ahí, el sí recordaba como llegaron, el no le hizo nada, pero pensó que quizá ella pensaría mal, con mucho cuidado se le levantó de la cama, y fue a su cuarto, se dio un largo baño, y se puso su ropa, escucho que tocaron la puerta.

-mi señor, quiere que sirvan la comida, necesitan comer algo.

-Si por favor la señorita Melissa ya despertó?

-S i señor, una de las empleadas la ayuda a cambiarse.

-Muy bien, si preparen todo enseguida bajamos.

Alexis fue a la habitación de Melissa al terminar de cambiarse, y tocó la puerta.

-Adelante, pase.

-Hola Mely, que fiesta, creo que bebimos de más.

-No me lo recuerdes, me mata la jaqueca, necesito comer algo, me muero.

-Ja, ja, ja es la primera vez que bebías.

-Si, la verdad nunca había bebido, pero al probar el vino, su sabor, era delicioso, creo que me excedí.

-Bien vamos a comer algo.

Ambos bajaron al comedor, recorrer esa Mansión, era como viajar en el tiempo, La comida estaba deliciosa, todo aquello era lujo, las decoraciones, las personas vestían bien, sus ropas no eran normales, pero nadie dijo nada.

-La verdad, todo estuvo delicioso, ya no puedo más.

-Señor quiere el postre.

-Como estamos llenos, sólo probaremos, trae uno, compartiremos.

-El mayordomo trajo un trozo de una tarta, se veía deliciosa, Alexis le dio a probar en la boca a Melissa, ella lo disfruto, era de cerezas, luego el con la misma cuchara lo probó, aquello era tan sensual, que hizo que Melissa pasará saliva con dificultad.

Melissa se había manchado un poco el labio con la cereza, y el le quitó la cereza con un dedo, y lo probó, Melissa al verlo sentía que su cuerpo hervir, no sabía si era la malpasada del vino de la noche anterior, tenía fiebre, pero se sentía caliente.

-Bueno, quieres salir al jardín, demos un paseo.

-Em, si, me parece bien.

Ambos salieron a recorrer los bellos jardines, Melissa quedó maravillosa con un jardín trasero, estaba lleno de girasoles, ella amaba esas flores.

- Amo estas flores.

-De verdad, creo que la flor favorita de la mujer eran las rosas.

-No, la mía no, los girasoles son mis favoritos.

- Valla tu no eres común, eso me agrada.

-En un rato iré al despacho, a revisar algunas cosas, te gustaría venir, o tienes algo que hacer.

-Si quieres te acompañare.

-Bien, gracias, se que quizá tengas cosas que hacer, te agradezco que me acompañes.

-Que, mejor que este lugar, no, aquí no lo sé, me siento tan bien.

Los empleados los veían con cariño, eso a Melissa no le agradaba, se sentía observada.

-Siento que tus empleados nos vigilan.

-No es eso, es que eres muy bella, no hay mujer como tu.

-Eres un fresco, así enamoras a las jóvenes.

-Aun que no lo creas, no soy así, no lo sé, tu me provocas molestarte, la verdad es que eres muy hermosa Melissa, mi abuela tenía razón cuando te conoció, yo te vi, y algo en ti me hace querer estar cerca de ti, tu aroma, tu voz, tu hermoso rostro.

Melissa se quedo seria, eran nerviós.

-Alexis noto que se puso nerviosa, y cambio el tema.

-Bien vamos al despacho, me caería bien una mano.

-Si vamos.

Alexis la llevo de la mano, llegaron al despacho, y ella le ayudo a revisar y separar, había documentos antiguos, era como leer un libro de historia.

Melissa salió un momento, al sanitario, cuando regresaba una mujer la saludo.

-Se ve igual de hermosa mi señora.

-Melissa, sólo Melissa.

-Oh si comprendo.

La mujer invitó a Melissa a conocer el lugar, la llevo a una hermosa habitación, era rosa pastel, tenía cuadros de una mujer, pelirroja como Melissa, la mujer la veía, feliz, sonriente, como si esperara algo.

-Quien es ella.

-Es la Reina Isabella, ella estaba casada con el Rey Bernard, su amor fue muy grande, se decía que ellos tenían el poder de convertirse en ave fénix, ambos se transformaban, y vigilaban su pueblo, ella era una hermosa ave azul, y el naranja, fuego, y al unirse se convertían en uno mismo, se cree, que ellos reencarnaran, y volverán a amarse.

Melissa se quedó sería, ella muchas veces se soñó, volando, ella era una hermosa ave azul con plumaje de fuego, pero días antes comenzó a ver que un ave negra quería dañarlos a ella y a el ave naranja, también había visto a esa mujer en sueños, era ella, pero como eso era posible, si jamás había visto una pintura de esa mujer, o Si? Quizá en algún libro de historia lo vio, o leyó, estaba confundida.

-Y eso, crees que sea verdad, la reencarnación.

La mujer la vio sonriente y le dijo.

-Si, yo creo que su amor, volverá a surgir, como el Fénix, al unirse en cuerpo y alma a su alma gemela, recordará sus vidas pasadas.

Melissa estaba pensativa, y decidió regresar a su habitación, eso era algo extraño, ella aún tenía dolor de cabeza, así que se recostó, y se quedó dormida.

Alexis estaba leyendo unas cartas antiguas, de uno de sus antepasados, el rey Bernard, le escribía cartas de amor a su esposa la Reina Isabella.

El de pronto vio una visión, un hombre pelirrojo, se convertía en un Fénix, era la misma ave que el soñaba que se convertía.

Él vio en su visión a una hermosa Joven de cabellos rojos, y al hablarle, ella ya no era la joven, era Melissa, quien se convirtió en el Fénix azul, de pronto despertó, y decidió buscar a Melissa.

Al salir del Despacho, un hombre lo detuvo.

-Señor, encontró algo importante.

-No yo sólo, donde está Melissa?

-En su habitación, está durmiendo.

Alexis fue a su cuarto y si, ahí estaba durmiendo.

El no comprendía sus visiones, que quería decir eso.

Melissa sintió un escalofrío recorrer su espalda, y despertó de golpe, estaba frente a una mujer, ella parecía molesta, pero Melissa no la escuchaba, de pronto un hombre muy bien vestido, parecía de la realeza, la protegió, aquella mujer se fue furiosa, pero Melissa soñaba con ser la mujer del cuadro, eso como era posible, si apenas había conocido la historia de los antepasados de Alexis, de pronto despertó, y ahí estaba el a su lado, durmiendo,

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***