Capítulo 6: El clan Ricci.
Los Ricci era un clan que desde la antigüedad se decía que tenían ciertos dones, los cuales las mujeres, en la mayoría de los alumbramientos, solían tener más niñas y muy rara ve los bebés eran niños. Por supuesto que, en este gran linaje, había niños, pero primeramente las madres tenían niñas. Todas eran sumamente bellas y con eso podrían utilizar a las personas a su antojo. Eso hizo que el gran patriarca, el abuelo de las jóvenes Ricci, Jorge Luis Ricci III había designado como la futura heredera de la fortuna de la familia a la joven Elizabeth Alondra Ricci, porque a tan poca edad ella había demostrado desde tan poca edad ser lo suficientemente capaz de llevar a su familia a lo más alto. Por supuesto que Ángela fue la primera en pegar el grito en el cielo, pero su abuelo fue
respaldado inesperadamente por su padre y eso hizo que tuviera un gran resentimiento hacia su hermana menor ¿Cómo era posible que la hija ilegítima podría tener más derechos que ella? ¿Por qué su padre hacía estas diferencias? ¿Cómo era posible que tan solo ella se quejara de esta injusticia? ¿Y Victoria porque no dijo nada? ¿Será que ella ya lo sabía y por eso siempre la trató bien?. ¡Todos se habían confabulado con ella y tomaron la decisión que la próxima heredera seria Elizabeth! ¡Carajos! Ella también era una mujer bella e inteligente, además de tener una maestría en finanzas, había creado pequeña empresa de maquillajes, la cual le iba ¡Muy bien! Pero esa mocosa con tan solo 16 años se llevaba todo el reconocimiento con sus estúpidas danzas, innumerables medallas ganadas en el mundial de matemáticas,y su belleza angelical indiscutible.¿Qué mas podria hacer?. Fue asi como tantos años de odio la llevaron a idear ese plan macabro que fallaria luego de dos años con el despertar de la joven.
Cuando Ángela salió de la habitación, supo que debía avisar a su padre sobre la presencia de Victoria en el hospital, quizás así tendría atención de él.
–¿Qué quieres? Contestó una voz de hombre sumamente grave.
– Padre, Elizabeth, despertó, a caso ¿No sabías?
–Por supuesto que si, ¿a caso no estás tú con ella?
No importaba cuantos años pasarán, ella le tenía respeto y sobre todo miedo. Su padre sin duda era de temer, pero tomó el valor de seguir la conversación
–Si, padre. Pero el motivo de mi llamada es porque está aquí también Victoria,tu hijita.
–¡¿Qué hace ella ahí!? ¿A caso eres imbécil Ángela?? ¿Por qué dejas que se le acerque? ¡Maldición, nunca espero nada de ti y, sin embargo, logras decepcionarme!
Nuevamente, la culpa era de ella, ese hombre, sí que era un cínico.Sin embargo no podria darse el lujo de retrucarle ,mordio fuertemente su labio para contener su ira y dijo.
–Padre,haré todo lo posible para que se vaya.Pero dejame decirte que tu hijita se ve mas decidida que antes.
Por primera vez Ángela le cortó la llamada, tomo aire y con su teléfono salió del hospital para llamar al chofer de la familia para que se haga presente en el hospital. Hoy sin duda podría ser un día muy divertido si lo miraba desde otra perspectiva.Pero lo que la pelirroja no esperaba es que desde lejos un hombre la observaba desde lejos y sonreia,esa mujercita si que era atractiva.Relamió sus labios e informó a su jefe la ubicación de ella.
Mientras tanto, en la habitación 311, las dos hermanas se encontraban esperando a que el médico les diera el alta. Exactamente, a las 8.30 se hizo presente el Dr. Gutiérrez con una gran sonrisa, que derretía las bragas de cualquier mujer, en este caso las de Elizabeth y Victoria y dijo
–Buenos días, señoritas Ricci, aquí tengo los papeles de su alta. Tenga en cuenta que los próximos días deberá volver para comenzar con su rehabilitación.
Ninguna contesto verbalmente, si no que simplemente asintieron con la cabeza. El Dr. simplemente rio levemente y extendió el papel a Victoria.
–Gra... gracias Dr.
El Dr. sabía el efecto que causaba en las mujeres, le causaba un poco al ver como esa mujer se sonrojaba cuando tomaba el papel entre sus manos. Pero en este momento la relación era entre médico y paciente y por eso se agachó para estar a la altura de la niña Elizabeth y dijo.
–Te estaré esperando Elizabeth, ¿de acuerdo?
(Si papito, espérame) pensó Débora mientras se mordía sus labios de una forma ¿Sensual?
–Si, Dr.
Atino a responder Débora.Se sorprendió como el hombre tenia las mejillas sonrojadas con este simple gesto! El pobre Dr. se paró rapidamente para decir.
–Este, bueno. ¡Eh debo atender a otros pacientes! Nos vemos luego señoritas.
El pobre doctor Gutiérrez salió casi corriendo de la habitación, esa jovencita sí que lo supo poner nervioso con un solo gesto, pero era tan solo una niña. Se regañó mentalmente por pensar cosas indebidas de ella, y se dispuso a trabajar. Unos minutos más tarde, ya con el permiso médico, Elizabeth fue dada de alta, Victoria empujaba la silla de ruedas donde la adolescente estaba sentada sin mencionar alguna palabra, aún no asimilaba lo ocurrido, de un momento a otro era una mujer de treinta años para despertar siendo una adolescente. Al llegar al estacionamiento, por primera vez en muchos años pudo sentir el calor del sol directamente en el rostro.Y se dejó llevar hasta el auto lujoso que la estaba esperando.
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Comments
Graciela Alvarez
si no te gusta no leas Cristina
2024-11-14
0
Cristina Laura
no puedo creer que repita una y otra vez lo mismo.No hay pausa, no hay puntuaciones.Destaco las pocas faltas de ortografía hasta ahora.La forma de hablar y los nombres me llevan a creer que es una página cómica
2022-08-10
10
Elizabeth Yepez
ya elizabeth está pensando en doct
2022-08-10
1