Después de ese acontecimiento se me hizo imposible dormirme, solo faltaban unas cuatro horas para que amaneciera, muchas sensaciones recorrían en mi cuerpo desde que vi esa expresión en su rostro.
El solo recordar ese momento me hizo temblar, ¿era acaso miedo?¿Yo tengo miedo?. Lo escalofríos recorrieron mi cuerpo al punto en que casi me siento mal si no fuera por que se percató de esto María y me lanzará una posición de sanación instantánea, me la entrego cuando estuvo cerca mio, era de bajo rendimiento, efectivo para mi.
Tiempo después vinieron los guardias y preguntaron que había ocurrido, testificó María cómo si fuera posible se atacaron entre ellos y ella aprovecho en el último momento para atacar.
Al momento que María se quedó dormida, revise esas anotaciones en la bitácora, ¿como era posible esto? ¿Acaso me habia vuelto loca?
Los pensamientos no me dejaron tranquila esa misma noche.
- ¿Ha... ? --exclame con enfado
- ¿Que dices? --sonrie muy feliz ante la propuesta
- ¿Quieres que tenga otra identidad?
- ¡Si!
- ¿Porque? --agarra a María del cuello-- Dime porque quieres eso, ¡que ganarías!
- C-calmate
- ¡Habla! ¡Ya no puedo controlar mi temperamento a estas alturas!
- Es que... digamos que haz estado en los medios de prensa y...
- ¡¿Que?!
- La mayoría de personas saben quien eres, tu nombre y las demás chicas igual, es más quisieron hacer un alboroto afuera del castillo pero la reina ordenó un campo de concentración para aquel que se trepara para ingresar perdiera la vista.
- ...
- Mando a personas a proteger ese ámbito y también dio la orden de quemar todo referido a tu nacimiento...
- ....
- Fhederica... ¿Estas llorando?
- Hija de... ¡¡Ah!! --grite estrellando su cara a la ventana
- Fhederica, no quería agobiarte y pensé que no le darías importancia.
- ¡Maldita! te voy a...
- ¿M-me odias? ¡Porfavor no me odies!
Golpeó la ventana con furia en vez de a María, estaba destrozada
- ¡¡Todo es culpa tuya!!
- Fhederica escúchame porfavor --me tocó el hombro pero hice una maniobra que lo tumbo en el suelo.
- Ag... t-tienes fuerza
- Ya no controlare mi irá, vas a ver María Delaxcur lo que soy capaz de hacer
- F-Fhederica
- Si pidiera reiniciar todo, volvería a ese día cuando salí de mi hogar... la abrazaría... ¡¡¡no es justo!!! --saque el cuchillo que tenía escondido y se lo apunte
- ....
- Intento de heroína --le clavo el cuchillo en el pecho
- Fhede...rica Cox...frorht
- ¡¡Maldita heroína!!
Y volví empezar a donde estábamos hablando.
- Con una condición
- Cual... --miro a todas direcciones confundida, un momento, ¿que acababa de pasar?
- Quiero que te cambies el nombre
- ¿Porque? --pregunté levantándome pero me sentí algo mal
- Porque...
- Ha... bla.. --me vuelve a dar una sensación de frío recorrer todo mi cuerpo
Ella me paso un frasco de vidrio.
Sus ojos estaban llenos de tristeza, cabizbaja me respondió-- Solo hazlo y jamás diré que tuviste el libro, ni que traes un cuchillo escondido
- ¡C-como!
- Fhederica --me miro fijamente determinada
- ¿Ya estamos cerca?
- Hubo una vez una....
De nuevo al presente.
Como término en esto, fue una clase de deja vu, esto no tiene sentido, acaso alucino cuando ella está por morir, tanto es mi deseo de ver que pague su vida... Me parece que si me volví loca, es más, creo que si no fuera por ella no tendrías estas alucinaciones... aunque se siente tan real....Ahg demasiado tuve esta noche de pensamientos innecesarios.
