Capítulo 5.

Bajo del auto sintiendo el viento rozar mis brazos, me froto con mis manos buscando aliviar este frío. Observó que varias personas empiezan a entrar al restaurante, recuerdo que de pequeña venía a comer aquí con mis padres.

—¿Entramos? — Alana se coloca a mí lado sonriendo.

—Si.

Ambas caminamos hacia adentro, hay varias mesas afuera con bancos marrones. Miro el letrero "Rose's" pongo un pie en la escalera y luego otro, una vez adentro suspiro al sentir el aroma a comida.

—¡Ahh! Pero si es la pequeña Gutiérrez — Rosa se acerca a abrazarme, ella es la esposa de nuestro alcalde, es como la madre del pueblo — ¡Cómo creíste! Sigues siendo la más bonita.

—Oye, ¿Y yo? — le dice ofendida Alana haciéndonos reír.

—Tú también. — Rosa le da un beso en la mejilla y sonrió —. Síganme tengo una mesa para ustedes dos jovencitas.

La seguimos pasando por varias mesas, llegamos hasta una mesa marrón larga con dos sillones de cada lado.

Saco mí celular del bolsillo y tomó asiento, Alana me imita.

—Aquí tienen el menú, en unos minutos va a venir mí hijo a tomar su orden.

Se retira y miró a Alana que bufa molesta, ella y David tuvieron una historia. Lo que ella me comentó es que la engaño, odiaba escucharla llorar y no estar ahí abrazándola.

—¿Si quieres nos vamos? — le pregunto mirándola.

—No, está bien. Es nuestra noche y nadie va a arruinarla — dice dándome una sonrisa.

Desbloqueo mí celular y entro a la página para ver cómo me fue en mí nueva canción, tengo varios comentarios y muchos likes.

Wow.

"Me encantó"

"Sigue así, tu voz es única"

"Jade, eres increíble"

Sonrío y contesto algunos agradeciendo su apoyó.

—Si que tienes muchos fans — comenta de repente Alana, levantó la vista del celular y veo que está observando el suyo — te dije que es una increíble canción.

—Gracias Al — dejo el celular en la mesa después contestaré ahora tengo hambre, tomo el menú — ¿Ordenamos pizza?

—¿Y cerveza?

Hago una mueca, no soy muy fan del alcohol prefiero mil veces agua que es más saludable.

—Solo una.

—Tres.

—Una.

—Dos.

—Bien, solo dos y nada más — la señaló y asiente rápidamente.

—Hola buenas noches ¿Que van...? — no termina de decir su pregunta que mira a Alana sorprendido — Al.

—Alana para ti. Queremos una pizza de Muzzarella y dos cervezas frías.

—Em...¿Algo más?

—No — digo yo dejando el menú en la mesa.

—Hola, Jade.

—Hola, David.

—Bueno, volveré con su orden. — se retira no sin antes mirar a mí amiga.

—Lo odió. ¿Viste cómo me vio?

—Con un brillo en sus ojos.

—¿Brillo? Nada que ver — chasquea la lengua — me olvidé de contarte me fue a buscar después de que volviéramos de la junta, cuando estaba por entrar a mi casa apareció.

—¿Para qué?

—Quería disculparse por su error. ¿Error? — niega con la cabeza — Los hombres siempre dicen que "es un error o estaba ebrio"— se acerca más a mí y me susurra — ese hombre no estaba ebrio y me hubiera dicho desde un principio sobre que le va su bando.

—¿Qué? — abro la boca sorprendida, se sienta acomoda bien en el sillón — Pensé... pensé que fue con una mujer.

—Fue con un hombre y no cualquier hombre, su "amigo"

Oh por dios.

—Me quiere usar para que sus padres no se enteren que sale con Michel, está muy equivocado — coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja — yo no soy la tapadera de nadie.

Ahora entiendo.

—Wow, no me lo esperaba. — levanto mis cejas, estoy muy sorprendida.

—Ni yo.

Tomo su mano y la aprieto dándole una sonrisa que me la devuelve.

—Me alegra mucho que volvieras.

—A mí me alegra mucho volver.

Unos minutos después viene David con un carrito, deja nuestra pizza en la mesa con las dos cervezas.

—Gracias.

Asiente y se retira.

—Muero de hambre — confiesa, Alana tomando una porción de pizza.

—Yo igual. — también tomó una y la llevó a mí boca, deliciosa.

Rosa sin duda hace las mejores pizzas del mundo.

