Mosca muerta.

Capítulo 3: Mosca muerta

El teléfono sonaba sin parar, una mujer pelirroja maldecía por haber sido despertada a tan altas horas de la madrugada

¿–Diga? Habló secamente.

–¿Este es el número de la señorita Ángela Ricci?

–Si soy yo… ¿Quién habla?

–Disculpe por llamar a esta hora, pero le informo que la señorita Elizabeth Ricci despertó hace una media hora, pero en este momento se encuentra en el quirófano, por una cirugía menor.

¡–¿Me está diciendo que acaba de despertar??!

–Si,señorita, no hace falta gritar.

–Discúlpeme, es que la noticia me ha impactado, voy para allá, estaré ahí en treinta minutos.

–La esperamos.

La pelirroja colgó el teléfono. La noticia sí que la había impactado. La mocosa había regresado desde el mundo de los muertos para seguir jodiéndole la vida ¿Por qué no murió en ese accidente? Rezongando se cambió rápidamente, aunque no le alegrara la noticia para el mundo, debía mostrarse como una hermana mayor feliz por esta sensacional noticia. Hizo algunas llamadas y salió de la mansión con el chofer de la familia.

Exactamente, 30 minutos después, la atractiva pelirroja se encontraba a las afueras de la habitación 311, y desde lejos pudo ver el débil cuerpo de su hermana Elizabeth. Frunció el ceño, ¡qué débil y estúpida era esa muchacha, no era digna de pertenecer a esta familia! Solo por ser la hija de la mujer que realmente amó su padre, era el principal motivo para seguir perteneciendo al linaje Ricci. Clavo sus uñas fuertemente en las palmas de sus manos, incluso ,¿Le dolia? si,pero ese dolor era tolerable comparado al desprecio que sufrió durante tanto tiempo. Sintió unos pasos cercanos a ella y giró su bello rostro para encontrarse con la desagradable presencia de Victoria Ricci.

Victoria corría lo más rápido que podía hacia el hospital, hace unos minutos Ángela le comunicó la noticia sobre su hermanita Elizabeth. Sintió alegría mezclada con emoción. Se disculparía por todo lo sucedido en cuanto la viera. Al llegar, preguntó por Elizabeth Ricci a una de las enfermeras y esta le indico que debía ir a la habitación 311. La alegría superaba el cansancio que tenía y en cuanto menos se lo esperó a las afueras de la habitación estaba Ángela, observándola fijamente, tomo valor y  habló.

–Hola Ángela, ¿cómo has estado?

–No tan bien como tú.

De nuevo el silencio invadió el pasillo donde ambas se encontraban, Ángela deshizo de su agarre y miro despreocupadamente sus bellas uñas del mismo color que su cabello, rio

y dijo.

–No me sorprende que estés aquí, pero dime que te sirve fingir preocupación por ella, cuando tu intención era matarla.

–Lo que sucedio fue un accidente. Elizabeth también es mi hermana y si estoy aquí es para disculparme con ella por lo sucedido.

La tensión entre ambas estaba latente, cualquier palabra que diría la otra daría una batalla en la que indudablemente la ganadora seria Ángela porque tendría los suficientes argumentos para acabar con Victoria. Sabiendo esto, Victoria calmó las ganas que tenía de estrangularla y hablo.

¿–Los médicos te han dicho algo más sobre la condición de Elizabeth?

–Solo que la pequeña intervención salió bien y que debíamos esperar a que el médico venga a revisarla.

–Disculpen–alertó la enfermera que se hizo presente allí– ¿ustedes son los familiares de la señorita Ricci?

–Si solo yo enfermera–respondió Ángela.

–Ángela no empieces, enfermera, yo también soy hermana de la paciente.

–De acuerdo. Acompáñenme… Ya pueden verla, solo les advierto que está un poco mareada por la anestesia, pero está consciente y tampoco puede hablar muy alto.

Al ingresar también se les unió el Dr Gutierrez y pronto los 4 ingresaron a la habitación, la visión nublosa de la joven hizo que le costara reconocer las figuras de las personas, pero al cabo de unos minutos vio que se trataban de tres mujeres y un joven doctor. Pronto escucho hablar lento y pausado al hombre de bata blanca.

–Hola señorita Ricci, es un gusto volver a verla. Yo soy el doctor Gutiérrez y llevo tu caso desde tu internación, no sé si sabrás, pero has estado en coma durante dos años, ¿recuerdas algo de lo que te ocurrió?

La joven negó con su cabeza lentamente.

¿–Elizabeth, acaso no nos recuerdas? Preguntó preocupada una joven de apariencia pobre.

Negó nuevamente, el doctor al ver la desesperación genuina que tenía la mujer la interrumpió.

