Capítulo 19.

Veo por la ventana como varias personas se van para siempre de Neardl, no los culpo, ven el bienestar de su familia. Si duele ver como se largan asustados, tristes y con miedo, es un dolor directo al corazón.

No puedo creer que Neardl se está derrumbando de a poco, maldigo al alcalde por aceptarlos. Todo esto es culpa de los hermanos Záitsev, tengo que hallar la forma de que se larguen.

¿Cómo? ¿Cómo hago? ¿Desenmascararlos? ¿Darles dinero?

Tengo que pensar muy bien que haré, no puedo hacer algo que me perjudique o salga mal. Dos personas murieron, es impactante. Sé que mueren muchas personas inocentes, pero en Neardl nunca hubo asesinatos, suicidios, nada, ni una desgracia.

Ahora todo dio un giro, está muy decidido que no me quedaré de brazos cruzados. Pase lo que pase voy a luchar por la justicia de Hilen y Carla, no tuve la oportunidad de conocerlas, pero no hace falta.

No soy una superheroína, ni tampoco valiente, pero si no dejare que una de las mías no tenga justicia, no puedo revivirlas, sin embargo, haré que sus almas descansen en paz. Lucharé por ellas y no descansaré hasta que el asesino pague lo que hizo.

—¿Jade? — volteo y veo a mi tío recargado en la puerta de mi cuarto — ¿Estás bien?

Niego con la cabeza aplastando mis labios para no llorar, todo esto es tan duro para mí, soy tan sensible. Él avanza hasta donde estoy yo y me envuelve en sus brazos, mi nariz capta su fragancia, su mano sube y baja por mi espalda para tranquilizarme.

—No se merecían eso — balbuceo.

—Lo sé, lo sé, princesa.

Alzó la vista de su pecho y lo miró con los ojos cristalizados.

—Hay que hacer algo.

Arruga su frente y baja la cabeza para mirarme.

—Tú no vas hacer nada, la policía se encargará.

Retrocedo unos pasos logrando alejarme de sus brazos.

—¿La policía? ¿En serio, tío? ¡Ellos no hicieron nada! ¡Solo encuentran los cuerpos! ¡Soy unos inservibles! ¡Murieron dos personas jóvenes con un futuro por delante! — le gritó cansada. Tranquilízate jade, él no tiene la culpa. Respiró profundamente y cierro mis ojos unos segundos — no quise gritarte, lo siento. Es que todo esto me supera, me siento culpable.

—Sé que estos temas te ponen mal, pero no debes sentirte culpable Jade. Nadie pudo evitarlo, la policía está haciendo todo lo que esté en sus manos — blanqueo los ojos, suspira y sus ojos marrones me miran con suplica — te conozco y sé perfectamente que no vas a quedarte a mirar por la ventana, por favor no te metas en problemas deja que los expertos se encarguen. No es fácil atraparlo, créeme, están siguiendo sus huellas, pero cada vez que están cerca, de alguna forma logra escapar. ¿Me prometes que no vas a hacer nada?

Silencio. Ambos nos miramos.

—Jade — insiste. Su voz suena rígida.

—Lo prometo — miento y sin que me vea cruzo mis dedos por detrás de mi espalda.

No me gusta mentir, menos a mi familia, pero es necesario. Él va a detenerme, lo conozco, además no pasa nada si le oculto que iré detrás de los hermanos Záitsev. Si se va a enojar mucho cuando se entere, pero se le pasara, eso espero.

—Gracias. Yo me muero si algo les pasa — confiesa melancólico.

Embozó una pequeña sonrisa.

—No va a pasarnos nada, tú vas a cuidarnos como siempre. No te preocupes, tío.

Suspira apoyando su mano en mi hombro.

—Nunca cambies, Jade.

Antes de que pueda preguntarle a que se refiere mi hermano entra a la habitación con la misma ropa que ayer, sus ojos están hinchados y se ve decaído. Es tan doloroso verlo así.

—¿Vamos?

—¿A dónde van? — les pregunto mirándolos a ambos.

—A al hospital, a despedirla y también acompañar a su padre a que firme unos pápeles.

Me muevo hasta dónde está Sebastián y le doy un pequeño abrazo.

—Te amo, loquito.

Lo siento sonreír y apretarme contra su pecho fuertemente.

—Te amo, loquita.

Horas después de que ambos se fueran, estoy en el sillón de la sala, ayer tuve que ordenar todo yo, rompió unos adornos y dos vasos. Muerdo un pedazo de pizza recalentada y miro mi cuaderno.

Arme una lista con algunas ideas que se me ocurrieron mientras se calentaba la pizza de anoche, la primera idea que se me ocurrió es traer al señor hasta Neardl y que suelte todo lo que sabe de los hermanos, la segunda opción es exponerlos nosotras, pero hay un problema no tenemos pruebas suficientes como para culparlos, solo unas simples fotos. Pensé en acorralarlos, decirles que sabemos todo, pero, y si eso logra que nos maten, no puedo arriesgarme a perder a mi mejor amiga.

Recordé que lo que mencionó mi hermano acerca de unos papeles en el hospital, eso quiere decir que puedo meterme ahí a revisar el expediente y ver que le sucedió, si coincide con el de Hilen. Nuestro hospital no es tan grande como el de Estados Unidos, es de tamaño mediano, cuenta con dos pasillos, con doce habitaciones y una morgue, el cuerpo lo llevan a otros establecimientos luego de examinarlo. Dado que de pequeña me llevaban, era muy torpe.

Me da un poco de escalofrío la idea de entrar a la morgue, supongo que los archivos estarán en dirección. Ahora toca convencer a Alana.

El timbre de la casa suena.

Dejó el cuaderno en la mesita junto a la pizza mordida y avanzó hasta la puerta para abrirle a Alana, tomó la manija y la giró haciendo que la puerta se abra. No es mi amiga quien está frente mío, abro y cierro la boca impactada.

—¿Ángel? — inquiero sorprendida. 

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Comments

Maria Hernandez

Maria Hernandez

ajá y que hace Ángel en la puerta de la casa de Jade como hizo para llegar hasta allá quién le dio la dirección sería su Tía y que es lo que busca después de tanto tiempo todo es muy extraño 🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤨🤨🤨🤨🤨🤨🤨

2022-08-13

0

Victoria Cornejo

Victoria Cornejo

Ángel es su amigo de Estados Unidos!
por qué se presenta en el pueblo?

2022-06-06

0

Isa

Isa

🙄🙄🙄🙄🙄🙄

2022-05-12

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