Mala noche

🗨️ Mientras se baña volvió a llorar y está vez no tenía quien la consolara, pues estaba en el baño, la luna se veía hermosa y su luz se colaba por la pequeña ventana, sus rayos acariciaron su piel húmeda y llenaron de energía su cuerpo, salió del baño con ropa un tanto desgastada, hacía parte de la ropa que le habían empacado cuando salió de la casa de sus padres.

Al entrar al cuarto vio una nota sobre su almohada, esta vez no era una simple nota era una carta, con hermosas palabras. 

Querida Angélica. 

Si querida, cada día me aferro más a ti y verte llorar me deja sin fuerza, me siento débil y deseo volver a ser el mismo de antes para protegerte de aquellas personas que te lastiman. 

Nunca antes desee tanto como ahora recuperar mi cuerpo, tener energía y la capacidad de devolver cada golpe que recibes. 

No estás sola, siempre estaré a tu lado y haré lo que esté a mi alcance para desterrar a aquello que han llegado a molestarte, no temas yo te protegeré y muy pronto encontraré la forma de volver a ser real, se que me ayudaras a conseguirlo, no desesperes mi hermosa doncella, espere por ti tanto tiempo, que ahora ruego a ti por que me esperes un poco más, prometo hacer que valga la pena. 

Que tu cena sea armóniosa y saludable. 

🗨️ Angélica guardo la carta y se dirigió a la cocina, Amelia estaba afuera y su madre la miró de arriba a bajo. 

Mamá: por Dios hija esa ropa se ve vieja, me hubiera llamado te hubiera comprado ropa, pensé que la que tenias era suficiente, mañana bajare al pueblo y te comprare ropa nueva, por fortuna ya usas tallas normales. 

🗨️ El hermano estaba en la sala y desde allá se reía de su hermana diciendo que tendrían que comprarle una sabana y vestirla, su madre explicaba entre risas que su talla aún era grande, pero que ya es fácil conseguirle ropa de almacén en la que entrará.

De un momento a otro el piano empezó a sonar, haciendo que los visitantes palidecieran, rato después entró Amelia quien no lo había escuchado por estar fuera de la casa. 

Amelia: y esas caras, parece que hubieran visto un fantasma. 

Mamá: el piano acaba de sonar, era como si alguien lo tocara. 

Amelia: creo que debe ser su imaginación, yo no escuche nada. 

Hermano: no creo haberlo imaginado estaba en la sala y el piano sonó sus teclas se movían. 

🗨️ Amelia no le dio importancia a sus comentarios, ojalá y ese fuera motivo suficiente para qué se marcharán.

Esa noche, después de la cena cuando llegaron a sus habitaciones encontraron sus maletas hechas, la mamá de angélica y su hermano muy disgustados salen a buscar a Amelia que subía con la jarra de agua para su sobrina

Mamá: 😡😡 Amelia me parece una falta de respeto que hayan empacado nuestras pertenencias, si quieres que nos vayamos solo dilo y lo haremos. 

Amelia: no tengo idea de que hablan, no he ingresado a sus habitaciones. 

Mamá: 😡😡 ven te mostraremos de lo que estamos hablando. 

🗨️ Cuando llegaron al cuarto la ropa y las maletas estaban en su lugar. 

Mamá: 😯😯 ¿pero cómo? Si hace un rato, todo estaba en las maletas y estas estaban sobre la cama. 

Amelia: creo que deberían irse a dormir su cerebro debe estar cansado. 

Hermano:🤔 esto debió ser obra de Angélica. 

Amelia: pues Angélica aún está abajo. 

🗨️ Después de buscar muchas explicaciones decidieron irse a la cama, Angélica fue la última en acostarse. 

Esa noche tampoco pudieron dormir, el frío era insoportable, escucharon ruidos, tuvieron pesadillas, en fin fue una noche bastante agitada, al día siguiente se levantaron tarde con muy mal humor, a diferencia de Angélica, quien desde muy temprano inició una nueva labor. 

Amelia: Hija que haces, veo que trajiste madera del bosque ¿qué piensas hacer con eso? 

Angélica: quiero poner un nuevo tendedero de ropa, el que hay siempre se cae y la ropa va a parar al suelo y tengo que lavarla de nuevo. 

Amelia: tienes razón, es que ya está muy viejo, pero ven vamos a tomar el desayuno y después continuas. 

Cuando entraron a la casa, la madre de Angélica estaba furiosa, debió bañarse con agua fría, por más que espero el agua caliente nunca salió. 

Mama: que pasa en esta casa, nada funciona, no hay calefacción, no hay agua caliente, no hay linea telefónica, no hay servicio de cable, ni siquiera un televisor decente. 

Amelia: Señora Di Aragon, lamento informarle que aquí sobrevivo con lo poco y mucho que reúno de la venta de especies recolectadas en el bosque, por fortuna todos temen entrar a él, también con lo que me ganó por bordar manteles y juegos de sábanas para las familias pudientes del pueblo, la casa estaría mucho mejor si usted cumpliera su promesa de invertir en ella, pero no es así ustedes dejaron a su suerte el castillo y está casa. 

Mamá: si, pero no pensé que las cosas estuvieran tan mal, como pueden bañarse con esa agua tan fría, con ese clima que hace en las noches. 

Amelia: nos adaptamos, es lo único que podemos hacer. 

Mamá: te informo que mi hijo desea ir a conocer el castillo, espero lo acompañes. 

Amelia: lo siento querida hermanita, pero yo tengo cosas por hacer, si él quiere ir al castillo acompañalo tú, lo conoces también como yo, y no te creas superior a mi, que la herencia era para ambas, solo que tú prometiste invertir lo que me correspondía y darme mis ganancias, pero aún no veo los resultados. 

Mamá: no vuelvas a repetir que somos hermanas, no quiero que nadie lo sepa y de que herencia hablas, te olvidas de todo lo que tuvimos que cubrir cuando salimos del pueblo, si has sufrido no es por mi culpa espero logres recordarlo.

Amelia: entonces comportarte, sabes que puedo difundir a los cuatro vientos que soy la hermana pobre que tienes abandonada

🗨️ Angélica quien estaba lavando sus manos para desayunar noto el disgusto en la cara de Amelia, pero no preguntó nada por evitar que su madre la agrediera de nuevo. 

Héctor, su hermano estaba decidido a visitar el palacio y le exige a su hermana que lo acompañe. 

Hermano: oye tu acompañame al castillo, caminar hasta allá será bueno para ti como ejercicio

Angélica: lo siento debo ir al bosque a buscar madera para cocinar, si deseas ir el camino es corto, no demorarás en llegar. 

Hermano: ¿has ido? 

Angélica: solo hasta la entrada, cuando un árbol cayó y daño la cerca. 

Hermano: y no te apetece ir, podríamos encontrar el tesoro familiar, quien sabe alguna joyas antiguas. 

Angélica: no, ese lugar me da miedo. 

Hermano: definitivamente tú no sirves, ahora entiendo el por qué te enviaron para acá. 

Angélica: es lo mejor que han hecho por mi, me ha hecho muy bien dejar de vivir entre hienas.

🗨️ El hermano de Angélica, tomó el camino hacia el castillo, mientras ella termino de tomar sus alimentos, debía terminar lo del tendedero antes que el sol calentarla con mayor intensidad, lo de ir al bosque era solo una excusa, Amelia le había prohibido acercarse al castillo y no pensaba desobedecerle. 

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