—Bien, cuéntame algo ¿Qué hiciste en Estados Unidos cuando no hablábamos? ¿Algún novio? ¿Amigo con derecho? — pregunta pícara.

Río.

—Salí con un chico.

Chilla emocionada.

—Shh, solo fueron algunas semanas — me encojo de hombros.

—¿Y qué pasó?

—No tengo idea, estaba actuando raro y después me dejó por mensaje.

—¡No! Cuando lo vea.

—No importa, ya es pasado — hago una mueca.

Ángel lo conocí cuando tuve que hacer un proyecto de Arte, él fue mi compañero. No entiendo por qué terminó conmigo de esa manera traté de comunicarme con él, pero no pude localizarlo, fui hasta su casa y no había nadie. Su vecina me comentó que los vi subir maletas al auto rápidamente e irse, supongo que se fueron de viaje, pero es raro que no me haya dicho nada. Aunque hayan sido cuatro semanas de relación, tuvimos meses de amistad y fueron momentos muy valiosos para mí. Estuvo cuando necesite un abrazo o un consejo, me dio su apoyo en mí música. Me dijo que iba a llegar muy lejos, donde sea que esté espero que esté bien y pueda darme una señal de vida.

Él siempre fue dulce y amable conmigo, necesito saber ¿Por qué me dejó de esa forma? Me dolió un poco, no es que estaba totalmente enamorada de él pero me gustaba. No creí que después de Scott volviera a sentir algo por alguien.

No sé, siento que algo no cuadra.

—Mejor solteras que mal acompañadas — choca su pizza con la mía, ambas reímos.

Seguimos hablando de todo un poco, me cuenta que su Instagram va creciendo y que está estudiando para diseñadora de moda.

Mí risa se detiene al escuchar el sonido de una ambulancia, miró hacía la ventana del restaurante y efectivamente una ambulancia pasa rápido.

—¿Un choque?

—Debe ser — susurró.

En mí campo de visión aparece Rosa colocándose un abrigo y saliendo del restaurante, parece asustada y desesperada.

¿El alcalde?

—Eso es raro — miro alana que está con el ceño fruncido.

Mí celular vibra en la mesa avisándome que tengo una llamada.

Presiono el botón verde y lo llevo a mí oreja.

—¿Tío?

—¡Jade! ¿¡Dónde estás!? — grita desesperado.

—En el restaurante de rosa con Alana, ¿Por qué? ¿Sucedió algo? — le digo asustada.

—Princesa, por favor vengan a la casa — miro a alana que revisa su celular.

—Está bien. ¿Pero sucedió algo?

—Solo vengan.

Le cortó, definitivamente algo está pasando jamás lo escuché así de desesperado y angustiado.

—Al, hay que irnos — le informo dándole un último mordisco a mí pizza.

—¿¡Qué!? ¿Por qué?

—No sé, mí tío me llamó y me dijo que vayamos a la casa — le explico, sacando plata de mí bolsillo y dejándola en la mesa.

—¿Pasó algo?

—No sé — suspiró — solo quiere que volvamos.

—Está bien, deja que pagu...Jade — me regaña al ver que dejo plata en la mesa — yo te invite.

—Lo sé, pero quiero que nos vayamos a ahora, estoy preocupada — me levanto del sillón y esperó a que ella haga lo mismo.

Ambas salimos del restaurante y subimos al auto.

Después de un corto viaje llegamos a fuera de mi casa, Alana estaciona mientras yo miro como la puerta se abre y mi tío nos espera parado mirándonos.

¿Qué está pasando?

Bajo del auto y caminó hacia mí tío, él rápidamente me envuelve en un abrazó fuerte y suspira aliviado.

—Tío, ¿Qué sucede? — susurro correspondiendo su abrazo algo confundida.

Se separa de mí y me mira asustado.

—Hubo un asesinato.

—¿¡Qué!? — chillamos Alana y yo decimos sorprendidas.

—No sé mucho sobre qué sucedió, pero asesinaron a una chica y pensé....Solo..siento mucho arruinar su cena, pero temía que el Asesino esté suelto.

—Está bien, entendemos. ¿Y Seba?

—Está durmiendo — avisa y su mirada se dirige detrás nuestro, me giro y no veo a nadie — mejor vamos adentro porque hace frío.

Miro para todos lados disimuladamente.

—Jade. — me sobresaltó y miró a alana —. ¿Puedo quedarme?

—Por supuesto que sí.

—¿Entonces hacemos una pijamada?

—Claro.

Siento un escalofrío recorre mí cuerpo, rápidamente entró a la casa y cierro la puerta una vez que todos nos adentramos. 

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