Capítulo 13

Sus cabellos eran largos, no mentiría que parecía una chica a simple vista, solo era totalmente más fino y refinado, destaca y confunde pero en verdad era un chico. Su uniforme parecía similar al mío, lo que me dio de guía que estaba en el grado que iba y sus ojos celestes resaltaban aún más en su persona, no había duda era Shamion.

- No puede ser acaba de tumbar a Reik de solo un golpe

- ¿Como lo hizo? ¿No es ella Cecilia?

¿Reik?... ¡Ah! ¡Ya me acuerdo!

Reik Ghost Riuwer, futuro sirviente de la reina... no sabía que era así antes, en la historia era el un joven pulcro y firme a sus palabras... ¿quien lo diría?

- Ella es la más inteligente y siempre es la primera en todas las materias

- Vaya que linda es

- Increíble, es tan fuerte

Los murmullos se oían, enserio creo que no pensé bien en esto a fondo, solo quise darle una lección por lastimar a un personaje que me agrado.

Shamion se notaba lo avergonzado que estaba, por su repentino sonrojo en sus mejillas.

- Gra-gracias...

Shamion Wheriadhu, solo fue capaz de herir a la heroína, su plan salió mal y fue vencido.

Fue un personaje que apareció muy poco tiempo, pero fue uno de mis favoritos, a pesar que fue derrotado, tuve simpatía por el y me alegraba recordar algunas escenas de la novela que me hicieron gracia, le tuve cariño y siempre quise conocer a una persona igual a el.

Le sonreí cálidamente-- De nada

Se quedó mudo mirándome con los ojos bien abiertos un breve momento hasta que bajo su cabeza y por fin hablo.

- S-soy un chico....--dijo tímido el.

- ¿Eh?, ya lo se, y eso no significa que no ayude a alguien a quien lo necesite. --además nunca hablaron de el solo fue breve su resumen, doy gracias a la autora por que las características se describieron a la perfección-- Cecilia, me llamo Cecilia

- Mi... nombre... es Shamion

Entonces no me equivoqué, bien.

Si estoy en mi suerte, el me ayudaría mucho a poder vengarme, y si nos juntamos para tener un mismo objetivo, solo que...¿como haré eso?

Si no mal recuerdo el tiene una magia de defensa y curación, la mía es de combate, creo que resultara nuestra futura alianza.

- Necesito mi casillero, si no es mucha molestia

- E-eh ... no, para nada perdona --se percata que estaba aún parado ahí y me deja libre el paso

- No te preocupes. --rei un poco, que chico tan tímido, no sabía que antes fue así, me impresiona mucho que nos encontráramos--. Pronto vendra la directora en 3...2...1 --meto unos libros a mi casillero y lo cierro

- Señorita Cecilia, venga a mi oficina

- Si señora directora

- P-pero fue mi... --me mira preocupado

Hago una señal de silencio-- Nos vemos --me despido con un gesto

- Si... --desde la distancia me pareció ver su rostro tornarse rojizo, ¿o me pareció?

Los estudiantes se dispersaron apenas vieron a la directora, mientras caminamos la directora estuvo sería un momento, luego se relajo y trato de respirar.

Ya adentro me senté y ella también, mientras espere lo que me quería decir.

Tocan la puerta.

- Adelante, pasen

Entraron las chicas y me vieron sentada, ellas también se sentaron junto conmigo y yo me quedé algo confundida.

- Bien... Todas estan aquí.

- ¿Que ha pasado para que ellas también estén? --hable calmadamente y sería como de costumbre

- Señoritas, necesito su comprensión y tengo que informarles de inmediato por órdenes de la reina.

- ¿Que sucede con ella? --preguntó Dania

- Miren, sus notas son buenas y aunque una tuvo unos tropiezos, ustedes están bien de rango para continuar en la reforma, así que no se preocupen.

- Bien, ¿entonces porque nos llamaron?

- Yo las he llamado con el fin de entregarles a partir de las 4 de la tarde a sus padres adoptivos.

- .... --el silencio se hizo presente

- Niñas, se bien que pasaron momentos duros y han hecho su esfuerzo en sobresalir, pero saben que necesitaran tutores legales ya que no siempre se va encargar la reina de ello. No son las únicas niñas que pasan y pasaron adversidades.

- ¿Cuanto tiempo tenemos para hacer estos trámites? --dije abrumada

- Mañana harán los trámites, hoy conocerán a sus padres.

Nos quedamos calladas ante esta situación, la verdad no estaba ansiosa ni quería ser hija de alguien más, sabía que lo que decía era infantil, lo sabía, tal vez mis padres estuvieran felices de no estar sola... solo que no estaría en esta situación si estuvieran aquí...

- Bien señora directora, le agradecemos mucho por la noticia.

- Ya les informe a los profesores que están autorizadas para hacer algo a partir de las 4 de la tarde, así que no tendrán ningún inconveniente.

- Señora directora, ¿no me va a reprender a mi?

- Señorita Cecilia, la verdad no apruebo la violencia entre los estudiantes, en este caso... usted solo se defendió, yo lo vi y los demás también, se reprenderá al estudiante que está ahora en enfermería reposando.

- Bueno. --me miraron sorprendidas las chicas

- Eso es todo pueden retirarse y las espero aquí a las 4 para salir a la cuidad.

Nos fuimos de la dirección y no dijimos nada incluso al llegar a nuestras clases correspondientes.

Pasaron las horas y tocaba irme a mi dormitorio para alistarme un poco como ellas, envuelta en mis pensamientos llegue a la biblioteca.

Ahí se encontraba el señor bibliotecario, jamás supe su nombre, siempre escuche rumores de que el era una persona malhumorada y cruel, la verdad no era así el.

Ingresé a saludarlo y noto como su cara estaba sería, demasiado para ser el mismo.

- Buenas tardes

El se sorprende mucho cuando me ve y cambia su expresión.

- ¿Que haces justo aquí a esta hora?

- Caminaba porque más tarde iré a la ciudad

- ¿Se te ofrece algo?

- Eh.. no, solo... --¿estaba ocupado?, ¿le molestó?...¿fue buena idea venir?-- Olvídelo, me iré enseguida, lo siento mucho --me retiro de ahí y me fui sin mirar atrás

Su mirada parecía enojada conmigo, aunque se que no demuestra emociones, parecía totalmente enojado, ¿le habrá pasado algo? ¿le molesto que lo saludara?...

- ¡Hey! Por fin llegaste, ya me preocupaba que armaras un plan loco

- No, solo me fui a caminar

- Vamos que ya van a ser las 4

Nos alistamos para salir con vestimenta diferente a la estudiantil, estábamos con vestidos no tan voluminosos o lujosos pero eran simples y preciosos.

Con la directora nos dirigimos a la ciudad con algunos sirvientes y guardias de la reina, era este punto en mi vida que tendría que tener cuidado con ella a partir de ahora, o devolver el libro que tuve en mis manos, cualquier cosa ya lo había estudiado y revisado, copiado y guardado abajo de mi cama, solo faltaba devolverlo.

El sonido de la ciudad se hizo presente al llegar al palacio, por alguna razón se me metió una cosa en la cabeza, rápidamente deje que eso se vaya porque hoy era un día importante.

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