Capítulo 16

April 

El día finalmente llegó. Las pruebas para entrar a la milicia eran hoy, yo ta me encontraba en la fila para inscribirse, esto sería en la sede principal que tienen, queda cerca del palacio. Espero que, aunque sea un instante, pueda ver a Runar, quiero conocer su opinión respecto al rendimiento que daré y las fallas que cometí cuando termine las evaluaciones.

Voy a muchos jóvenes, me sorprende que hay una cantidad admirable de mujeres. Lo bueno de este reino que están implantando la igualdad de género, algo nunca antes visto en este mundo y eso hace que su reinado tenga más aprobación y apoyo. Cuando ya llega mi turno, me preguntan mis datos.

-Señorita Edevane, ¿de qué ciudad proviene?

-Soy de Wafra.

-¿Edad?

-16 años

-Bien, aquí tiene el uniforme, si no queda deberá devolverlo lavado.

-Entendido.

Hago una reverencia y me retiro. Me aparto de los demás, no conozco a nadie, solo a Runar. Veo que todos aquí están conversando entre otros, deben conocerse desde hace un tiempo. Sigo en mis pensamientos cuando siento que alguien toca mi hombro. Me giro para descubrir la persona.

-Hola, por lo que veo también estás abrumada por tanta familiaridad entre los otros.

Una chica de estatura promedio, está casi a mi altura. Su pelo rubio y ojos grises son muy llamativas, es hermosa, no hay que negarlo.

-No conozco a nadie de la capital, soy de un pueblo que está cerca de la frontera.

-Pero eso está muy lejos de acá, debes extrañar a tu familia.

-Lo hago.

Hubo una pausa corta antes de que volviera hablar.

-Me llamo Cristel, ¿y tú?

-April.

-¿Quieres ser mi amiga? No conozco a nadie más y mi hermano gemelo debe estar coqueteando por ahí con las otras novatas.

Me río por el comentario que hizo.

-¿No crees que es muy joven para ser así?

-Le digo lo mismo y aun así no me escucha, no tiene escrúpulos.

Escuchamos que alguien estaba llamando a los novatos, es hora. Nos dirigimos a un campo muy amplio. Lo primero que nos ordenaron es cambiarnos y así empezar las pruebas. Después nos explicarían cuando estuviéramos listos.

Ya todos listos, había 30 postulantes y solo aceptarían a 10, pero que eso no acreditaba su pertenencia.

-Deben demostrar a través de diferentes situaciones que pueden con este oficio, de proteger al reino y mantener la paz que tanto costó a los reyes de realizar.

-Si, señor.

Todos gritamos al unísono.

-Soy Werner, general principal de este reino y estaré a cargo de estas pruebas. Por consiguiente, explicaré la primera prueba. Van a reunirse en parejas, cada uno debe agarrar un arma que está cargada con pintura. Ustedes eligen a su compañero, pero nosotros elegimos al azar a su contrincante.

Atrás de nosotros se empezó a mover el sitio, transformándose en un bosque, lleno de rocas. Si uno no está familiarizado con ese ambiente, dudo mucho que pueda moverse a gusto. Sonrío, es algo que mejor se me da, crecí en un lugar así y aprendí la cacería en el bosque. Esta prueba me recuerda a lo que yo conocía en mi anterior vida, Paintball. Recuerdo que fui con unos compañeros de trabajo, en ese momento no sabía que tenía buena puntería hasta que lo probé.

-Les damos 5 minutos para armas sus parejas.

¿Ahora con quién seré?

-April, ¿puedo ser contigo?

-Claro, seamos las dos.

Cristel no aguantó la emoción y me abrazó. Quedé paralizada por ese repentino abrazo. Alguien de aspecto idéntico a ella, pero en versión hombre y más alto se acerca a nosotras.

-Cristel, seamos juntos.

-No hermano, seré con April.

Su cara de sorpresa lo dice todo, no esperaba un rechazo por parte de su hermana.

-Eres muy mala conmigo.

Oh no, es de los dramáticos.

-Tú siempre me cambias por jovencitas, dejándome sola. Ella ahora es mi amiga.

Lo veo que se agarra el pecho y empieza hacer una escena. Debería dedicarse en ser actor que estar postulando al ejército.

-Me rompiste el corazón.

-Te lo mereces.

-Sabes que si fuera por mí, no estaría postulando, pero padre me obligó.

-Por mujeriego.

Ahora están teniendo una discusión de hermanos, eso me trae recuerdos cuando discutía con mi hermana menor Lore, ambas queríamos ganar y tener la razón, pero a los cinco minutos ya estábamos bromeando y jugando. Mis padres de este mundo no quisieron traer otro hijo, mi madre le recomendaron que no porque la debilitaría, no tiene una magia muy fuerte y eso es de nacimiento. Decido parar la discusión, pero el hermano de Cristel ya se había ido.

-¿Está todo bien?

-Sí, ese inútil debe estar buscando a una jovencita para coquetear ahora.

-La prueba ya empezará. ¿No debería buscar a alguien que sea su compañero?

-Ya encontrará a alguien.

-Terminó el tiempo, es hora de que se ordenen con sus respectivas parejas y después cuando sea su turno saquen un número que estará en este cristal- Levanta ese cristal entre sus manos para todos los veamos- Empecemos.

Cada uno iba pasando adelante y sacando un número, este era al azar. Era nuestro turno y Cristel indica que yo saqué el número. Nos tocó el nueve. Volvemos a nuestro puesto y esperamos a que todos saquen sus respectivos lugares.

Terminó y el que estaba a cargo empezó a conjurar dentro del cristal.

-Ya todos tienen su número, yo sacaré dos, esos pelearán en el campo que están a sus espaldas y tendrán 15 minutos para enfrentarse. Pueden utilizar magia si tienen, pero no se excedan. El que tenga mayor cantidad de pintura en el cuerpo serán los perdedores. ¿Alguna duda?

Todos se miran entre sí, hasta que alguien decide levantar la mano. Es un chico que por su apariencia, debe ser alguien noble, pero no debo juzgar un libro por su portada.

-¿Existe la posibilidad de rendición?

-Existe.

Empiezan a murmurar las personas. Parece que no se esperaban esa respuesta.

-¿Y qué pasa si alguien se lesiona accidentalmente?

-Tenemos magos especializados para eso, pero eviten a cualquier costa lastimarse de graves entre ustedes. Recuerden que esto es una prueba, la verdadera batalla deben estar todos en condiciones.

Ya nadie más tenía dudas, por lo que el hombre que estaba dando las instrucciones procede a sacar los números que van a batallar.

-La primera pareja en enfrentarse serán la nueve y el uno.

Miro a Cristel, decidida a pasar esta prueba, en ella también veo la misma determinación.

-Pasen al frente para entregarles sus armas.

Los cuatro pasamos adelante, veo que nuestros contrincantes es justo ese chico que tiene apariencia de ser un noble. Su sonrisa es de burla, por sus expresiones no nos está tomando en serio y su acompañante también hace las mismas expresiones.

Parece que tendré que patear trasero hoy.

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