CAPÍTULO V

Ellen apenas podía creer lo qué pasó durante su última terapia, habían pasado ya dos semanas de eso. Ella ya no quería continuar con las sesiones a pesar de aún no tener una recuperación total, aunque el avance fue algo significativo. No le había contado a nadie aún sobre lo que pasó en el consultorio de Tom, aunque a pesar de haber sido algo insignificante, para ella tenía mucho peso pues no sabía si estar molesta por la acción o sentirse bien por la misma, pero prefirió no contarlo a nadie, y menos a Laura pues parecía que cada vez se esforzaba más por hacerla sentir incómoda con este tipo de temas.

Su mamá cada vez tenía una presencia menor en su vida a comparación de recién qué pasó su accidente, ya que ahora ya podía hacer casi todas sus actividades por ella misma pues por momentos recuperaba la movilidad en sus piernas, aunque fuera por un par de minutos. Una vez pasado este tiempo tenía que regresar a su silla de ruedas por el gran cansancio que sentía y en ese momento comenzaba a sentir una imposibilidad para caminar.

Ese mismo día por la tarde Laura fue a visitar a Ellen a su casa.

Ellen-. Laura, ¡Que sorpresa! No te esperaba por aquí, pero pasa de igual forma.

Laura-. Perdón si llegué de improviso, estaba cerca de la zona así que decidí pasar a verte un rato, perdón por no avisar.

-. No te preocupes, pasa, hace un poco de frío aquí fuera.

Laura entró a la casa, ambas fueron a la cocina y Ellen comenzó a preparar un poco de comida para la cena, volvieron a tomar vino que había sobrado de la última noche en que se vieron.

Al terminar la cena Ellen le propuso a Laura quedarse a dormir en su casa pues ya era algo tarde y pensar en que alguien cercano maneje de noche tras el accidente le pone los nervios de punta. Laura aceptó sin dudarlo. Le propuso poder quedarse con ella en el cuarto de invitados o bien, quedarse en la sala. Obviamente eligió quedarse en la sala pues no quería lastimar a Ellen mientras dormía, así que ambas se dirigieron a dormir.

A la mañana siguiente Laura se había marchado sin previo aviso, únicamente le envió un mensaje de texto que decía: Lo lamento, crisis laboral LOL.

Ellen no entendía bien por qué de repente Laura iba mucho a verla pues en el tiempo en el que ella estuvo en coma o en los primeros 3 meses de su recuperación no acudió ni una sola vez a visitarla, pues, según ella se encontraba demasiado ocupada por el trabajo. Se empezó a cuestionar el porqué de sus visitas sin sentido e incluso el motivo por el cual acudió al hospital el día del accidente en su casa. ¿Sería lo mismo si no la hubiera encontrado en el cementerio? ¿Hubiera venido a visitarme de igual forma? Si pensaba bien en las respuestas todo se dio a partir de que la invitó el primer día que se vieron a comer en su casa.

Sabía que eran buenos amigos con Aldo, pero, era su mejor amiga, no de él, era la persona que más acudía al cementerio, incluso más que su propia familia o su mejor amigo.  Nada tenía sentido en ese momento para Ellen por lo que decidió llamar a Tom para agendar una cita pues la que tenía planeada la pospuso por el tema que había ocurrido la última vez que se vieron.

Ellen-. Hola, ¿Tom?

Tom-. Hola, Ellen, ¿Cómo te encuentras hoy? Creí que huías de mí pues ya habías pospuesto la cita que teníamos planeada en un par de ocasiones.

-. No, lo lamento, es que había estado un poco ocupada y no me daba el suficiente tiempo como para poder acudir a la cita, pero justamente por eso te llamaba, me gustaría saber cuándo podría ir a tomar la sesión.

-. Pues hoy ya terminé con mis pendientes, únicamente un poco de papeleo, pero, ¿Te gustaría venir hoy?

-. Sabes, hoy no creo poder, aún no me siento lista como para manejar por mi propia cuenta y mi mamá que es quien me lleva a las sesiones no se encuentra hoy, podemos dejarlo para la siguiente semana.

-. O puedo pasar por ti, digo, únicamente si tú quieres, como te dije, ya terminé mis pendientes y tengo tiempo de sobra.

-. No creo que esté bien, Tom.

-. Tranquila, no lo veas como algo más personal, esto es algo con fines profesionales, y únicamente iré a recogerte y si tú quieres puedo pedir un taxi cuando termine la terapia.

-. En ese caso pues creo que nos podemos reunir hoy, solo anota mi dirección.

Tras pasar una hora Tom llegó por Ellen tal y como había prometido, le ayudó a subir a su carro y se dirigieron hacia el hospital. Una vez estando allí comenzaron con los ejercicios, era más que evidente la mejora que había tenido Ellen las últimas semanas, prácticamente ya caminaba de nuevo por ella misma, aunque con un poco de dificultad para hacerlo, pero las esperanzas nunca se perdieron.

Ambos se encontraban conversando tras terminar la sesión cuando Ellen recibió una llamada de Laura, algo que le pareció un poco extraño, pero de igual forma atendió.

Ellen-. ¿Hola? ¿Laura? ¿Todo está bien?

Laura-. Hola Ellen, si todo bien, lo que pasa es que me encontraba cerca de tu casa y me preguntaba si estabas ahí para poder pasar a visitarte un rato, para compensar lo de la mañana.

-. Ah, no, lo lamento, justo ahora me encuentro con mi terapeuta, pero no tardaré en llegar, no sé si quieras esperarme un poco o puedas ir en otro momento.

-. Sí, yo puedo esperarte, iré por los caramelos que te gustan y así hago un poco de tiempo a que llegues.

-. Bien, entonces nos vemos en un rato.

Al finalizar la llamada Tom le hizo una pregunta que no veía venir y que quizás no estaba preparada para saber que pensar con relación a la misma.

Tom-. ¿Acaso es Laura Sanders?

Elle-. Emmm, sí, es ella, ¿La conoces?

-. Si, ella trabajó aquí, durante un par de meses, comenzó a trabajar aquí un poco antes de que tuvieras tu accidente, pero hace 3 semanas aproximadamente dejó de venir a trabajar. Creíamos que quizás algo le había pasado pues no vino a recoger su último pago o a informar que renunciaría, y ahora la escucho en tu llamada, me alegra saber que está bien, no tenía idea de que se conocieran.

-. Somos mejores amigas desde la universidad, y hace aproximadamente 1 mes volví a encontrarme con ella.

-. Bien, pues me da mucho gusto que se encuentre bien y sean amigas.

Tanto la pregunta como lo que le confesó Tom acerca de Laura dejó a Ellen con aún más dudas de las que ya tenía pues ella se preguntaba por qué Laura nunca le había mencionado acerca de su trabajo, digo, sabía que trabajaba, pero nunca supo de qué y mucho menos en dónde. De igual forma se ponía a pensar por qué salió de trabajar de ahí después de reencontrarse.

Estas preguntas no dejaban tranquila la conciencia de Ellen y menos por el hecho de que Laura cada vez acudiera de una manera más frecuente a su casa.

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