Dothan no tenía un estereotipo específico de belleza , el nada más creía que siempre aquello que destacaba con tan solo verlo de entre la multitud, se suponía era hermoso y singular , si lo ponemos de manera sencilla, algo muy parecido a cientos de pelotas de tenis, si todas están cubiertas de lodo, claramente buscaras una diferente al resto, una completamente limpia para empezar a usarla.
Su mirada se fijó en él durante un tiempo considerable, ignorando el momento exacto de cuando extendió su brazo para darle su ropa.
Cuando este terminó de vestirse , Dothan rápidamente salió de su estado de "apreciación" , colocando un aura intimidante sobre su persona, no era normal que un hombre observa a otro hombre durante tanto tiempo , se sentía extraño, por lo que casi de manera inmediata preguntó con ambas cejas contraídas mientras buscaba en la habitación algún objeto que observar.
—¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí? ¿Cómo y desde cuándo exactamente me conoces?¿Estudiamos juntos?-
—Espera —irrumpió el hombre mientras levantaba su ceja derecha y lo miraba extrañado , después de todo una serie de preguntas cayeron como miles de púas sobre su cuerpo.
—Podrías, por favor, ser lo más claro posible —recalcó Dothan en tono serio —, de por sí en este mundo, no existe tal cosa como el "te encontré por casualidad o te conozco de algo" siempre habrá cierta medida que estará de por medio, como me conoces, no lo se, como llegaste aquí, tampoco lo se, asi que desearia saber tu verdadero propósito y qué deseas exactamente.
—........
El hombre estupefacto miró con ojos vacíos al joven, y no mencionó una sola palabra, sino hasta luego de casi diez minutos de silencio.
—Quizá sí… te resulte extraña mi llegada, que conozca donde vives e incluso como te llamas también, pero solo son cosas sencillas.
—¿crees…que todo ello son cosas sencillas? —se preguntó Dothan atontado, lo que llevó a colocar su mano en su barbilla mientras se decía así mismo.
«no espera… ¿Es cierto, hoy en día es fácil conseguir información así de personal, no?».
—Quisiera ahorrarme presentaciones pero se que si no lo hago y aclaro tus dudas no confiaras en mí….. ¡Haaaa! —suspiro. —pensé que con tan solo verme podrías recordarme, pero veo que el tiempo siempre hace de las suyas.
« ¿¿Recordar??.. ¿Recordar que? ». Pensó desesperado Dothan.
—Sin embargo, si te soy sincero….. justo ahora. solo quisiera ir directamente al grano. Pensé que podría hacerlo ....—Divagaba el hombre mientras avanzaba paso por paso, tomando ligeramente ambas manos de Dothan para luego apretarlas suavemente y exclamar —¡Necesito tu ayuda!.
Debido a su repentino levantamiento de voz, Dothan fue sorprendido haciendo que se sobresaltara un poco y continuó —todo aquello que se , lo puse en práctica e incluso creé nuevas maneras pero ninguna me daba los resultados que esperaba.…la única… la única…
Los ojos del hombre se postraban fijamente sobre la mirada de Dothan permitiendo un intenso contacto visual.
El al corresponderle pudo dislumbrar, que aquel par de ojos se encontraban temerosos, tristes y desesperados, y aunque su expresión lo hacía sentir extraño, el agarre de sus manos transmitían cierta calidez y familiaridad que contrarrestaba aquella mirada que hacía agitar nuevamente de preocupación su corazón.
Cómo si hubiera conocido a este hombre desde siempre.
Debido a aquella rara sensación. Apartó sus manos bruscamente asustado , mientras desviaba nuevamente su mirada y dijo —¿Ayudarte? —suspiro. —Ayudarte… JA… —recalcó.
—¿Olvidaste la promesa que me hiciste? —preguntó el hombre.
—¡HA! —exclamó Dothan disgustado.
«bueno y ahora qué pasa, ni siquiera te conozco ¡Hombre!».
«Como podría recordar una promesa que quizá es ¡inexistente! ». Pensó Dothan.
El hombre colocó su mano en su pecho, liberando una de las suaves manos de Dothan, mientras decía —hace mucho tiempo, prometiste ayudarme, aun lo recuerdo claramente, dijiste que cuando me sienta desesperado o necesite una solución a un problema, tan solo te busque no importa en qué vida te encuentres, juntos lo resolveremos… dijiste, que tal vez no tengas mis habilidades pero… prometiste hacerlo incluso si ello llevaba a utilizarte como medio… ¡Fue un agradecimiento por haberte salvado la vida y haber cumplido tu última palabra!.
Luego de ya no poder retener sus pensamientos de angustia, Dothan simplemente dijo —¡bien, ahora sí, me asustaste! ¡¿Medio?! ¿medio de qué?....además.. ¡Dices conocerme y hablas de una "promesa" que quien sabe de donde la hayas sacado!....... ¿Estás seguro de que a quien buscas es a mi? probablemente te hayas confundido de persona, suele suceder a menudo.
—Te entiendo si lo hiciste. Sabías que en el mundo existe una probabilidad del 1% de encontrarte con alguien parecido, diciéndolo globalmente, claro.