El amanecer llegó y yo con mis compañeras de cuarto, nos fuimos a desayunar y habían bastantes lugares y eso que nada más era el primer piso.
- T-ten cuidado --me dice la que tiene miedo a todo, ocultándose su rostro al lo demás.
La miro un breve momento y noto que parecía estar temblando--. Te agradezco, lo tendré
La hora de desayuno era desde las 8 hasta las 9 y justo tocó la campana para ir a nuestros respectivos salones como nos había indicado la directora, amablemente nos dio ánimo para que nos sintamos como en casa.
- Fhederica --me volteo, estaba justo las tres mirándome
- Mi verdadero nombre.... --aun no se si pretender que esa conversación fue real, pero pierdo más si lo es-- Mi verdadero nombre....
- ¿Eh? ¿Que quieres decir?
- Mi nombre es Cecilia
- Entonces... ¿Fhederica no?
- Llamenme Cecilia desde ahora por favor
- No te preocupes, además creo que ni siquiera te acuerdas de nuestros nombres o apellidos en todo el tiempo que estuvimos juntas
- Cierto
- ¡Ja! todavía lo afirma
- Porque si sabía tu nombre en ese momento me iba a pesar porque no las conozco
- Tsk
- B-bueno, entonces nos vemos Cecilia
- Bien, nos vemos --entro a mi clase.
- Estas segura que no sabe nuestros nombres?
- Ni siquiera nos quería cerca suyo, es toda una prodigio
- Vaya... tu y tu mal humor, Vámonos que nos toca ir también a clases.
Me presentaron a la clase, caras que nunca había visto o tome importancia, ya que solo la villana tuvo protagonismo hasta los 17 años.
Mis días en clases fueron muy fáciles, el aprendizaje de lenguas era increíble y muy extenso. Lo que me encanto de ahí fueron los libros de tantas temáticas diferentes, cuando ingresé por primera vez me brillaron los ojos de la infinidad de libros, esto si era mi paraíso.
A duras penas tuve algunas cartas de la reina que llegaban a mediados de enero y junio.
Nunca tuve problemas con nadie, pero igual no tuve a ningún amigo, fue un poco solitario encontrar personas que hablaran de sus padres o de sus hermanos, y de las vidas que tenían, yo por mi parte extrañe a mis padres demasiado, fue difícil para mí encontrar mi lugar en ese sentido, después de un tiempo sentí que mis padres estarían orgullosos de las notas que tenía y lo sobresaliente que era.
Aprendi la magia mucha más adelantada que otros a los nueve, me encontraba en la biblioteca y fue cuando estaba concentrada en algo y todos los libros de pronto flotaron con un color blanquecino y al darme cuenta todo cayó, el bibliotecario me miro un rato pero no dijo nada.
Al final le pregunté dudosa y algo avergonzada, solo contesto que ahora debía ayudarlo a organizar todo y accedí a ello sin rechistar, es más me impresionó mucho que no me regañara como a otros estudiantes que venían, tal vez fue una suerte encontrar a un amante de los libros igual que yo.
Era la primera del salón, ya pronto iba a cumplir los 10 años, en esta fechas me sentía totalmente devastada y prefería estar en la biblioteca como de costumbre, lo que no me esperaba es que después de las 10 de la noche ese señor me dio como un postre parecido a una pastel de chocolate.
- Siempre lloras en estas fechas en silencio, no me incumbe pero creo que esto te puede animar
- Se... se lo agradezco demasiado, me hizo el día --sonreí con ternura ante su gesto, mientras estaba secando mis lágrimas
- Una señorita no debería llorar por nada, solo por este día quédate todo el tiempo que quieras.
Volvía sonreír con mis ojos enrojecidos por mis lágrimas, acabando con un tierna sonrisa ligeramente que apenas se notó del bibliotecario mirándome agusto y yo le sonrió de igual manera.
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Comments
🤗Finita💖💫🇲🇽
Almenos ya se encontró con un antagonista.
2022-06-14
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