Mi nombre es Cecilia, mi apellido es Vans y soy una exespia de la mafia.
Actualmente reencarne en una villana principal de una novela que leí de niña.
Fhederica Conforxt, se supone que iba a tener esa identidad...
Estaba comenzando todo bien pero....
"Tu madre y padre a quienes llamas eran ángeles quienes habían traicionado a su reino y escaparon"
"Tu padre no está limpio tampoco, hallamos residuos de una sustancia ilegal que traficaba a varias partes de la zona..."
Lamentablemente sucedieron cosas inexplicables que ni yo misma entendía.
"¿No quieres olvidarte de lo malo?"
Parecía que no tenía sentido el transcurso de la historia que llegaba hasta donde sabía.
"Increíble... no sabía que te gustarán las artes señorita"
"¿Las artes?... ¡Esto no es mío!"
Una tras otra, había circunstancias confusas y tenía miedo a descubrir el porque. Parecía raro, extraño, misterioso, sufría de alucinaciones, de ver cosas que no estaban ahí, el suspenso me estaba matando poco a poco.
Estaba cansada....
"¡¡Cuatro días!!"
No esperaba nada, si antes no sentía en lo absoluto, ahora estaba queriendo no sentir angustia y temiendo a lo que desconocía, no....
Se a que le tenía miedo...
"Necesito que te cambies el nombre"
"¿M-me odias? ¡Porfavor no me odies!"
La imagen de María sonreír bajándose la capucha y mostrando su rostro.
No había duda.
Tenía miedo de María, la futura heroína, me sentia pérdida, sin rumbo, no parecía que estaba comenzando, solo parecía que daba vueltas y vueltas en escenarios específicos.
Me pregunto....
Es acaso... ¿mi castigo?¿mi condena por la anterior vida que tuve?
Mi anterior vida fue difícil.
El día en que nací mis padres fallecieron.
Me crié en un orfanato religioso
Sufrí de una rara condición, podía vivir sin sentir emociones normales como los demás, mientras que los niñas y niños se emocionaban por un juguete nuevo o una joya, yo solo no entendia sus expresiones tan visibles en sus rostros.
Por otro lado, hizo que fuera increíble la capacidad de almacenamiento en mi memoria, podía recordar diversas cosas tal cual, me era fácil aprender.
Aun así la gente creía que era un chiste o un juego, un bicho raro al cual molestar, por el simple hecho de no poder sentir cosas alegres como ellos.
Las monjas de esa iglesia al darse cuenta me veían como un demonio, la verdad es irónico referirse así a una pequeña inocente, intentaron de varias maneras investigar esto pero fui inútil, algunas me hirieron y "castigaron", había una monja que después de verme sangrar paraba recién de "castigarme" y yo como seguia tranquila, no me importó nada su juicio, sus reglas, sus órdenes....
Ahí laboraban nada más que monjas con un fuerte apego a creer en alguien más, agradeciendo a un Dios y culpando a alguien por sus miedos, dudas e irresponsabilidades, por eso, crecí cuidándome a mi misma como si dependiera de la última voluntad de un ser supremo.
No me malinterpreten, no lo veía malo o bueno. Aún asi ellas me trataron distinto, así que aprendí a hacer todo lo que me pidieran... entendí que si hacia caso a todo estaría bien.
Suena descabellado, pero que puedo decir, así fue como salí de un abismo oscuro.
Eso y un día...
A los 13 años encontré un libro peculiar, fue el primero que enserio me hizo sentir... ese algo que nunca habia experimentado y cuando lo hize mi mundo tomo forma, solo hasta cierto punto, después lo demás me parecía igual.
Empece a reirme con unas simples palabras, seguía y me di cuenta mis dotes de aprendizaje gracias a ello, fui buena también en el estudio, mis notas se quedaron en promedio neutro, no resaltaba y tampoco quería hacerlo, lo único que adoraba era leer, ningun hombre o mujer dio esa sensación de felicidad.
Cuando cumplí los 18 me anime a buscar la información sobre ese libro cuando ya me fui de aquel orfanato, la autora no estaba y el nombre lo busque en redes, se llamaba:
..."La desdicha de la villana"....
^^^Autor: ◻◼◻◼◻◻ Vans^^^
No di a ningun nombre de un libro con esa descripción similar a ello. Por lo cual me extrañó mucho este hecho, no indague más por el trabajo.
Era una trama sin igual, llena de fantasía, romance y algo de misterio. Lo leí tantas veces que hubieran momentos en que me impulsaron al recordar esos versos a lo largo de mi vida. Inclusive al tomar decisión cuando asesine a una persona por primera vez.
Nunca tuve amistades en lo que llevaba en mi juventud. Cuando quise hacer una amiga, esta término en el hospital.
Fue la única vez que quise hacer algo diferente y nunca me recupere de ello, tampoco trate después de entablar algo que no estaba en mi, hací que lo deje ahí y seguí.
Me dio igual no comprender a la gente.
Ya estaba harta de fingir una sonrisa cuando no, reirme cuando no lo sentía, molestarme o hacer alguna broma, no le veía la importancia en seguir esforzándome a un papel que solo me lo daba un libro de fantasía.
Al final termine en un especie de trabajo inusual, al principio no mentire que sentía intranquila, más ni me inmute a las personas que asesine.
La serie de eventos término en que yo trabajará para la mafia y eso no era todo. Me pedían pedidos, encubrimiento, desaparecer gente, hasta que hubo un error pequeño que me costaría la vida misma en ese mismo noche.
Era la última entrega que se suponía tendría que recoger y matar a alguien, parecía sencillo, demasiado sencillo...
Término de una manera que no esperaría.
"¡Voy a terminar de una vez por todas!"
Fue lo último que escuche y tras eso toda sensación desapareció.
Abrí los ojos para ver a alguien abrazándome con rasguduras y mal herido.
Después solo quedando yo sollozando en los brazos de alguien que nunca quiso algo a cambio, ni perfeccionarme, ni ser considerada un arma, estuvo junto a mi, me dio un lugar, donde no esperaría estar.
- ¿Estas lista?
- Papá, te protegeré --lo mire
Mis sentidos estaban claros, le tome de la mano para asegurar de no soñar, con un simple gracias no bastaba pero...
- ( Gracias...)
Por fin sentí una sensación de libertad.
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