Manuel Parker.

Alexis fue al restauran a ver a un cliente, el había hablado por teléfono con Alexis, pero no se conocían aún, Alexis espero por alrededor de 20 minutos, así que decidió irse, pero cuando se iba a levantar de su asiento, una mano se puso en su hombro.

-Alexis Redder, disculpa la tardanza, tuve un pequeño accidente de vuelo.

-O por Dios, tu avión, estás bien.

- Si digamos que si, todo bien, pero ya estoy aquí.

-Bien Manuel Parker, en que puedo ayudarte.

-Sé que los negocios van bien en tu empresa, quiero que hagamos la promoción de nuestra línea de ropa, es muy exclusiva, los mejores diseñadores, pero quiero trabajar contigo, para la presentación aquí en la ciudad.

-Claro que si, cuando te gustaría hacerla, tienes alguna idea.

-Bien mira, voy a quedarme un tiempo en la ciudad, necesito encontrar algo, pero aquí están los documentos, fotografías, diseños, para que tú te hagas cargo totalmente de organizar el evento, decoraciones, un buen lugar contratar modelos, en fin, yo sólo traeré a los diseñadores y la ropa, que te parece.

-Que es una excelente idea, necesito que mañana pases a firmar el contrato, lo prepararé mañana por la mañana, y podrías ir a mi oficina por la tarde que te parece Manuel.

-Que es una idea excelente.

-Bien, entonces así será, te dejo pues iré a ver algunas cosas que deje pendientes.

-Claro Alexis, y gracias por todo.

Alexis le dio la mano para despedirse, al sentirlo, un escalofrío recorrió su cuerpo, quizá sólo era su imaginación, así que ignoro el sentir, y se fue, tenía la esperanza de llegar por Melissa, pero cuando paso por la oficina ella ya se había marchado, quiso ir a su casa, saber si estaba bien, pero quizá ella ya dormía, así que decidió ir a descansar, mañana la vería.

Él durmió esa noche, pero sentía una tristeza y preocupación, y de pronto el estaba en ese castillo, limpiaba las lágrimas de esa hermosa mujer, no sabía el porqué del llanto, pero sentía que debía protegerla, hacerla feliz, no comprendía quien era o que hacia ahí, el sueño era muy repetitivo.

De pronto se vio volando por los cielos, era tan agradable, tan pacífico, y de algún punto salió un ave parecida a el, pero en color negro, el ave intentaba atrapar a la hermosa ave de plumaje de fuego azul, Alexis lo atacó, ambos peleaban por la Fénix azul, Alexis sabía que debía protegerla, pero el ave oscura, tan llena de maldad, quería dañar al fénix de color azul, el lo podía sentir en su pensamiento.

Alexis despertó muy temprano, estaba Un tanto nervioso, su sueño había sido muy real, el despertó con desesperación, como si debiera proteger a alguien, se preparó y salió para con rumbo de la casa de Melissa.

Al llegar tocó a la puerta, Melissa sonriente como siempre lo invitó a pasar.

- Pasa, ahí está tu desayuno, vamos siéntate.

-Hoy te traje algo.

Alexis había pasado por dos cafés y unas galletas de vainilla, eran de un lugar que a el le gustaba.

-No te hubieras molestado, pero gracias, esas galletas se ven deliciosas.

-Solo de vainilla, para los amantes de la vainilla.

Ambos reían, Alexis y Melissa disfrutaban su compañía.

-quèria comentarte algo Melissa.

-Si dime.

-sabes manejar, Tienes carnet.

-Si y no, Si tengo carnet, pero no manejo no tengo automóvil, estoy ahorrando para uno, ya pronto.

-La empresa tiene un automóvil, para puestos ejecutivos, si quieres y deberías puedo mandártelo, traer aquí, pues sabes que mañana me iré al pueblo, no quiero que vayas a faltar por el transporte.

-Pues no lo sé, yo no me sentiría cómoda.

-No lo pienses, es por la empresa.

- Bueno, si la verdad es que si me caería bien, pero de verdad, no es tu obligación traerme y llevarme, de verdad.

-Lo hago con gusto, me gusta tu compañía.

-Pues creo que aceptaré su propuesta.

-Bien. Por la tarde lo traerán.

-Gracias, por todo.

- Bueno, ahora vamos, hay mucho que hacer.

