Capítulo 19

-Los capitanes y yo hemos tomado una decisión, este año haremos la excepción, por lo que dejaremos entrar a todos los que pasaron esta prueba.

Un anuncio que nadie lo esperaba se presentaba.

-Sin embargo, los siguientes meses veremos si son capaces de mantener su puesto, estaremos evaluando todo lo que hagan. Desde mañana, todos deben mudarse a los dormitorios preparados para ustedes.

Se genera un poco de alboroto por el anuncio, me aparto un poco. Algo se asoma en un árbol que no está muy lejos de aquí. Lo toco y sale una carta, ya sé de quién se trata.

"Te espero en una hora más en este mismo sitio.

R.B."

Quiero golpearlo, pero también me alegra que quiera verme. Niego con la cabeza, solo es un amigo. Es un príncipe, debe estar rodeado de mujeres. Además, falta poco para que llegue la princesa de Askar.

-¡Maldita sea!

Golpeo al árbol con todas mis fuerzas, logrando que este se rompa por completo. Me da impotencia que no se me ocurra algo para impedir ese encuentro y que Runar se enamore de ella o será su perdición. Cómo se habrá fijado en ella, por lo caprichosa que la describían en el libro. Toda esta situación me está dando dolor de cabeza. Cómo  salvaré al pueblo y a él especialmente de su muerte. Mis lágrimas empiezan a asomar en mis ojos. Mi pecho no para de dolerme.

Siento unos brazos, mis ojos se abren a más no poder por la sorpresa de esta situación.

-Tranquila, todo estará bien.

Con solo escuchar su voz me quiebro completamente. Mi llanto cada vez aumenta y no quiere parar. Mientras me voy calmando reacciono ante la situación me encuentro. Runar me está abrazando. Mi cara debe estar totalmente roja, por lo que escondo mi rostro entre su cuerpo, no quiero que me vea así.

-¿Ya estás calmada?

Asiento.

-¿Me dirás que pasó?

-La presión.

-¿Segura que es solamente eso?

-Segura.

Me alejo de él para queda mirándonos de frente. Se crea un momento de silencio cómodo, yo disfruto de su compañía, desde la primera vez que lo vi nada más era un mocoso, pero con un carácter diferente a los de su edad, por eso nos llevamos bien porque mi alma es de una vieja. No quiero perderlo, en poco tiempo se volvió una persona importante para mí.

-Demos un paseo por los jardines del palacio, te prometo que nadie nos observará.

-Pero no tengo ropa apropiada para ir al palacio.

-¿Qué quieres decir? No es necesario que te cambies.

-Pero allá deben usar esos trajes extravagantes y no uso ese tipo de ropa.

-Tranquila, preparé un vestido para ti.

-No lo aceptaré.

-¿Entonces prefiera que te vista yo?

-Descarado.

Lo golpeo, definitivamente está cada vez más atrevido. Acepto el vestido y me voy a un baño que es público por la sede. Ya en el sitio, veo el traje, sí que me conoce, es un vestido verde, simple, pero elegante. Sabía que no me pondría algo que fuera muy llamativo. Estando lista, en camino al lugar donde Runar me esperaba.

-Sabía que te verías hermosa con el puesto.

-E-exageras.

Desvío la mira, avergonzada por su cumplido.

-Vamos andando.

Asiento y lo sigo. Me explica por el camino que ya había advertido a las personas que viven en el palacio que usará los jardines y que no quiere a nadie ahí. Él ya lo había planeado con antelación. De un momento a otro ya estábamos en la parte trasera del castillo, la sede tenía un camino por ese lado en caso de emergencia. Ahí nos dirigimos a un punto en el que las flores resaltaban.

-¿Te gusta?

-Me encanta, me recuerda a las plantas que cuidaba mientras mamá iba a trabajar.

-Puedes venir aquí cuando gustes.

-¿Eso no sería aprovecharme?

-Para nada, te daré una autorización para que entres y salgas cuando quieras, mis padres y mis hermanos no vienen para estos lados.

-Gracias Runar.

 Caminamos por todo el lugar. Le hago saber que estoy dentro del ejército, aunque él ya lo sabía, al fin y al cabo es una de los capitanes que estuvo deliberando sobre la decisión que habló el general Werner.

Narrador omnisciente 

Mientras April y Runar caminan por los jardines del palacio, tres personas los observan de lejos. Ellos no eran más que los hermanos del príncipe.

-¿Entonces ella es la señorita April?

-Así es, hermano Vikram. Es una chica muy lista y sencilla.

-Tenías razón Cristel, nuestro hermano mayor está enamorado de esa señorita.

-Como no, ella es hermosa, cuando vimos su combate era tan elegante.

-Hermano Yannick, ni se te ocurra acercarte a ella. Ya te lo dije, es mi amiga.

-Tranquila, también está enamorada de nuestro hermano, son muy obvios. Vikram, ¿crees que ella es confiable?

-Por lo que nos dijo Cristel, él no dudo en rescatar a la señorita April cuando esos chicos querían jugar sucio. Le preguntó la identidad, dijo que era un amigo y que prometió no relevar quién es.

-April es confiable, no dañaría a nuestro hermano.

-Eso espero, Cristel.

Los tres hermanos siguen conversando sobre la situación que envuelve a Runar y April. Sin embargo, alguien no muy lejos de ellos, ha escuchado toda la conversación que estaban teniendo. Sonríe para sus adentro. Significa que el enmascarado que impidió su combate no es nada menos que el príncipe heredero. El único problema no conoce su rostro y a las personas que ha tenido que preguntar no han querido responder, intentó usando su magia, pero aun así no saben como es su rostro. Sin embargo, no es un problema para él, ya conoce su debilidad. Esa chica sí que se le hacía interesante, quizás juegue con ella y cuando se aburre la mate.

Su primer plan falló, pero tiene otros bajo su manga. Hará caer al reino. Pronto deberá informar sobre todo esto a su padre. Se alegrará saber que el príncipe desconocido tiene una debilidad y pueden utilizar eso a su favor.

Por ahora se retira del lugar, todo será a su debido tiempo.

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