«¿Qué? » Pensó el hombre. Luego contrajo ambas cejas mientras abría sus ojos de par en par y suspiró —Tu…. ¿me olvidaste junto a nuestra promesa?.
—Está bien, está bien —se dijo a sí mismo mientras revolvía su húmedo cabello. Pues al parecer hablar sobre aquella supuesta "promesa" y ver su apuesto rostro, no sugería algún cambio así que decidió presentarse nuevamente.
—Mi nombre es Ezra, probablemente me olvidaste, Bueno, lo hiciste, es obvio. Pero yo no lo hice, a diferencia de muchos te volviste alguien…. Importante —vaciló. — y como sabes, generalmente una persona al morir es olvidada con el tiempo, pero ese no fue tu caso, ni siquiera el cómo te ves ahora… realmente deberías verte… eso es culpa mía. — rápidamente lo atrajo en un abrazo, y dejó caer su cabeza sobre su hombro, mientras decía.
—Es un gusto volver a verte después de décadas de haberte llevado entre mis brazos, pero… realmente te necesito, no puedo hacerlo, realmente no puedo … mi error … me persigue ... Me molesta … y no puedo ignorarlo… Ese niño ....ese niño me necesita..
Las lágrimas del hombre empezaron a brotar, Dothan se sentía confundido, la manera de tratar de este hombre incluía demasiada cercanía y sus palabras no tenían sentido, algo que le molestaba un poco al no entender nada.
Su llegada fue inusual y de manera imprevista, por lo que ni siquiera debería estar allí, pero al menos comprobó que no buscaba dañarlos, nada más necesitaba de su ayuda y ¿habría algo de malo en brindarle apoyo?.
¡Por supuesto!, Dothan no brindaba su ayuda a cualquiera.
Soltando incómodo su agarre, suspiro y dijo mientras levantaba ambas manos a la altura de su nariz como si evitara querer ser tocado por una masa de lodo. —Está bien, está bien, no llores, no llores, es… raro verlo…..en un adulto, te ayudaré, te lo prometo, pero claro, siempre y cuando aquello esté a mi alcance.
De inmediato el rostro lloroso de aquel hombre se revitalizó y exclamó —¡muchas gracias!.
—Pero debes saber, que no puedo ayudarte sin recibir un beneficio propio. Mi tiempo es importante y no puedo gastarlo en otros.
—Pero te preocupaste por tu hermana y las esperaste en la ventana toda la tarde…
—¡Espera! , ¿cómo sabes eso?.
—No lo tomes personal, solo lo sé. Entonces, dices que puedes ayudarme si recibes algo cambio, ¿te sirve un objeto antiguo?.
«Por supuesto, puedo venderlo para obtener dinero».
—Claro —respondió.
—Entonces, ¿qué te parece esto?
El hombre tomó entre sus manos una pequeña caja de madera desgastada, con remolinos tallados en sus lados laterales simulando pequeñas cadenas en la puerta y la tapa. Al notar que no se trataba de algo con material valioso, Dothan preguntó —¿Qué es esto?.
—Un objeto antiguo —respondió alegre.
—No me sirve, no lo quiero.
—No digas eso. Deberías preguntar como te beneficiarias de ese algo antes de rechazarlo. Esta caja podría hacer que tus problemas de estudio y dinero cesen hasta tu muerte.
«Este hombre conoce demasiado…. » pensó Dothan, pues está era una de sus principales razones al estudiar hasta desfallecer durante las noches.
El hombre al obtener la mirada curiosa del joven, sonrió abriendo la caja y tomando varios dólares de ella. —esto te dará dinero inagotable, no importa cuánto quieras, solo piensa en una cantidad y aparecerá en esta caja.
—¿Estás jugando conmigo? —preguntó el joven disgustado.
—No, definitivamente. Mira…. —El hombre inclinó aquella caja, dejando ver su interior a la distancia. Pero estaba vacía.
—Parece que esos son todos los ahorros que tenías —Replicó Dothan.
—te equivocas. —frente a él, el hombre tomó aquella tapa de la caja y la cerró bruscamente. Con un chasquido de dedos, volvió a abrirla dejando caer exactamente cien dólares al suelo. Luego volvió a repetir la misma acción casi tres veces. Los pequeños trozos de papel caían sobre un pequeño charco que se había creado por el agua que la ropa había acumulado, por lo que estos casi trescientos dólares, se hicieron inservibles al haberse mojado.
Dothan estaba anonadado e inconscientemente terminó aceptando su solicitud de ayuda.
Con los ánimos por los aires el hombre sintió otro impulso de abrazar a aquella persona que había accedido a su pedido, pero el joven lo evitó rápidamente dando una vuelta y alejándose de él, haciendo que el otro se tambaleara al no atrapar nada.
—¡PERO! —exclamó levantando un dedo. —Entiende algo, no soy ambicioso, lo aceptó por necesidad, y también…. aun tengo una duda que deseo, no la evites. ¿Qué eres exactamente?.
Ezra se colocó derecho. Sonrió misteriosamente y sin vacilaciones respondió con otra pregunta.
—¿Alguna vez creíste en brujas, Médiums, psíquicos y el misticismo en general?
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