Yo no tuve nada que ver

🗨️ Héctor camino directo hasta el castillo, desde que llegaron hace una semana no había salido de casa, no encontraba nada interesante que hacer, discutía con su madre por obligarlo a ir con ella, ese sitio era aburrido y no tenía nada interesante que mostrar de él a sus amigos, hasta que el castillo despertó su interés. 

Al llegar se encontró con una reja, la cual salto para poder pasar, camino un poco más y vio un gran portón, cubierto de enredaderas entre ellas se podía notar un viejo aviso "PROHIBIDO EL PASO, PROPIEDAD PRIVADA" el cerrojo está muy oxidado, se nota que hace mucho tiempo no lo abren, con mucho esfuerzo logró quitar el cerrojo y un gran ruido se escuchó al abrir la puerta.

En cuanto piso la primera baldosa del camino hacia la entrada principal del castillo, la luz de su entorno cambió de color, el castillo se iluminó, Héctor miró hacia atrás y ya las puertas no estaban viejas ni oxidadas, los jardines del castillo estaban florecidos y las fuentes funcionan dejando ver pequeños arcoíris al reflejarse la luz del sol en el agua, después de recorrer un largo camino de piedra con rosales de color púrpura y pinos a lado y lado por fin está frente a la entrada principal. 

La puerta esta hecha en fina madera tallada con el sello de la familia que se recreaba al unir las dos alas de la puerta, la manija de la puerta es en oro sólido que brilla reluciente, Héctor se acerca y la puerta se abre de par en par, dándole paso al interior del elegante castillo cuya larga entrada está adornada por hermosos y finos jarrones, hermosos cuadros de lejanos y delicados paisajes y en el piso mármol resplandeciente como espejos.

El pasillo es largo lo recorre hasta llegar una gran puerta similar a la puerta principal, al acercarse la esta también se abre dando paso a lo que sería la sala principal, ahí se podía ver un imponente cuadro con la imagen de un no menos imponente rey muy parecido a Héctor, lo que hizo que su pecho tomará una elegancia superior

Ya decía yo que tenía porte de rey, pensó sintiéndose orgulloso de sí mismo.

Era un lugar acogedor, tiene una bonita y amplia chimenea, asientos de muy buena calidad, lámparas de cristales muy finas que debieron ser muy caras en su época, dio unas cuantas vueltas y retorno al pasillo encontrándose con una puerta al final, la cual se abrió dándole paso, en este salón se encontraba un par de grande comedores de muchos puestos cada uno, unos sesenta mal contados, cuadros, lámparas y floreros con hermosas rosas púrpura adornaban el lugar. 

Salió y decidió explorar otros lados del castillo, volviendo por el pasillo se encontró con el vestíbulo del castillo, frente al cual se presentan imponentes unas escaleras en forma de S que llevan al segundo nivel del castillo, todo reluciente, los cuartos están a lado y lado del pasillo de segundo nivel abrió un par de ellos y eran una cosa de lujo, camas con terminados en oro y plata, sábanas de seda y cortinas bordadas con hilos dorados y plateados, chimeneas para las frías noches de invierno, cómodos muebles con acabados similares a los de las camas, un espejo de cuerpo entero con delicados bordes de oro en cada habitación; llamo su atención, que al mirar su reflejo se vio vestido con ropas de la época, lo que lo sorprendió y lo asustó un poco. 

Pero Héctor sabía muy bien la razón por la que había ido hasta ahí, quería ir a los sótanos del castillo ahí seria donde guardaban los tesoros, para su infortunio las rejas que daban acceso a la parte inferior tenía enormes candados muy oxidados, pero muy resistentes, decidió entonces volver a la vieja casa donde se estaban hospedando, volvería otro día con algo que le permitiera abrir esos viejos candados 

Al salir del castillo no entendía como era posible que se viera tan viejo y abandonado si por dentro era hermoso y elegante, volvió a cerrar el gran portón, salto con cuidado la reja y se dirigio por el camino a la vieja casa, al llegar vio a su madre discutir con su hermana y darle una fuerte bofetada, pero eso había sucedido hacía dos días

Héctor volvió a sentir pánico cuando volvió a escuchar el piano sonar, y al encontrar las maletas hechas para luego darse cuentas que todo estaba en su lugar. 

Vuelve a escuchar cuando su madre le dice que hablara con Amelia sobre su deseo de ir al castillo y en ese momento se desmaya, su cabeza da vueltas y todo se va oscureciendo hasta que cae al suelo y a lo lejos escucha a su madre gritar. 

Mamá : Amelia, Angélica ayuda, ayuda. 

Amelia: iré por el médico al pueblo. 

Mamá: ve por un auto, me llevaré a mi hijo de inmediato de este lugar de mala muerte.

Amelia: como quieras, mejor ponte a rezar para que un servicio de taxi llegue a recogerte

Amelia salió rumbo a la casa más cercana, pero como milagro del cielo un carro se acercaba por la carretera. 

Vecino: señora Amelia buenas tardes. 

Amelia: vecino que alegría verlo, llego justo a tiempo, tengo una emergencia. 

Vecino:Dígame Amelita, usted sabe que para usted lo que quiera. 

Amelia: podría por favor llevar a mi sobrino que se desmayo y a su madre al pueblo.

Vecino: Claro, con todo gusto vamos le ayudo a sacarlo. 

Cuando regresaráron a la casa ya Héctor estaba consciente, describiendo las bellezas que había visto en el castillo, el acomedido vecino ayudo a la madre de Angélica a llevarlo hasta el auto, mientras Amelia y angélica le ayudan a meter todo en las maletas y se las llevan hasta afuera.

Mamá: Angélica este dinero es para que vayas al pueblo y compres ropas, no quiero que andes como una andrajosa.

Angelica: como tu digas madre. 

Mamá: Amelia te agradezco mucho por cuidar a mi hija, te estaré poniendo dinero para sus gastos. 

Amelia: que tengas buen viaje. 

🗨️ Ambas mujeres se quedaron viendo como el auto se perdía en el largo camino de piedra, dando brincos de felicidad cuando desaparecio en la distancia. 

Amelia: me puedes decir que fue lo que le paso a tu hermano. 

Angélica: que fue al castillo y volvió loco. 

Amelia: y lo de la casa que fue, el frío intenso en las habitaciones donde dias antes el calor era insoportable, el piano que sonó justo cuando yo estaba afuera y ni que decir de lo que picaba a tu hermano y nadie más veía, sin contar con que tu madre vio las maletas hechas y luego todo estaba como si nada.

Angélica: yo no tuve nada que ver. 

Amelia: no te hagas, he visto que tienes un jarrón con las rosas púrpura en tu cuarto, por lo visto has logrado hacerte amiga de eso que no creímos que veías. 

🗨️ Angélica se sorprendió, pensó que su tía no había notado las rosas, pero en realidad no sabía que había pasado con su hermano y ahora le daba miedo hacer preguntas 

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