Capítulo 9.

La noche es mágica y aterradora, mágica porque el silencio es único, puedes asomarte por la ventana y ver las estrellas brillando, y pensar en todo lo que te sucede como tener una charla con tu yo interior. Aterradora porque no sabes que puede suceder.

"El día tiene ojos, la noche tiene oídos".

El cielo está gris, las nubes se están acomodando para dejar ir sus lágrimas. ¿He dicho que me gusta la lluvia? Pues me encanta, extraño los momentos en que mi mama me hacía sus galletitas de chocolate acompañada con una taza de té cada vez que llovía, recuerdo que nos sentábamos cerca de la ventana al ver los autos pasar y levantar el agua del suelo. Mientras merendaba, ella me contaba sus historias de cuando era pequeña y sin duda era el mejor momento del día.

Limpio las lágrimas que acaba de caer de mis ojos y suspiro.

<> pienso.

—Es algo escalofriante no ver a nadie a estas horas. 

Todo está muy silencioso, solo se escuchan nuestros pasos y el viento. 

Me detengo de repente.

—¿Qué pasó? ¿Dónde está? — Pregunta Alana mirando a todos lados y colocando el palo de béisbol en su hombro.

—¿Es enserio? ¿Te pusiste tacos? — miro hacia sus pies donde tiene unos tacos color negros, gracias al farol puedo verlo.

—Si, ¿Te gusta? ¡Los compré ayer! — exclama emocionada levantando una de sus piernas para que lo vea mejor.

—Son hermosos, pero hacen mucho ruido. Además ¿Quién usa tacos para meterse a un despacho? No debemos hacer ruido.

—¿Y quién tuvo está loca idea?— ruedo mis ojos y empiezo a caminar — No te enojes.

La alcaldía no está tan lejos de mi casa, está a dos cuadras, cerca de la fuente.

—Perdón. — se para frente mío y hace un puchero —. mira ¡Me quedan muy sexys! 

Rio.

—¿Y qué estamos buscando específicamente? — quiere saber mientras está caminando al lado mío, la miró de reojo.

—Papeles, algo que demuestre que son culpables.

—¿Y si no encontramos nada? 

—Bueno, he..No sé ¿Por qué tantas preguntas? 

—Estoy nerviosa y asustada ¿Vale? Siento que estamos por meternos a la boca del lobo.

—¿Ah?

—Lo leí en un libro — confiesa orgullosa, niego con la cabeza.

Seguimos caminando, el viento roza mi cabello haciendo que se eleve un poco. Llegamos a la fuente de agua, me encamino hacia ella arrastrando a Alana.

—Jade — se queja.

Miro con emoción la fuente en la que muchas veces tiré monedas y pedí muchos deseos, estiro mi mano hacia abajo, siento el agua fría en mis dedos.

Sonrió.

—Ja-de.

Me giro hacia ella rápidamente y veo que está tambaleándose, tira el palo de béisbol al suelo.

—¿Alana? — me acerco a ella y la sostengo — ¿Qué sucede?

—No sé...Me duele la cabeza — me avisa quejándose, la miro preocupada.

—¿Estás mareada? 

—Un poco. — hace una mueca de dolor, con cuidado la tomó de la cintura y con toda la fuerza que tengo hago que camine.

—¿Dónde? ¿Dónde...me llevas?

—A casa — le contestó obvia.

—¿Qué? ¡No!

—Si, Al, te sientes mal.

—No, no. Estoy bien — se suelta de mi agarre y me mira desesperada — quiero ayudarte.

—Al.

—Al nada, venimos juntas y nos vamos juntos. ¿Qué crees que no sé qué después de dejarme vas a venir sola? No quiero irme, estoy bien — junta sus manos suplicando.

—Está bien, pero si te sientes mal nos volvemos ¿Bien?

—Bien.

Ambas nos giramos, yo la ayudo a caminar por las dudas de que se caiga y ella está sosteniéndose de mí.

