Alexis llegó a su departamento, lo recibió la mujer que hacía las labores de la casa, para saber si cenaría.
-No Myriam, puedes ir a descansar, hasta mañana.
-Hasta mañana señor, que descanse.
Melissa se estaba quedando completamente dormida, sumida en un sueño profundo, ella comenzó a soñar con algo que ya había visto antes, era ella en un gran y hermoso castillo, ella caminaba, rápidamente como queriendo encontrar a alguien, de pronto vio lo que muchas veces antes, ella se transformaba en un ave de fuego, color azul, surcaba los cielos, era tan feliz así, tan tranquilo, tan pacífico.
Alexis se dio un baño, el no podía dejar de pensar en Melissa, era tan hermosa, esa bella pelirroja.
Fue a dormir, pensó que quizá no podría conciliar el sueño, pero pronto fue atrapado, el veía a una hermosa Joven a su lado, era de cabellos rojos, hermosos ojos azules, el la veía era tan hermosa, sentía su corazón latir fuerte, el estaba muy enamorado de esa Joven, el estaba en una gran cama, la joven aún dormía, era un hermoso lugar, parecía un palacio de los que sólo se narra en los cuentos, de pronto sintió que regresaba a su cuerpo, el se veía como un ave de fuegos color naranja, parecía como si fiera dos personas diferentes, volaba por los cielos, algo lo guiaba siempre a encontrarse con esa hermosa ave de fuego color azul, ambos al encontrarse se unían, y se convertían en uno mismo.
A la mañana siguiente, Alexis despertó muy temprano, se dio un baño, y como siempre, muy alineado se puso su traje, y salió a buscar a Melissa, al llegar a su casa, el se bajó del auto, odiaba las personas que sólo tocaba el claxon, era una falta de respeto para una dama, camino hacia la puerta, y cuando iba a tocar, abrieron, Melissa lo invitó a pasar.
— Supongo que no has comido nada aun.
— Em, no, la verdad es que no acostumbro...
-Entonces ven pasa, ya está el desayuno, y no puedes decir que no, porque me esmere mucho en prepararlo.
Alexis no quería ser descortés, ella se había tomado la molestia, así que probaría lo que preparó.
-No te hubieras molestado Melissa, pero la verdad es que todo se ve de maravilla.
-Bien, que esperamos, a comer!!
Melissa había preparado unos deliciosos huevos acompañados de jamón, y pan francés, aquello para Alexis era una delicia, en no sabía hacía mucho lo que era una comida casera, los cocineros de su departamento hacían comidas muy extrañas, era delicioso, pero no sabía cómo la comida de Melissa, casera.
-La verdad Melissa, me has dejado impresionado, como puedes tener tiempo de hacer todo, cocinas maravillosamente.
- Bueno pues, mis padres murieron cuando yo era muy joven, tenía 13 años, mi tía Ana fue la encargada de cuidarme, pero ella tenía su vida, y en ella no había lugar para una huérfana, nunca me faltó nada, monetariamente ella era responsable de pagar mis necesidades, pero jamás tuve amor, aprendí a hacerme cargo de mi misma muy pequeña, o aprendía a cocinar o moría de hambre, hacer la limpieza, las compras, en fin, no le reclamaría nada a mi tía, pues ella cuidó a su modo de mí, no tenía que hacerlo, pero su hermana mi madre, se lo pidió antes de morir, ella fue la única que pudo hablar con ella, en fin, en ocasiones la vida nos hace aprender a ser fuertes, niño o crees?
Alexis se sintió mal por ella, muy joven se había quedado huérfana, el por lo menos tenía a su padre, ella no tenía a nadie, era muy triste.
Alexis se quitó el saco, y lavo los platos mientras ella terminaba de prepararse.
- creí que no sabías lavar platos.
-Ya lo ves, sé hacer algunas cosas, no muchas, no cocino, me moriré de hambre cuando no haya alguien que me alimente.
Ambos reían, era tan agradable el tiempo que pasaban uno con el otro.
Salieron rumbo a la oficina, fueron los primeros en llegar, para cuando Mary llegó a la oficina, Melissa ya había terminado de arreglar la documentación.
-Valla Melissa, eres un ángel, al fin veo que se va acabando el trabajo, si pusiera te besaría.
