El anillo

🗨️ Por fin pudieron conectar la tubería completa, ahora debían esperar que el tanque se llenará y terminar de hacer instalaciones dentro de la casa, ahora no solo sería llenar la tina, también podrían sentir el agua en cascada durante el baño.

El sacerdote y el alcalde del pueblo llegaron hasta la casa con el deseo de revisar los trabajos, quedando sorprendidos al ver que todo había que hacerlo con gran detalle la magia no tenía cabida en esa labor.

Alcalde: Angélica te felicito, has traído una muy buena idea, nos ayudarías a hacer algo similar en el pueblo.

Angélica: Claro que si, ya estos caballeros son expertos en el tema, con ellos pueden hacer lo mismo, únicamente tendrían que hacer un tanque mucho más grande, que solucione la necesidad de todos.

Sacerdote: podemos hacer dos tanques uno que se surta de las quebradas del lado este y otro que se surta del río.

Angélica: es una buena idea, me alegra serles útil.

🗨️ Cuando por fin se fueron ya era hora de cenar, Amelia moría de hambre, pero era mal visto meterse a la cocina si el sacerdote estaba en casa y no ofrecerle, pero esa noche Angélica quería sorprenderla con algunas de las delicias que había comprado. 

Amelia quedó encantada, Angélica preparo algunos embutidos acompañados de diversas salsas. 

Amelia: esto está delicioso, ayer al final no me contaste que tantas cosas compraste. 

Angélica: la situación no lo permitió, pero sí, debemos desempacar un par de cajas. 

🗨️ Y en esa labor se pusieron, Angélica compró aromatizantes, jabones para lavar la ropa, los platos y por supuesto para bañarse, todo con aromas encantadores, también compro nuevas ollas que ayudarían a que los alimentos se cocinaran más rápido, compro algunas especias, semillas de diferente plantas para hacer una siembra autosustentable y muchas especias para condimentar los alimentos. 

Después de organizar todo Amelia sabía que tenía una conversación pendiente con Angélica, quien alistó pasabocas y refrescos para disfrutar de la historia. 

Amelia: bueno comenzaré por contarte, que tu mamá y yo somos hermanas de crianza, en realidad según lo contado por mi abuela, tu mamá desciende de la hija que tuvo Elena, cuando ella se fue con su nuevo amor la dejó abandonada y fausto que se había encariñado con ella le pidió a su madre que la acogiera, como aún no tenían hijas pues la recibieron como tal, sus descendientes fueron tomados como de la familia, aunque no lo son.

Angélica: ¿o sea que mi madre no es de la realeza como tú?

Amelia: no y por eso siempre estuvo obsesionada con sobresalir, ella sabe muy bien la historia y alguna ocasión quiso usar la magia para sobresalir, pero no uso las medidas de protección necesarias pasando por alto algunas reglas, lo que hizo fue muy fuerte y causó enormes daños, los magos empezaron a investigar quién había hecho un mal uso de la magia, y descubrieron que fue alguien de nuestra familia. 

Mi hermana mi inculpo a mi y mis padres aunque sabían que yo no era la culpable no hicieron nada para defenderme, el castigo es que no puedo salir del pueblo, ellos se fueron y yo me quedé, pero ellos prometieron ayudarme, cosa que como ves, nunca han hecho. 

Después de muchos años los magos descubrieron la verdad, ya que aunque tengo magia en mi no se como usarla, por eso anoche estuve mirando el libro y hay una forma de aprender y quise practicar un poco. 

Esa es la historia, ahí la razón por la que no puedo salir del pueblo. 

Angélica: me hubieras dicho antes, estuviste en peligro por mi culpa. 

Amelia: No te preocupes, no fue tu culpa, pensé que con el tiempo el castigo desapareceria, pero descubrí que no es así. 

Esa noche Angélica se fue a la cama pensando en la nobleza de Amelia y en lo mucho que debía ayudarla. 

Después de un reparador sueños, despertó muy temprano encontró junto a su almohada una rosa, una nota y una bolsa. La nota decía lo siguiente:

Creo, según entendí que quieres cambiarle la cara a la casa y como te prometi, te ayudare a cumplir tus objetivos, en la bolsa encontrarás lo necesario para que compres lo que quieras. 

