Capítulo 14.

¿Qué hace acá? Ay, no ¿Él me contrató?.... ¿Por qué? La primera vez que nos vimos no fui muy amable, más bien le hice entender que él no es el alcalde Neardl y que no veo solución sobre el asesino. Quizás trata de convencerme que es una buena persona y quiere lo mejor para el pueblo, pero está muy equivocado, no va a lograr convencerme o comprarme haciendo que haga lo que más amo.

—Tienes una hermosa voz — Susurra en mi oído, me corrió hacia un lado y miró a Damián con una mueca.

—Gracias. — sonríe mordiéndose el labio.

—¡Estuviste grandiosa! — chillo al sentir los brazos de Alana envolverme — ¡Lo grabe todo!

Le correspondo el abrazo y sonrió contenta, siento una enorme felicidad cada vez que canto. Amo esta sensación.

Alana se separa de mí y dirige su vista hacia atrás, levanta una ceja y ruedo los ojos.

—Hola, soy Alana Pierce — le tiende su mano a Damián.

—Damián Zátsev — besa su mano haciendo que mi amiga lo mire sorprendida — bueno, bellas damas las dejo para que puedan hablar. Jade fue un placer ser tu pianista — me da una sonrisa y se va.

—¡Oh por dios! Es..Es un Záitsev — señaló tomándome de los hombros.

—Lo sé, es su primo. — tomó la mano de Al y ambas bajamos del escenario, me giro hacia ella —. y ¿Adivina quiénes están?

—Los hermanos Zátsev — titubea con la voz temblorosa, asiento confundida — detrás tuyo.

Me giro lentamente y los veo a los tres hablando con Lucinda, mis ojos se enfocan en Arseni lleva puesto un esmoquin negro, unos pantalones negros, debe ser muy fans de los esmóquines porque las dos veces que lo vi tenia puesto uno. Está de brazos cruzados serio mirando a su hermana hablar.

—¿Viste lo hermoso que está?

—Si.

¿Qué tiene este hombre que hace que no pueda apartar mis ojos de él?

—Oye, que el bombón es mío — Alana me da un empujón divertida, apartó la mirada de ellos, de él — ¡Hay no puede ser! Estabas hablando del deseado ¿No?

—¡No! —suelta una risa cantarina y me observa picara. Me remuevo nerviosa.

—Bueno....Él te está mirando.

Lo sé, siento su mirada quedándome la espalda.

—No me interesa.... ¿Grabaste? — le pregunta cambiando de tema.

—¡Si! Mira — me acerco a ella para mirar el video, pero alguien se aclara la garganta, levantó la mirada y mi tío me observa con una sonrisa.

—Princesa, estuviste grandiosa. — Me abraza fuertemente y con las manos temblorosas le correspondo.

Ya cante y eso significa que puedo enfrentarlos, decirle ¿Qué pasó con mis padres?

—Gracias.

Lo siento algo tenso, frunció el ceño y me separo de él.

—¿Está todo bien? ¿Y Sebastián?

—Está todo bien, está esperándonos. Nos vamos — declara.

—Pero...Creí que nos quedaríamos un rato más.

—No va a ser posible — informa serio, su mirada cae en los hermanos Záitsev y hace una mueca de desagrado.

Entiendo, quiere que nos vayamos por ellos, por lo que veo no les agrada para nada. Tiene los puños apretados y parece enojado.

Miro alana quien está embobada mirando a Maksim, él tiene en su mano un vaso de vino y también está mirándola, pero de reojo. Maksim está vestido con un traje negro y unos zapatos a juego.

—¿Es por ellos? — lo interrogó curiosa a mi tío, me mira y niega con la cabeza. Está mintiéndome y eso me duele.

¿Cuántos secretos más me está ocultado?

—Queríamos salir con tu hermano a comer al restaurante de rosa, tu lugar favorito.

Toco el hombre de alana haciendo que se sobresalte.

—¿Qué? — pregunta, ruedo mis ojos. Estaba tan distraída con su bombón que no escuchó la conversación que tuvimos con mi tío.

—Nos vamos.

—¿Por qué?

—Mi tío quiere que vayamos a comer al restaurante de rosa — Al hace una mueca, seguramente porque se quiere quedar o porque verá a su ex.

—Bien, ¿Vamos?

Mi tío asiente y camina frente a nosotras, lo seguimos. Pasamos por el lado de los Zátsev y contengo la respiración al volver a chocar mi mirada con Arseni.

—¡Federico! — se oye el grito de Lucinda llamando a mi tío, el cual se detiene y se gira. Ella llega hasta nosotros algo agitada por correr — No tienes que irte, no se vayan, quédense a festejar con nosotros — terminada de decir amablemente.

—Lo siento, pero tenemos una cena familiar — Ella se ve algo decepcionada.

—Lo entiendo. Quería decirte Jade que estuviste magnifica, tu voz es angelical. Gracias por venir.

—De nada, gracias a ti por invitarme — me da un pequeño beso en la mejilla.