-Ja, ja, ja no es necesario, algún día me invitará a comer.
Melissa sonreía a Mary, ambas mujeres se pusieron a trabajar, Melissa poco a poco iba conociendo cada departamento, poco a poco las personas la conocían, Alexis llamo a las dos mujeres a su oficina.
- Bueno, como ya lo saben, la próxima semana me ausentaré, cualquier cosa que necesite mi firma con urgencia deberán mandarla con el mensajero, para que no se atrase nada, veo que ambas se compaginaron muy bien, y me da gusto, Mary sabes que sin ti no sería nada, así que al regresar de mi viaje, te daré tus vacaciones, prepara todo.
Melissa absorbe lo más que puedas, cubrirás a Mary, cualquier duda yo te ayudaré.
- Si, señor.
-Bien señor, entonces prepararé lo de mis vacaciones, Benditas y necesarias al fin.
-Lamento haber tardado, pero sabes que no podía dejarte ir.
-No se preocupe, aprovecharé y saldré a la playa con mi familia.
-A donde piensas ir Mary.
-A playa Bonita señor.
-Tengo una casa ahí, es de mi familia, si te interesa puedo mandarla preparar, está muy cerca de la playa.
Mary no podía creer lo que escuchaba, esa casa ella la conocía por fotos, era totalmente hermosa.
-De verdad señor.
-Claro que si, tú has sido mi brazo derecho desde que comenzamos el proyecto, de Redd, siempre has estado aquí, yo soy un hombre agradecido, si la quieres sólo dime que días para avisar y que esté lista.
- Señor Redder, usted se va a ir al cielo sin ninguna duda.
-Ja, ja, ja pues creo que eso es bueno, Mary, ahora vayan a trabajar, y gracias a ambas.
Al salir de la oficina del señor Redder, Mary estaba muy feliz, su familia tendría unas hermosas vacaciones.
Hoy mi jefe está muy feliz, no sé la razón, pero me alegro, el merece sólo felicidad, su padre nunca viene a verlo, a menos que necesite algo, no tiene familia, creo que eso debe ser duro, no lo crees Melissa.
Melissa se quedó un poco seria, al parecer ambos estaban igual de solos, quizá por eso se hacían buena compañía, pues padecían el mismo mal, el club de los huérfanos.
Ese día Melissa estuvo muy atenta a lo que Mary le explicaba, pues cuando Alexis regresará, ella se ausentaría, varios días, debí a aprender rápidamente.
-Entonces, los lunes al llegar lo primero es ver los correos, hacer por orden de importancia, primero se contestan los correos del señor Redder, después ventas, compras, ella era muy amable, le tenía mucha paciencia a Melissa.
Esa tarde Alexis se despidió temprano de ellas, pues tendría una reunión importante con un cliente, y quizá ya no regresaría.
Con el pasar de los días, Melissa se había acostumbrado a el, a ir y venir juntos, pero quien era ella, para pensar que el siempre estaría disponible para ella.
Melissa y Mary se despidieron, Ella esperaba a su taxi, un hombre llegó, y le dio su nombre, era su Uber, el camino comenzó, el hombre le intento sacar charla, pero ella estaba un poco ida.
El conductor la llevo a su hogar, ella pagó su viaje y bajo, abrió la puerta y entró, ese día no tenía hambre, se sentía algo sola, así que decidió ir a dormir, quizá la charla con Mary la había dejado pensativa.
Ella se durmió rápidamente, en sus sueños, ella lloraba, su tristeza, pero no sabía por qué, sólo snetia una tristeza tan grande, el hombre, que ya había visto en sueños, limpiaba sus lágrimas, ella no escuchaba lonque el decía, pero de pronto sintió que las palabras del hombre, la hacían sentir bien. De pronto estaba volando, ella sentís el frío viento, sus llamas dejaban rastro, era como si dejará llamas en el cielo, y de pronto ahí estába su ave, pero esta vez no se unieron, ambos sentían la misma tristeza devolverlos, y así sin más despertó.
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Comments
Angi Jose
que interesante
2022-10-01
0
Graciela Peralta
que bueno que se lleven bien
2022-09-11
2
Sonia Nereida Pérez Pitre
La tristeza es por los 7 días que no se van a ver, aunque ellos no lo saben
2022-09-07
2