Por ella

Capítulo 7: Por ella.

Del interior de este salió la pelirroja altiva mirando despectivamente a Victoria, sonrió y dijo.

–Hermanita, hasta aquí requiero de tus servicios, Jorge el chofer de la familia, se encargará de subirla al coche.

Victoria frunció su ceño al ver como trataban a Elizabeth como si fuera un costal de papas, estuvo a punto de soltar su ira contra el pobre Jorge que no tenía nada que ver en este asunto, por que sabia que el verdadero problema era Ángela, que aprovechaba cualquier situación para humillarla, pero esta vez no lo dejaría pasar y cuando se decidió decir algo escucho a su hermana que gritaba a toda voz

–Ey cuidado pedazo de imbécil! ¡Que acaso no sabes que todo mi maldito cuerpo me duele!

Los 3 quedaron asombrados por como Elizabeth se dirigía hacia otra persona. Siempre había sido una señorita refinada y con buenos modales

–Lo siento, señorita, contestó el pobre hombre.

–Mis disculpas Jorge,Elizabeth no recuerda quien eres por eso se comporta de esta manera. Decia Ángela.

Con un poco más de delicadeza el hombre, la sujeto más despacio y la sentó de la misma forma ante la atenta mirada de sus hermanas y cuando Ángela quiso darse cuenta, Victoria ya estaba sentada al lado de Elizabeth. Sonrió, por esta ve dejaría que las cosas fluyeran, será divertido ver la reacción de su padre, una vez que lleguen a la mansión se desataría el caos.Unos minutos después, finalmente las 3 llegaron a la mansión, por supuesto que el cansancio hizo que Elizabeth se durmiera en el hombro de Victoria. Le pidió ayuda a Jorge para que llevara a la joven a su habitación, mientras que ella le pedía a uno de los sirvientes llevara la silla de ruedas también al cuarto de su hermanita. Mientras que Ángela descendía del vehículo al estilo en que lo haria una princesa se sobresaltó cuando escucho esa voz reconocida que tanto temía y respetaba que decía.

–¡Victoria! ¿Qué demonios haces aquí?!

La pelirroja sonrió malignamente, ahora si venía lo divertido y con sus ojos observo como el cuerpo de su hermana se tensaba y su actitud prepotente se esfumó por completo para quedar como un tierno corderito a punto de ser sacrificado,pero se equivocaba.Victoria contestó friamente.

–Acompañé a Elizabeth hasta aquí, puesto que tu hija Ángela no lo supo hacer. Contestó una muy tranquila Victoria.

Ángela arremetió diciendo.

–Ah no. No voy a permitir que me metas en los asuntos que tengas con papa. Tú sabes perfectamente que te impedí venir con nosotras y aun así hiciste caso omiso a lo que te dije.

Un muy enojado hombre ignoro por completo a lo que su hija Ángela dijo, puesto que su atención estaba dirigida a Victoria

–Y tú, ¿no tienes nada que decirme? ¿Cómo osas venir hasta aquí, o no recuerdas que te repudie hace bastante tiempo?

Ángela supo de inmediato que su comentario había volado por la ventana, puesto que los ojos de su padre chocaban con la mirada fría que Victoria le daba, era una batalla silenciosa entre padre e hija, repudiada. No ganaría nada si seguía quedando parada allí, sin perder más tiempo se fue nuevamente de la mansión porque por mas que quisiera tarde o temprano Él vendria por ella para cobrar su deuda y por eso debia adelantarse.Mientras tanto padre e hija seguian "hablando"....

–Habla de una maldita vez Victoria. ¡Dime los motivos del porqué estás aquí carajo! El hombre la ira lo estaba superando y por eso gritaba fuertemente

–No tengo otro motivo para estar aquí más que mi hermana Elizabeth. Así que si muévete, porque realmente necesito descansar. Exclamó una tranquila Victoria

–¡NO! Aquí no eres bienvenida, ya dejaste de ser parte de esta familia. ¡No me hagas enfadar, que sabes muy bien que puedo hacer de tu vida un infierno, maldita bastarda!

YA BASTA!.

