Capítulo 15

Miraba la ventana del carruaje, preocupada y un poco melancólica al ver el sol ponerse.

Estaba sola en el carruaje sin nadie más que el sirviente, me encantaba su vestir, si tuviera la oportunidad de probarme esa vestimenta sería espectacular.

De la nada, empecé a marearme y tuve un dolor de cabeza leve pero inquietante incrementaba a pasar los segundos.

- Señorita se encuentra bien, se ve pálida

- S-si --agarra un frasco de mi bolsillo, encontré la manera de usar magia básica y lo primero que aprendí fue esto-- Estate bien, a veces me pasa esto

- Vaya... no sabia que era tan prudente la señorita

Tomé el frasco de un solo golpe y trate de calmarme respirando varias veces profundamente, casi al instante me sentía mejor.

- ¿Esta segura que se encuentra bien? ¿Sufre de alguna enfermedad?

- No, ninguna, se lo aseguro, solo es cansancio

- Muy bien señorita, cualquier cosa avísame

- Tenlo por seguro

Llegué a la reforma en la noche, la orden era sacar cosas y mis pertenencias personales que desearía trasladar a mi nuevo hogar.

Cuando abrí la puerta, me di con la sorpresa un sobre común estaba debajo de mis pies.

- ¿Uhm?

Era dos cartas y tenían mi nombre.

- (¡Pero que Demonios! No dice una de quien es, solo para quien es dirigido) --suspiraba mientras que cierro la puerta y me acuesto en la cama para abrirlos

La primera abri y traia una pulsera dentro de ella, delgada y muy bonita.

Era una carta de amor.... ¿Para mi?

Empeze a leerla detenidamente, al final no tenia una firma o algo parecido, podría decir que era una farsa, tal vez, pero soy una niña de 10 años, a esta edad siempre en las novelas son las etapas del amor puro e inocente....

De todas las chicas, ¿porque yo?, la verdad no estoy interesada en ello. Tengo que concentrarme en mi prioridad, aunque... la pulsera es bonita.

Dejé eso y comenze a leer la segunda carta.

Era de María pero no parecía su letra, eso me alarmó, esta chica siempre a tenido comunicación conmigo y de repente cambia su manera de escritura, hasta su modo de hablarme no es el mismo.

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"Querida Cecilia...

Me alegra que estés bien, perdona que no te haya hablado, tuve un percance urgente del reino ángel y creo... que no podré hacer más cartas para ti...

Lo siento, espero que no me odies...

Algún día nos veremos pronto.

^^^María Delaxcur"^^^

...********************************...

Al decir verdad, fue algo distante el día de hoy, normalmente esperaba que me abrazara tan fuerte como me dijo en sus anteriores cartas, solo se acercó a mí y se fue.

Tocaron la puerta, era el sirviente esperándome.

- ¿Señorita, esta bien?

- Si, dame un minuto

Lo que tenía durante tanto tiempo tuve este libro y al final no lo devolví, tal vez le pida a María que lo devuelva por mi sin que nadie la note, dentro del libro había un candado en algunas páginas, solo leí las demás más no esas.

Bien, mejor me lo llevo y.... ¿Eh? ¿Donde están?

Revise abajo de mi cama y los escritos estaban ahí pero el libro no lo traía conmigo.

¡¿Donde lo metí?¡

- Señorita, ¿paso algo?

Donde esta, esta mañana lo traía conmigo, la imagen de María acercándose a mi y después se marchó con la directora....

El estruendo de una patada voló la puerta.

- Oh, señorita ya me preocupaba

- Este... --es normal que un sirviente haga eso, o es que solo soy yo quien piensa que fue exagerado---. Estaba buscando algo

- ¿Esos manuscritos son tuyos?

- ...

- Increíble... no sabía que te gustarán las artes señorita

- ¿Las artes? --cuando reviso una página veo que no eran palabras sino varios dibujos hechos apilados perfectamente estaban ahí-- ¡Esto no es mío!

- ¿Enserio? --me miro confundido

- Olvídelo. No es n-nada...

Empece a tener un poco de náuseas desde el carruaje y ahora el malestar se disipaba en darme un escalofríos por todo el cuerpo, desplomándose en un momento.

En el momento que desperté me encontré con una habitación espaciosa y muy bella, decorada de rojo y el techo iluminaba el hermoso cuarto, ¿era aún de noche?

Junto a mi veía al señor Frederick sentado en una silla cerca mio, ¿el me estuvo cuidando? y que son estas... ¡Oh! ¡Sangre dorada!

- Se... ( Ah es cierto, el es mi papá)

- Oh la señorita se despertó --entro el sirviente

Se despertó mi papá y me vio--. ¿Como te encuentras?

- En verdad lo siento, ¿pero que sucedió? --froto mis ojos y mejillas de lo adormilada que me sentia

- Me dijeron que habías ido a revisar tus cosas y te desmayaste, haz estado cuatro días en cama

- ¡¿Cuatro días?!

- Si... y la verdad me informaron que estás tomando frascos de recuperación instantánea baja calidad, ¿es cierto?

- Eh...

- Encontraron en esa habitación un cuchillo también

- (Ah... me olvidé)

- Imagínate si no pido que te vigilen, me tenías el corazón en la mano

- Suena algo cliche aún así, puedo cuidarme sola, el cuchillo... pues es mío que tome prestado de... la clase de repostería

- ¿Es tuyo?

Asentí preocupada--. (Si se entera que lo guardaba para defensa personal tal vez no me deje cerca de uno de nuevo...)

- Ahs... Bien, entonces, ¿que me puedes decir sobre esta pulsera?

- Alguien me dio una carta de amor y venía adentro de ella (tampoco es que me importe eso ahora, lo que me impresiona es lo bonita que es)

Suspiro mi papá--. Bien, te creo, tampoco es mucha lógica, es un accesorio muy costoso y muy raro por eso me dio mucha curiosidad de donde lo sacaste

- (¿Me cree?, ¿eso es lo que llaman confianza?)

- Sobre la carta de amor no me interesa mucho, eso es de tu privacidad

- Descuida, solo me interesaría el objeto, no soy una buena persona para pensar en romance

- Tienes 10 años

- Ah...

- No importa, mañana vas a tener que ir a clases, irás pero tendrás que tomar esto --me entrego una botella en mis manos

- Esto es...

- Si, Recuperación efectiva de alta calidad. Es muy buena, porfavor tómala

- Muchas gracias

- Es mi deber

- ... ( Cierto... solo que, no siento que me lo merezco)

- Vamos tómalo, mientras más rápido lo tomes, pronto estarás en mejor estado. --me sonríe

Sonrió cálidamente-- Gracias

Después de tanto tiempo, sentí algo de nostalgia tener una compañía, y por una vez después de un corto tiempo sentí una calidez en mi pecho.

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