Nos detenemos a diez pasos del despacho del alcalde.

—Entonces, ¿Vamos a hacerlo?

—Llegamos hasta aquí, así que si — respiro hondo y la oigo suspirar.

—Hagámoslo — toma mi mano, la miro y me sonríe.

La alcaldía es una humilde casa, no es tan grande ni tan pequeña, lo único que tiene diferente de todas las casas es que la puerta es doble y de color negro. Se preguntaran ¿Por qué no hay seguridad? Es simple no es necesario, todos los habitantes del pueblo saben que jamás se tienen que meter aquí, está prohibido a excepción de nosotras claro. En Neardl nunca hubo robo o asesinato, hasta ahora, solo un asesinato.

Giró la manija y la puerta no se abre.

—Está cerrada.

—Eso es nuevo, debió ser idea de los Záitsev.

Muerdo mi labio y bufo. 

—¿Nos escapamos y todo para que una estúpida puerta nos detenga?

—No, debe haber otra entrada — le contesto enseguida.

No podemos irnos con las manos vacías. 

—¡Una ventana! — decimos a la vez y chocamos los cinco.

Caminamos rápidamente y doblamos a la izquierda encontrándonos con una ventana. Apoyo mi mano en la manija y miró a alana, giro y la empuja hacia adelante haciendo que la ventana se abra.

¡Si!

Alana y yo entramos con cuidado, el despacho está muy diferente a la última vez que vine; En el medio está colocada una mesa marrón un poco larga, arriba de ella esta tiene una computadora y una carpeta gris, también hay una silla negra, detrás, en la pared hay un estante lleno de libros.

—Wow, todo está cambiado — jadea sorprendida Alana acercándose al escritorio.

El ambiente se siente frío, hago una mueca y me acerco a donde está alana. Mientras ella enciende la computadora yo tomo la carpeta que está en el escritorio.

¿Ah?

Hay muchas cosas escritas, pero en otro idioma.

—Tiene contraseña — musita atrayendo mi atención, miro hacia la computadora y es verdad le pide un pin — ¿Y eso? ...Espera — me quita la carpeta y saca su celular del bolsillo.

—¿Qué haces?

—Le tomaré fotos y después podremos traducir lo que dice.

—Eres una genio.

—Lo sé.  

Me encamino hacia donde están los libros, hay millones y parecen viejos. Tomo uno con la tapa roja, tiene un dibujo de una luna, cuando voy a abrirlo escucho un ruido que me hace sobresaltar.

—Alguien viene — advierte alana cerrando la computadora y dejando todo como estaba con las manos temblorosas.

—¿Y los palos? — le susurro mirando hacia la puerta.

—Ay, no. Los dejamos allá. 

—Somos terribles en esto.

Nos quedamos en silencio, se escucha el sonido de unas llaves. Abro los ojos alarmada y miró espantada a Alana.

—Escondámonos — le digo agachándome abajo del escritorio, me sigue.

Tengo el corazón acelerado y siento un nudo en el estómago.

—Это слишком рискованно, и ты это знаешь (Es demasiado arriesgado y lo sabes) — la voz de una mujer se hace presente, su voz suena firme y enojada.

— Я рискну (Me arriesgare) — esta vez habla un hombre, su voz es ronca y severa hace que me estremezca.

—Arseni.

Me abrazo las piernas y miro sorprendida a alana, a solo unos pasos están los alcaldes nuevos y nosotras escondidas debajo de un escritorio.

Alana tiene tapada la boca con su mano y sus ojos miran hacia todos lados, estiro mi mano y la apoyó en su pierna tratando de calmar su miedo, aunque, yo también estoy asustada y no sabemos que nos esperará cuando nos encuentres. Espero que salgamos bien de esta, no puedo evitar sentirme algo culpable de arrastrar a alana hasta acá.

—¿Что ты хочешь? (¿Qué quieres?)

