capitulo 7

Aldira estaba llorando, después de todo sentía que la carga de aquel secreto ya no era de ella sola y estaba un poco aliviada porque sabía que su pequeña hija tendría alguien que la cuidaría.

Sina volvió abrazar a su hermana, sabía que lo que había hecho era prohibido, pero también sabía lo mucho que había sufrido cuando el padre de Adrina la dejo, Aldira a diferencia de sus hermanas que buscaban pareja solo para tener hijos, ella si se había enamorado, ella había soñado una vida con aquel hombre que le había prometido vivir con ella en el bosque. Aldira no le importaba si fuese un tiempo limitado, ya que ella era inmortal, pero por un tiempo decidió creer que era posible ser feliz al lado de un hombre.

Sina secó sus lágrimas y le dijo que fueran hacer la cena para las niñas.

En el cuarto de Sabrina

Estoy aturdida con lo mucho que habla Sabrina, parece una metralleta de palabras, apenas me deja responder, por dentro me río, se me había olvidado lo que es ser niña de verdad, la inocencia de sus palabras, me contaba sobre sus "aventuras" en el bosque, sobre su amigo Gael ( que era imaginario) con quién jugaba todos los días, en mi primera infancia yo también tuve amigos imaginarios hasta que entre en el Colegio e hice amigos de verdad, pero Sabrina no iba a un colegio al igual que yo en esta vida, aquí nuestras madres nos enseñaban en casa, no era malo, pero pensándolo bien para un niño de verdad es bastante solitario vivir solo con un adulto. Me contó que estaba muy feliz con su nueva hermanita, que le enseñaría muchas cosas y jugaría con ella en el bosque cuando estuviera más grande.

Mi madre entro en el cuarto, y dijo quiero ver a la pequeña Sinaí, abrió el mosquitero y dijo que niña mas linda, la cargó y empezó arrullarla, se ve tan linda cuando hace eso, mi mamá debería buscar otro hijo, sería interesante un bebé en nuestra cabaña, aún recuerdo cuando nació mi hermana en mi antigua vida, yo tenía 9 años, y estaba feliz, durante el embarazo de mi mamá no la dejaba en paz, le sobaba la barriga, le hablaba, y cuando nació era mi juguete personal, la vestía, le daba el biberón claro con mi mamá al lado pero lo disfrutaba mucho y ya de grandes éramos con la uña y la mugre, nos contábamos todo, la extraño mucho.

- mamá tengamos un bebé nosotras también, le dije

Mi madre me miró y abrio sus ojos como un plato, le sorprendió mi petición, sonrió y me dijo

- quizás algún día hija, pero mientras tanto seremos tu y yo.

- vamos niñas a cenar dijo mi madre

Fuimos a cenar, comimos arroz, pescado asado y ensalada de vegetales, todo estaba muy rico, mi madre nos llevó a darnos un baño, mientras mi tía Sina amamantaba a la bebé. Luego madre nos llevó a la cama, nos canto una canción de cuna nos arropó y nos quedamos dormidas.

A la mañana siguiente nos levantamos temprano, la bebé nos despertó, jajajaja creo que su llanto se oyó en todo el bosque jajajaja

Mientras desayunamos, mi tía Sina le contó a mi mamá que desde que entró en el séptimo mes de embarazo no había ido más a visitar los pueblos cercanos y le pidió el favor de que durante los días que nos quedaremos, mi madre nos cuidara para ella poder ir a visitar a los pueblos, mi madre enseguida acepto, ella sabía que nuestra principal fuente de ingresos era vender los productos en los boticarios.

La tía Sina se alistó, cargo el caballo con los tónicos, ungüentos y bálsamos y salió para el pueblo de Rhell en el imperio de Drest.

Después que mi tía se fue, Sabrina me dijo para ir al bosque, salimos y dimos un recorrido, el bosque de Live era algo diferente al nuestro, está parte de bosque estaba llenos de árboles un poco más bajos, y era menos espeso, llegaba mucha claridad, jugamos un rato al escondite, hicimos retos de rapidez para trepar árboles, y hasta prácticas de arco.

Regresamos al mediodía a la cabaña, le pedimos permiso a mi mamá para ir a nadar en el río, ella nos dijo que si, pero que fuera rápido para que no agarraramos un resfriado, nos bañamos un rato, yo amo bañarme en el río, el agua fresca, para mí es como estar en un gran jacuzzi.

Nos vestimos, almorzamos una rica comida que hizo mi madre, jugamos un rato con la bebé y al atardecer llegó mi tía y nos contó que una enfermedad estaba azotando los pueblos de Rhell.

Nos contó que habían muchos enfermos, y que los sacerdotes y médicos no daban abasto y no habían suficientes medicinas para curar a las personas, le describió a mi mamá los síntomas y le pidió que la ayudara a crear una medicina para atender a esas personas, mi madre enseguida acepto y se fueron al cuarto de preparación, yo fui con ella pero me sacaron de allí, me dijeron que me fuera con Sabrina y la ayudara con la bebé.

Me fui al cuarto de Sabrina ayudarla a vigilar a la bebé, estaba en su cunita tan tranquila, los ojitos de la bebé eran marrones, pero muy lindos, me imagino los saco a su padre.

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