Se despide también de mi tío y Alana, los tres nos dirigimos hacia el interior de la mansión cruzándonos con varias personas que tienen copas en sus manos, son muy parecidos a los hermanos Zátsev, son muy blancos, debe ser genético.

Miro alana que está jugando con su pulsera, frunció el ceño, esa pulsera no la tenía cuando nos estábamos preparando debió habérsela puesto a último momento.

Caminamos hacia el auto de mi tío quien abre la puerta para nosotras, con alana entramos.

—Estuviste increíble loquita.

—Gracias — le doy una pequeña sonrisa a mi hermano, alana apoya su cabeza en mi hombro.

—No entiendo nada — susurra solo para que yo la oiga — ¿Nos vamos por ellos no?

—Estoy segura que sí.

El auto se pone en marcha una vez que todos estamos subidos y con el cinturón de seguridad abrochado.

...(....)...

Diría que la cena familiar fue agradable pero no lo fue, cada uno estaba metido en sus pensamientos, solo alana me hizo divertir, aunque sea un rato mostrándome videos graciosos. Mi tío se veía molesto y cansado, Sebastián por el contrario se veía decepcionado y serio, honestamente no entiendo nada de lo que está sucediendo, me da ganas de tomarme un avión y volver con mi tía, pero.... Si me voy sé que será para siempre, porque no tendré devuelta el valor de venir y no quiero alejarme de Alana, ni de ellos, aunque me estén ocultado y mintiéndome, son mi familia, la única que me queda y no estoy dispuesta a perderlos, no quiero sentirme sola otra vez.

Ahora estoy en mi cuarto armándome de valor para encararlos, mi celular suena en la cama avisándome que me llego un mensaje, lo tomo y veo que es de Alana.

"Sabes que estoy para ti siempre, quiero que seas fuerte sea lo que te vayan a decir...Me gustaría estar ahí contigo, cualquier cosa me llamas ¿Si? Te amo amiga."

"Lo sé porque yo también voy a estar para ti siempre, no pasa nada tienes que estar con tus padres hace mucho tiempo no los ves...También te amo muchísimo amiga"

Hace unas horas llegaron los padres de Alana de viaje, se enteraron lo que sucedió en el pueblo y temo que se lleven a Alana de Neardl, pero no puede interferir ellos son sus padres.

Dejo el celular en la cama y con el corazón latiendo mil por horas camino hacia la puerta de mi cuarto, sé que una vez la abra ya no hay vuelta atrás, sabré la verdad, aunque me duela.

Suspiro y giro la perilla de la puerta, la abro y salgo de la habitación. Sé que mi tío está trabajando en unos papeles que tiene que completar y Sebastián debe estar en su cuarto, miró la puerta de la habitación de mis padres.

Trago saliva.

¿Por qué algo me tira que vaya hasta allá? Tengo este presentimiento que hay esta mis respuestas, que hay es por donde tengo que empezar.

Ya fue, tengo que dejar que mis miedos ganen y enfrentarlos. Camino decidida así a la habitación de mis padres, llevo mi mano al collar de mi madre que tengo puesto y lo aprieto.

Miro la puerta frente mío, apoyó la palma de mi mano y suelto un par de lágrimas, recuerdo las veces que entraba a su cuarto para dormir con ellos porque tenía pesadillas o las veces que veía a mi madre maquillarse para salir, tengo muchísimos recuerdos que agradezco que no se hayan borrado de mí.

Entro a la habitación de mis padres, todo está igual como lo recordaba; La cama en el medio de la habitación con las dos mesitas a cada lado, el mueble donde está toda su ropa, en una esquina el tocador de mi madre, la televisión colgada, el sillón negro de mi padre y algunas fotos de los cuatro juntos.

Cierro la puerta a mis espaldas e inhalo, huele a menta, que raro. Debe ser que Sebastián o mi tío la mantienen limpia porque debería oler mal ya que las ventanas están cerradas y el aire no entra en esta habitación.

Me acerco a la mesita y tomó la foto donde salimos mi mamá, mi hermano, mi papá y yo frente a la casa.

—Los echo de menos.

No quiero, no quiero volver abrir la grieta que hay en mi corazón. Creo que no soy lo suficiente fuerte para saber la verdad, dejo la foto donde estaba y veo que hay un libro marrón con una rosa blanca al lado.

La rosa es artificial, pero se parece a la que estaba en mi baño, un escalofrío recorre mi cuerpo y siento mi garganta seca, con las manos temblorosas tomó el cuaderno.

Me siento en la cama y lo abro, la primera hoja dice el nombre de mi madre "Evangelina" Es el diario de mi madre.

Sonrió.

Nunca dejaba que viera lo que escribía, pero ahora puedo saber lo que sentía y que cosas escribía, aunque sé que no debo leerlo.

Muerdo mi labio.

"Querido diario:

Hoy me dieron la noticia que me aceptaron en la universidad de Estados Unidos ¡No puedo creerlo! Estuve esperando días para que llegara esta carta"

Cambio de página, cuenta de se mudó con la abuela y que está emocionada por empezar, cuenta cada cosa que le sucedió. Es un diario de vida.