–Después de las pruebas realizadas constatamos que su actividad cerebral se ha normalizado, pero aun sus recuerdos no regresaron del todo.Y con respecto a su condición física necesitará rehabilitación.

– ¿Qué le falta recuperarse doctor?–Cuestionó Victoria–Tengo entendido que...

-Ya cállate Victoria, deja hablar al puto médico de una buena vez. La pelirroja se encontraba furiosa.

Ignorando la falta de educación que esa mujer tenía siguió diciendo

–Se recuperó satisfactoriamente de las incisiones quirúrgicas realizadas en intervenciones anteriores, en otras palabras, a los cortes hechos para operarla, a lo que me refiero con que necesita rehabilitación es porque

cuando se le reconstruyeron las piernas por el accidente, se le colocaron clavos de acero para corregir sus huesos rotos. Si ella hubiera despertado, su rehabilitación hubiese comenzado de inmediato, pero como ya sabemos que hasta el día de hoy jamás lo hizo… Nunca la recibió.

¿–Entonces... se le dará de alta, doctor?

Ángela preguntó sonriendo. Podría llevar a cabo su plan si hoy mismo sacaba a la mocosa del hospital

–Lamentablemente, no señorita, Elizabeth será trasladada del área de observación a una sección normal.

–Por favor doctor, tenga compasión, mi hermanita ha estado atrapada en esta habitación durante tanto tiempo, déjeme llevármela a mi casa, yo la cuidaré y la traeré cada vez que le toque alguna cita.

Victoria sabía perfectamente que la actitud de Ángela era solo una majestuosa actuación, si no fuera una absoluta perra con ella le aconsejaría que se dedicara a la actuación.Para calmar sus nervios, Victoria acarició el cabello de su hermana Elizabeth y le dedicó una dulce sonrisa, mientras que el doctor dudoso contestaba lo más

amable posible a la arrogante pelirroja

–Comprendo cómo se siente señorita, pero…

–Se lo suplico, por favor–rogó la pelirroja.

–Ok, llenaré el papeleo y podrán llevársela hoy, pero deberán traerla a cada consulta para iniciar la terapia.

–Muchas gracias Doctor–dice– ¿qué días debemos traerla?

–Aún no lo sé, yo les llamaré cuando se le haya asignado un terapeuta.

–De acuerdo, para mí es un placer tratar con profesionales como usted.

Ambos estrecharon las manos y Victoria puso los ojos en blancos, eran claras las intenciones de Ángela frente al doctor, tan claras como el color de ojos de su hermanita Elizabeth. El doctor Gutierrez rápidamente soltó las manos de la

pelirroja y le hablo lento y pausado a su paciente que todo este tiempo se mantuvo en silencio.

–Elizabeth, no temas. Todo estará bien, ¿de acuerdo? Dijo sonriendo

Sus ojos azules como el cielo la observaron y ella pudo asentir levemente.

Una vez que el profesional abandonó la habitación, Ángela dijo.

–Victoria, ya has escuchado todo lo que dijo el doctor, ¿verdad? ¿Pero qué haces aquí todavía?

–Sigo aquí por la misma razón que tú. Ya te he dicho que Elizabeth también es mi hermana y lamentablemente me tendrás que soportar todo este tiempo hasta que ella se recupere del todo.

Ángela rio.

–¿Qué te hace pensar que papá te lo permitirá? ¿A caso crees que luego de que Elizabeth despertó finalmente puedas regresar de tu exilio? Me hace reír de lo ingenua que eres victoria.

–Piensa lo que quieras, mi deber es cuidar a nuestra hermana, cosa que tú no has hecho. Pero ya no discutiré

contigo Ángela, mucho menos enfrente de Elizabeth.

Durante todo este tiempo la joven observó atentamente a las dos mujeres que decían ser sus hermanas, desde lejos se puede notar que la relación entre ellas no era buena y que además la pelirroja era altanera. Cuando Ángela

iba a contestar escuchó la suave y dulce voz de Elizabeth

–¿Disculpen que las interrumpa, podrían decirme que día es hoy?

–Por supuesto Lizi, hoy es lunes 22 de julio del año 2024.Contestó suavemente victoria.

–No te hagas la mosca muerta delante de ella, Victoria. Por tu bien Elizabeth ignora cada palabra que esta vulgar mujer te diga.

Dichas palabras fueron como bofetadas directas al rostro de Victoria, pero debía mantenerse fuerte por su hermana Elizabeth y por esa razón ignoro a Ángela. Esta última nuevamente había ganado la pelea y abandonó la habitación sonriendo con el tiro de gracia ya hecho. Su segundo objetivo sin duda sería acabar con la

entrometida Victoria.

Admiren la belleza de Ángela Ricci.

¿A quien habrá llamado esta hermosa pero mortal mujer? Ustedes que creen?

Nos vemos en el siguiente capitulo!

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