¿Qué tanto lees?

🗨️ La vida en la casa volvió a la tranquilidad, pero angélica aún no se atreve a preguntar sobre lo que le paso a su hermano. 

El día está lluvioso, las primeras lluvias de invierno, así que hoy estara en la biblioteca. 

Las ganas de leer o de limpiar no son muchas por el día de hoy, así que decide solo recorrer las estanterías, tal vez algo le llame la atención, busca la escalera y revisa la parte alta de las estanterías, ahí nunca puede mirar, pero desde la altura logra ver un libro en el último rincón del cuarto, arriba de las repisas que están colgadas cerca de la puerta es un libro grande para no ser notado, se baja con cuidado y pone la escalera un poco más cerca de la repisa, logrando bajar el libro que llamó a su atención. 

Con el libro en sus manos, vuelve a acomodarse en el sillón, al parecer el libro lleva muchos años ahí, el polvo a tapado su portada así que decide ir por un paño a la cocina para limpiarlo y poder revisarlo. 

Al limpiarlo su portada es muy colorido con símbolos, runas y figuras, cosas que ella no entendía, pero eso llamó más su atención. 

Es un libro bastante gordo, así que tendría algo en que entretenerse por un buen tiempo. 

Luego de dos días Angélica no logra descifrar de que trata el libro y aunque ha tratado de avanzar hay muchas cosas que no entiende. 

Amelia: mi niña quieres ir a recoger azafrán, el último que recogiste en el bosque se ha vendido muy bien, me gustaría acompañarte, no quiero que te expongas si te encuentras nuevamente con los osos. 

Angélica: no te preocupes Amelia, yo iré y traeré mucho. 

🗨️ Angélica sale de casa con la canasta, esta vez no se encuentra con el oso y siente que le ayudan a cargar la canasta que está bastante pesada, logra regresar a casa antes del anochecer, Amelia se sorprende de la buena cosecha que ha conseguido. 

Después de dejar todo en la cocina decide subir y darse refrescante baño para luego bajar a cenar con Amelia, la charlas con ella suelen ser muy divertida y hacen que la cena sea agradable, no como en casa de sus padres que solo hablan de la moda y las reuniones sociales. 

El azafrán se venderá en el mercado por lo que Amelia bajara al pueblo al día siguiente, así que después de la cena se disponen a dejar listas las especias que bajara a ofrecer, Angélica no irá, pero le pide a Amelia que le compre algunos vestidos y cosas de aseo necesarias en casa. 

Después de tener todo listo Angélica aún no quiere ir a dormir por lo que decide acomodarse en la sala y leer un poco más, en el libro ha encontrado la formula para ver más allá de lo que ella puede ver, pero para eso necesita algunas plantas que sólo las ha visto cerca del azafrán, deberá volver al bosque a buscar lo necesario. 

Por fin siente sueño así que decide subir a dormir después de agradecer por la ayuda recibida en el bosque, recuerda que en los últimos días, no han aparecido notas, sólo las rosas púrpuras. 

Esa noche hace bastante frío, Amelia le lleva un par de cobijas extra y le promete que hará revisar la calefacción que en alguna época tuvo la casa y que está ubicada en el sótano. 

A la mañana siguiente, la lluvia no le permite a Amelia salir de casa, por lo que decide dormir un poco más. 

Hacia el medio día el sol sale de nuevo lo que aprovecha la joven para volver al bosque a recoger lo necesario para la pócima del libro, no demora en regresar y ha recogido un poco más de especias lo que pondrá muy feliz a Amelia. 

Al llegar ya la cena está lista, el delioso olor se siente de la entrada del bosque, haciendo que las ancias de llegar aumenten. 

Ya en la mesa Amelia trata de convencer a angélica para que vayan juntas al pueblo. 

Amelia: Hija por qué no vas conmigo, así escogerás lo que te gusta. 

Angélica: más bien lo qué me quede. 