Alexis llevó a Melissa a la oficina, ambos llegaban temprano, juntos, nadie los veía, pues llegaban antes que todos, ella preparaba todo para cuando llegara Mary, quien agradecía que Melissa fuese tan servicial.

Melissa fue a la oficina de Alexis, ella tenía una duda, y se atrevió a preguntarle.

-Podría hacerte una pregunta Alexis.

-Por supuesto Melisa, que deseas saber.

-Porque volverás.

Alexis sabía a que se refería, si regresar lo hacía sufrir, porque volvía.

Melissa se sintió extraña, eso a ella no le importaba, porque se lo había preguntado.

-Discúlpame, eso no me importa, yo... No tienes que decírmelo.

- Por mi abuela.

Melissa se quedó extrañada, Por su abuela, ella ya había fallecido, como que volvería por ella.

-Mildred puso una cláusula en el testamento, yo debo quedarme una semana en una de las propiedades, al término de la semana, el abogado me entregará legalmente todo, para que haga con las propiedades lo que desee.

-Comprendo, pero supongo que será difícil volver.

Alexis se quedó serio un momento, pensativo.

- Si, no voy a negártelo, cuando ella se fue, sufrí mucho, no podía dejar de pensar en ella, sentía que las mujeres que amaba me dejaban, tan malo he sido que el cielo me castiga de esta manera.

-No yo creo que ella extrañaba a su hija, la necesitaba, y la vida es así, por eso debemos disfrutar a los que nos aprecian, vivir de la manera más decente posible.

Alexis no quería ir sólo al viaje, su padre había cancelado, pero no tuvo el valor de invitar a Melissa, que opinaría ella de el.

- Bueno, pues, espero que tengas un buen. Viaje, que puedas regresar triunfante, no te preocupes, tendremos todo en orden.

Alexis estuvo trabajando toda la mañana, Mary preparó el contrato del señor Manuel Parker, Alexis le explicó lo que se haría, y que era muy importante, pues era un nuevo cliente, el había viajado de lejos, y sería bueno tener clientes exteriores.

Tocaron a la puerta de la oficina de Alexis.

-Pase.

- Señor, aquí está el contrato, para su revisión.

Alexis lo tomo y verificó que todo estuviese bien.

-Perfecto Mary, excelente trabajo, cuando llegue el señor Manuel Parker, háganlo pasar de inmediato por favor.

- Si señor, yo iré a tomar mi desayuno, pero Melissa lo atenderá.

-Bien, valla, y provecho.

- Gracias.

Mary salió de la oficina y le explicó a Melissa lo que debía hacer.

-Cuando el señor Parker llegue a buscar al señor Redder, debes anunciarlo, y cuando el te autorice lo pasas, el contrato se lo llevarás cuando el señor Redder te lo pida, llamas a la puerta, saludas, y se lo entregas, preguntas si no necesita nada más, y te retiras, comprendes? Tienes dudas?

-Todo bien Mary, vaya a comer, cuando regrese iré yo.

-Bien, entonces nos vemos en un rato.

Melissa estaba en la computadora, revisando emails de Alexis, cuando escucho unos pasos, al levantar la vista, vio a un hombre con cabellos negros, y ojos color gris, tenía una mirada penetrante, tan intensa que a ella le provocó un poco de nerviosismo, quizá era porque Mary no estaba, y ella tendría que atender al hombre, el bestia un traje negro, se veía perfecto.

-Buenos días, Bienvenido, en que le puedo ayudar.

El hombre veía fascinado a Melissa, su mirada de clavo en ella, Melissa era una mujer muy bella, que podría dejar sin respiración a cualquiera, pero la forma de verla de ese hombre la puso un tanto nerviosa.

-Buenos días, pero eso es más para mí, señorita, usted es lo más bello que he visto este día, bien valdría la pena desfallecer en estos momentos, pues lo último que mis ojos verían es usted. Mi nombre es Manuel Parker y vengo a ver al señor Redder.

Melissa lo escucho, era cono si el hablara demasiado perfecto, muy correcto, hasta parecía de otra época.

-Bien, tome asiento por favor, en un momento lo atenderá.

Melissa llamo a Alexis, ella estaba nerviosa, ese hombre la veía fijamente, como si no quisiese perderse ni un segundo de ella.

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