Creo que Amelia quiso quedar bien contigo la historia no es como ella la cuenta, ya luego te daré detalles

🗨️ Angélica se sintió satisfecha y agradeció, la curiosidad sobre lo dicho por Amelia fue poca, decidió guardar el dinero, quería continuar leyendo, había mucho que descubrir. 

Bajo a desayunar y vio el libro sobre el comedor. 

Angélica: buenos días, tía ¿vamos a desayunar o tienes algo que contarme?

Amelia: te cuento que encontré algo que nos puede ayudar, pero hay un inconveniente. 

Angélica: Cuéntame ¿cuál es el inconveniente?

Amelia: solo se puede realizar cuando los planetas se alinean, ahí explican como se hace. 

Angélica: pero según dice aquí eso sucederá es fin de semana y volverá a ocurrir en algunos años.

Amelia: sí, pero no te ilusiones, pueda que resulte como pueda que no, no tenemos certeza, y debemos hacer todo como dice en el libro, buscaré a alguien que me indique como hacerlo. 

Angélica: ¿y quién sería esa persona, puedo ir contigo?

Amelia: no, no debes acercarte al viejo mago, de inmediato sabría que eres hija de tu madre y te odiaría por ello.

Angélica: está bien, me quedaré en casa.

Después de desayunar Amelia salió con rumbo a la casa del viejo mago, este la sintió desde mucho antes de llegar. 

Viejo mago: que alegría verte, mi pequeña cierva. 

Amelia: sabías que vendría. 

Viejo mago: habías demorado mucho. 

Amelia: sabes a que he venido. 

Viejo mago: es por tu sobrina, pero yo no puedo ayudarte, el hechizo fue muy claro, el príncipe Fausto solo volverá a su forma humana real cuando una mujer se enamore de él sin importar su estado. 

Amelia: o sea que no hay un hechizo que logre devolver al príncipe a este mundo, solo el amor. 

Viejo mago: así es, pero tranquila tu sobrina tiene mucho amor para dar, pero tiene sus misiones en este mundo y la de devolverle la alegría al príncipe la está cumpliendo como se debe. Cuando recibas mi visita sabrás que el tiempo de abrir el castillo de nuevo está cerca. 

Ahora ve a casa, llevale ese anillo que está sobre la mesa, trata en lo posible de no tocarlo, ella sabrá cuando se lo debe poner. 

Amelia: así lo haré gran mago, esperare tu visita. 

Viejo mago: Amelia, las mentiras tarde o temprano se descubren, no alimentes odios, que se pueden volver en tu contra.

🗨️ Después de recibir una oración de protección, Amelia tomó el camino de regreso a casa, la noche estaba muy avanzada cuando llegó, Angélica la esperaba para cenar. 

Amelia: niña ¿por qué no has cenado?

Angélica: te esperaba tía, no podía pasar bocado si tu no llegabas, saliste muy temprano me preocupe por ti. 

Amelia. Gracias por preocuparte mi niña, fui a buscar algo de ayuda, te enviaron este añillo, que tu sabrás cuando debes ponerte. 

Angélica: está bonito, me lo pondré. 

🗨️ Mientras cenaban Angélica tenía el anillo puesto, Fausto como desde hacía algún tiempo estaba junto a ella cuando conversaba con su tía, pero esta vez ocurría algo diferente, podía verlo, en su forma "fea" era un hombre de una estatura promedio 1. 75, cabello negro, ojos cafés, un rostro muy normal, es flaco y desgarbado, como cualquier chico normal. 

Intento tocar su rostro y él sorprendido huyó del lugar. 

Por varios días Angélica no lo sintió cerca, no hubieron rosas, ni notas, si siquiera un frío rose para saber que estaba por ahí. 

Decidió salír nuevamente del pueblo, compro pinturas y algunos electrodomésticos, una nevera, una estufa y una máquina para hacer jugos, cortinas de colores y mas semillas también algunos alimentos que podrían guardar en el refrigerador. 

Al regresar después de poner en orden lo comprado, Amelia estaba muy emocionada, su hermana le había prometido llevarle cosas modernas y bonitas por muchos años y nunca le cumplió, pero ahora podía disfrutar de algo de comodidad. 

Ya se sentía cansada era hora de ir a dormir, el día fue bastante agitado, después de darse un cómodo baño, esa noche decídio quitarse el anillo. 

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