El padre de Victoria se tensó, había alguien que todavía podía hablarle de esa forma. El gran patriarca, su padre Jorge Luis III Ricci se acercaba lentamente a él. Era un anciano, pero se conservaba perfectamente bien a pesar de sus 80 años.

–¿Por qué haces tanto escándalo, hijo mío?

"Hijo Mío", esa forma de hablar la conocía perfectamente, porque su padre le hablaba así antes de recibir una paliza.

–Padre, me disculpo por molestarte. ¡Pero el motivo de mi enojo es que la persona que tengo enfrente mío se atrevió a venir hasta aquí! ¡Es una insolente que será sacada por los sirvientes en unos instantes!

¡No importaba que él estuviera cerca de los 50 y que fuera Rodolfo Luis Ricci! ¡Él siempre le tendría profundo temor a su abuelo! Y eso Victoria siempre lo supo y una sonrisa burlesca apareció

–¿Oh, mi dulce Victoria está aquí? Muévete muchacho, quiero verla. Dijo el anciano

¡De pronto él había cambiado su tono de voz con esa bastarda!

–Si abuelo¡Aquí estoy! Gritaba fuertemente Victoria.

El anciano con su bastón entre sus manos corrió de la puerta a Rodolfo como si este no importara y dio un abrió a Victoria.2 años habría estado alejada de ella por culpa del imbécil de su hijo y ahora por fin esa pequeña volvía a darle alergia a su hogar. Los dos estaban afligidos y uno que otro gemido de llanto aparecía en Victoria ¡Cuanto amaba a su abuelo!

Luego de unos minutos emotivos, el anciano se separó lentamente de su nieta para poder tomar con sus manos el rostro de Victoria y dijo

–Oh Victoria ¡Cada día que pasa te vuelves más hermosa! Ven mi niña, ¿acaso podrías acompañar a este pobre viejo a tomar el té?

–¡Por supuesto que si abuelo! ¡Sabes que a mí me gusta el de sabor fresa!

Ambos rieron y Victoria ingresó a la mansión, por supuesto, que Rodolfo pasó a segundo lugar, aunque su padre era un anciano, todavía tenía el poder suficiente de acabar con el sí llegara hacerlo enfurecer. Sus manos se hicieron dos pares de puño, tomó aire y se fue a la empresa donde trabajaba. Ya nada más le importaba que el dinero, luego de la muerte de la mujer que más amó en este mundo, no tenia tiempo que perder con esas hijas ingratas. Si bien Victoria y Ángela eran sus hijas legítimas sin discusión de su primera esposa, su tercera hija, Elizabeth, fue producto de una aventura extramatrimonial con la mujer que realmente robo su corazón, Susan Gray. Pero como mal padre que siempre fue, nunca se encargó de cuidar a sus 2 primeras herederas, ni tampoco les brindó el cariño que ellas alguna vez debieron necesitar. Tampoco se esforzó en conocerlas, resultaban ser más conocidas que sus hijas. En su corazon solo estaba Susan y quizas Elizabeth. Pero debía admitir a sí mismo que cuando el rumor que el accidente de Elizabeth fue planeado por alguien de la familia, toda su ira se descargó en Victoria! Porque ella fue la causante de que esa niña terminara asi y ante la tristeza de Susan tuvo que tomar medidas drásticas desterrando a Victoria de la familia Ricci.Cuando Susan Gray murió por depresión,la vida de Rodolfo cambió para siempre . ¡Sorprendentemente pasaron 2 años y de repente Elizabeth despertó! Pero Susan ya no estaba,como podia mirar a la cara a esa niña y decirle que su madre ya no estaba pero que lo tendria a el? seria cinico por que desde que nació no le dio demasiado amor tampoco,pero que mas daba.Él tenia que cumplir con la promesa que le hizo a su querida Susan. Sacudió su cabeza queriendo borrar ese sentimiento de tristeza que sentia cada vez que pensaba en ella y decidió que luego de volver, ¡intentaría hablar con la pequeña Elizabeth! Solo lo haria por ella, lo haría sin duda por Susan Gray.