—Заставьте вас рассуждать, это неправильно ... (Hacerte razonar, esto no está bien) 

—Замолчи (Cállate) — unos pasos suenan cerca de donde estamos alarmándome.

—Нет ¡ты должен меня послушать! (No, ¡tienes que escucharme!) — frunció el ceño al oír el grito de la mujer, suena furiosa.

—Salgan.

Me congelo en mí lugar, Alana me golpea la pierna y me mira con los ojos bien abiertos.

—¿Nos dice a nosotras?— pregunta en un susurró con la voz trémula.

— Las estoy esperando — su voz suena impacienté.

Asiento lentamente.

— кем ты разговариваешь? (¿Con quién estás hablando?) 

—Запахи (Huele) 

—Salgamos. — trató de sonreír, pero falló en el intento.

Gateo un poco y después me incorporo lentamente, levantó los ojos del suelo y miró hacia el frente.

Arseni está a unos metros míos mirándome serio con sus ojos...Rojos.

Trago saliva.

¿Si tuviera que describir un rostro perfecto?

Definitivamente describiría el de Él. Mandíbula cuadrada y bien definida, pómulos marcados y en armonía con la mandíbula, arco de la nariz recta y ancha, mentón marcado y unos labios algo gruesos. Tiene los ojos rojos brillantes con unas envidiables pestañas largas negras, cabello negro, lleva puesto un chaleco de esmoquin negro como el que uso en la reunión. 

Oigo una risa suave y dirijo mi vista a la mujer a su lado.

Fedora Záitsev; Ella lleva un vestido negro con unos tacos a juego, su cabello negro lo tiene atado, su rostro tiene forma de triángulo inverso, unos pómulos bien definidos, labios de grosor medio, también tiene unos ojos grandes rojos como su hermano y unas cejas perfectas.

—¿Qué hacen a escondidas en mí oficina? — nos pregunta firme cruzándose de brazos haciendo que sus músculos resaltan a través de la camisa blanca.

—Am...Nosotras... — tartamudea Alana.

—Queríamos hablar con el Alcalde. — juego con mis dedos, no entiendo por qué su presencia me pone nerviosa.

Estoy muy nerviosa.

—¿A las...— mira el reloj en su muñeca y vuelve a mirarnos a nosotras — once de la noche? 

—Si.

—Sus nombres.

—Am...

—María y Vanesa — suelto de golpe, no pienso decirles nuestros verdaderos nombres ¿A saber para qué lo querrá?

—Señorita, sus verdaderos nombres.

—María y Vanesa — vuelvo a repetir.

Levanta una ceja en mí dirección, se ve algo molesto. Eso creo, su rostro es algo difícil de leer.

—¿Eres una Gutiérrez, cierto? — interrumpe nuestro duelo de miradas, Fedora mirándome con una sonrisa.

—¿Por qué? — consultó a la defensiva mirándola, siento la mirada de él repasándome.

—Por nada, мне нравится (Me gusta) — se recuesta en la pared mirándonos con una sonrisa.

—Замолчи (Cállate) — le gruñe molesto, observo a alana con una mueca — bueno, "María y Vanesa" ¿Cómo entraron a mí oficina? ¿Y que venían a buscar?

—Por la ventana, veníamos hablar con el alcalde — susurró, lo miró mientras rodea el escritorio y camina hacia donde estoy yo y Al.

Doy un paso hacia atrás chocándome con la silla.

Se detiene a una distancia prudente, su vista se dirige a mí cuello dónde llevo colgado el collar de mí madre hace un gesto que no puedo comprender, lográndome confundir. ¿Por qué ese gesto?

—El alcalde no está, así que estoy yo, las escucho.

—No tenemos nada que hablar..— tragó saliva — con usted.

Se me queda mirándome por varios segundos haciéndome remover incomoda, asiente lentamente mientras me observa fijamente, muerdo mí labio y veo que aparta la mirada de mí haciéndome sentir un poco decepcionada.