"Querido diario:

¡Estoy embarazada! Me siento la mujer más feliz de la tierra, ya quiero tenerlo o tenerla en mis brazos contarle cuanto lo he esperado o esperada, no me importa su sexo, porqué sé que lo amare con todas mis fuerzas."

Estaba embarazada de Sebastián, sigo leyendo.

"Querido diario:

He hecho algo de lo que no me arrepiento y sé que estuvo mal....Va en contra de mis principios, pero por primera vez me sentí bien. No me arrepiento y seguiré lo que dicta mi corazón"

¿Qué error cometió mi madre? "Seguiré a mi corazón" ¿Qué quiere decir con eso?

Doy vuelta la hoja.

"Querido diario:

Me siento cansada, triste y sola....No luche, no fui valiente, sino fui una cobarde, deje que mis pensamientos negativos me dominen"

"Querido diario:

No puedo más, estoy harta....harta de vivir esta vida simple y constante. Quiero ser feliz ¿Por qué dios hace que sufra así?"

"Querido diario:

Lloro y lloro es lo que hago a escondidas de mi hijo Sebastián, no quiero que me vea sufrir. Es un niño muy inteligente e inocente, lo amo cada día y cada día me enamoro de esa pequeña sonrisita"

¿Qué le sucedió a mi mama para que sufra tanto? Lástima que las notas no tengan fecha. Un golpe me hace sobresaltar, me levanto rápidamente y escondo el diario de mi madre dentro de mi remera. Apoyo mi oreja en la puerta, se escuchan pasos alejándose, seguramente mi hermano salió de su cuarto. Eso quiere decir que está abajo y podré hablar con ambos, salgo de la habitación de mis padres y antes de bajar las escaleras vuelvo a mi cuarto a guardar el diario, mañana seguiré leyendo, tengo que averiguar qué fue lo que le sucedió a mi madre.

Bajo las escaleras.

—¿Jade? ¿Qué haces despierta tan tarde? — pregunta mi tío una vez que llegó a la cocina — ¿Sucede algo?

—Si, suceden muchas cosas — le contesto seria.

—¿Por qué estás tan enojada loquita?

—¿Por qué estoy enojada? Querrás decir ¿Por qué estoy enojada con ustedes? — me cruzo de brazos.

—¿Es por qué nos fuimos de la fiesta? Ya sabes que queríamos tener una cena familiar — se excusa mi tío.

—Cena familiar — enarco una ceja — entonces ¿No es porque estaban los hermanos Zátsev?

—Ya te dije que no debes estar cerca de ellos — me mira confundido — no entiendo porque estas así.

Ruedo mis ojos.

—Loquita, ¿Qué sucede? — mi hermano me observa preocupado.

—¿Qué me sucede? ¿Qué no me sucede? Estoy cansada de tantos secretos — veo que ambos se tensan.

—¿De..de qué hablas? — balbucea mi tío.

—Los oí, oí cuando le decís a mi hermano que ibas a decirme la verdad del asesinato de mis padres.

Mi tío se pone pálido y mi hermano me mira sorprendido.

—Quiero saber la verdad — exijo viéndolos seria.

—Princesa....yo — se levanta rápidamente de la silla y me mira preocupado.

—Princesa nada, quiero la verdad Federico — sus ojos me miran dolidos.

Yo soy la dolida acá no él, a mi es a quien le están ocultando la verdad.

—Loquita — me llama mi hermano, enfoco mis ojos en él, se acerca a mí a paso lento — vamos a decirte la verdad, pero primero tomemos asiento ¿Si?

Camino hacia una silla y me siento esperando que ellos también lo hagan.

—¿Y? Los escucho.

—Es difícil de explicar — se toca la cabeza, me mira con culpa y tristeza.

—¿A ellos los mataron?

—Escucha princesa, el día del accidente...Ningún auto chocó contra el de tus padres si no fue intencional, ellos chocaron contra el otro auto — ¿Qué? — Lo siento mucho.

Me siento incapaz de hablar, siento un dolor en mi pecho, los brazos de Sebastián me rodean apretándome en su pecho. La tristeza es tan pesada que me dificulta el respirar, siento que me estruja el corazón, las lágrimas me inundan los ojos.

—No, no, no es cierto — gimoteo, casi puedo notar los pedazos de mí alma cayéndose hasta mis pies — ellos....

No puedo creer que mis padres hayan provocado su accidente, nadie me los quitó, ellos se fueron de mi lado por su cuenta. Me siento vacía, decepcionada y con muchísimas preguntas.

¿Por qué? ¿Por qué se mataron? ¿Por qué me dejaron a mí y a mi hermano solos?

Todo este tiempo culpe a una persona que no tenía nada que ver, me llena de odio y rencor.

Levantó la cabeza del pecho de Sebastián y lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

—Dime que no es cierto, loquito — suplico, sus ojos también tienen lágrimas — por favor...

—No voy a mentirte, el tío te digo la verdad loquita.

Niego con la cabeza sollozando.

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