Amelia: deja de sufrir por eso, eres una niña muy bella y además eres una linda persona y eso es mejor que cualquier cosa. 

Angélica: prometo que iré contigo la próxima semana, encontré un libro y me tiene muy ocupada. 

Amelia: esta bien, a ver si terminas pronto el libro, ya que no lo dejas ni a la hora de comer. 

🗨️ Antes del amanecer Amelia esta rumbo al pueblo dejándo a Angélica dormida,quien despertó a medía mañana, encontrando una nota con una serie de preguntas y un cariñoso mensaje al final. 

¿Qué tanto lees? No he podido  descifrar la portada del libro, dime ¿de qué se trata? Las plantas que recogiste ayer no eran especias dime ¿para qué son, qué piensas hacer con ellas? 

Tu hermano estara bien, solo un poco trastornado, vio cosas que no debió ver, su mente no estaba preparada para descubrir la magia que domina el castillo, sólo cuando se rompa el hechizo los humanos podrán entrar en él, eso te incluye a ti, por favor has caso a Amelia, no te acerque a él. 

Te dejo un fraternal abrazo quisiera poder dártelo y sentir tu cálida piel, pero en mi condición es imposible, me alegra volver a ver que estas tranquila, te cuidaré siempre. 

🗨️ Angélica no pudo evitar sonreír. 

Angélica: Pero se habrá visto, un fanstama chismoso. Seguiré leyendo luego te contaré hay algunas cosas que no entiendo, para eso son las planta que recogí ayer, para desarrollar mi entendimiento. 

En ese momento y por primera vez Angélica vio como aparecían las letras en el pergamino. 

Mucho cuidado es peligroso consumir  plantas que no conoces, lo mejor sería que continúes leyendo, quizá páginas más adelante puedes encontrar la lógica del libro, puede ser una trampa para que no puedas leerlo. 

🗨️ Después de leer la nota Angélica pensó que el fantasma de fausto podía tener razón. 

Angélica: Pueda que tengas razón, hare lo que dices, seguiré leyendo y no usaré las planta que recogí ayer. Muchas gracias por preocuparte. 

🗨️ Angélica se dio un baño, se puso algo realmente cómodo y bajo a desayunar, mientras consumía los alimentos decidió continuar con la lectura del libro, la cual según las reglas escritas en la portada sólo se debía hacer después de tomar una taza de poción de cicuta, pero debido a lo escrito por fausto, decidió pasar esa regla por alto. 

Y vaya que a Fausto tenía razón, en la siguiente página decía lo siguiente. 

Si has llegado hasta aquí, eres astuto o eres inmune a sus efectos, de cualquier manera has descubierto que la cicuta no es una planta amigable, si la tomas en una cantidad mínima sentirás que tu mundo da vueltas y tu estómago se retorcera y causará gran dolor, algo de vómito y malestar estomacal, pero si tomas cantidad considerable podrás morir a causa de su potente veneno. 

Angélica casi se ahoga con el trozo de pan que tenía en su boca. 

No puede ser Fausto tenía razón, debo tener más cuidado con este libro pensó. 

Después de desayunar, Angélica continuó leyendo, encontrando algunos escrito que no podía pronunciar, se acomodo en el sillón grande de la sala y junto a ella estaba su fiel acompañante quien en un par de ocasiones le cerró el libro para traducirle lo que decía. 

Partes del libro estaba escrito en un lenguaje que utilizaban antiguos habitantes de tierra cercanas al castillo. 

Los días pasaron y las lecturas continuaron, al llegar a las páginas centrales del libro encontraron algo así como un mapa y algunos escritos con gráficos y traducciones, que dejarían para después. 

Ya era hora de almorzar y después de hacer sus labores angélica se habia dedicado a su lectura, cuando todo estuvo servido Amelia fue a buscar a Angélica, justo en ese momento el pergamino estaba siendo escrito lo cual le dio un gran susto a la pobre, que no dijo nada solo espero que la pluma se detuviera. 

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