¡No! quiero que esos hermosos ojos rojos vuelvan a mirarme.

<<¿Qué estás pensando, Jade? Él es el enemigo >>

—Отвези их домой (Llévatelas a sus casas.)

—¿Что происходит младший брат не может содержать вас? (¿Que pasa hermanito no puedes contenerte?)

—Пожалуйста, закрой мой рот (Hazme el favor de cerrar tu boca)

—Oigan, perdón que interrumpa su "Charla" si se puede llamar así.... Porque están hablando en un idioma que no entiendo y no sé si nos están insultando.. — dejo de hablar al ver que me están mirando, me abrazo a mi misma. Honestamente sus ojos me intimidan un poco.

—Ruso, somos ruso y quédate tranquila que no las estamos insultando — me comenta Fedora con una sonrisa, extiende su mano en mí dirección — Fedora Záitsev

Algo desconfiada acepto su mano, su mano no es para nada calidad, es fría.

—Mari....Jade Gutiérrez. ¿Tienes frío?

—No — ríe como si le hubiera contado un chiste — Это довольно (Es bonita)

—Fedora — Arseni se queja.

— что? есть прощение... это твое (¿Que? hay perdón...es tuya) — lo señaló divertida — Sospecho que ya saben quién es el, da igual, él es el gruñón de mí hermano y es aburrido, muy aburrido... ¿Pueden creer que se la pasa estando en su oficina leyendo? ¡No tiene amigos!

Es divertida las caras que hace.

—Fedora.

—Shh, estoy conversando con mis nuevas amigas.. ¿Somos amigas?

—Eh... recién nos conocemos — me encojo de hombros.

—Buen punto, me agradas — se acerca a su hermano y extiende su mano en su dirección, él saca de su bolsillo un par de llaves — bueno, basta de charlas ¿Vamos? 

—¿A dónde? — Alana me abraza por detrás.

Debe estar muy asustada, ya que no dijo ninguna palabra.

—Las llevaré a sus casas, no es bueno que vayan solas. El asesino está suelto.

—¿Y porque todavía no lo atraparon? ¿No sé supone que son los Alcaldes? Deberían de demostrarlo, un alcalde está para abordar las necesidades y proteger a sus ciudadanos, y no veo que hayan hecho algo para atrapar al asesino. Nearld es un pueblo chico, no debe ser difícil atraparlo.

—Jade — siento como mí amiga me pellizca la cintura.

—Lo estamos buscando. Señorita Gutiérrez, queremos lo mejor para Nearld.

—Eso espero — lo miro a los ojos, puede que me ponga nerviosa y que me acelere el corazón, el cual está bombeando como loco, pero cuando se trata de la gente que me importa, no me importa meterme en problemas o decir lo que pienso. No tengo pelos en la lengua, lo que siento lo digo.

Fedora suelta un chiflido.

—Мне это нравится! Могу ли я остаться? (¡Me agrada!) (¿Puedo quedarme la?)

—Нет. (No)

—Плохой мальчик (Malo) — Fedora hace un puchero y nos mira — entonces ¿Las llevo?

Los observó a ambos desconfiada, no me siento segura con ellos, pero tengo que pensar en Al. Aunque me lo niegue, sé que todavía se siente algo mareada.

Asiento y tomo la mano de Alana, rodeamos el escritorio y caminamos detrás de Fedora. Dirijo mí vista detrás de mí viendo Arseni mirarnos.

Su mirada me provoca un escalofrío por todo el cuerpo. Es extraño.

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Comments

Jallyss Garcia Lovera

Jallyss Garcia Lovera

ella es su tua cantante

2023-02-21

1

mimar silva

mimar silva

hasta ahora buena linea de ideas.

2022-11-16

0

Maria Hernandez

Maria Hernandez

hay chiquita tú eres su Tua Cantante

2022-08-12

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