Capítulo 10

***April ***

Pude averiguar donde está aquel orfanato y descubrí que toda la gente que vive aquí ha tratado de hacer algo por esos niños, pero esas ratas tienen comprados a las personas que tiene un rango alto. Es lo que más detesto de las personas, se aprovechan de los débiles para beneficio propio y más encima se dejan vender por esos desgraciados que se forran en el dinero de las personas. También obtuve información que estaban atormentando a las demás personas, amenazándolos y robándoles sus bienes.

Antes de actuar, avisaré por el intercomunicador a la guardia que de verdad pueda hacer su trabajo. Yo en una tarde pude encontrar mucha información que los delataría. Sin embargo, quiero probar mis habilidades que estuve desarrollando, calentar un poco antes de llegar a la capital sería interesante.

Estoy escondida a unos pasos en el sitio en el que la gente que entrevisté me dijo que estaba el supuesto orfanato, de solo pensarlo ya me dan ganas de actuar. Respira April, actuar impulsivamente hará que ellos tengan la ventaja. Antes de venir pregunté a qué hora partiríamos y sería al amanecer, tengo tiempo de sobra para realizar lo que tengo planeado. Esta vez no escaparán de la justicia.

Espero a que anochezca para actuar. Es mejor hacerlo cuando menos se los esperan.

Estaba vigilando los alrededores cuando siento la presencia de alguien muy cerca de mí. No sé si viene por lo mismo que yo, es coincidencia o es un ladrón, estaré atenta.

Observo detenidamente la casa, se nota que nunca la han reformado. Mientras más miro, más me da rabia la situación, no puedo creer que unos niños que no tienen a nadie para defenderse vivan tan miserables.

Ya cuando se apagan las luces, voy entre las sombras para no llamar la atención. La presencia que antes sentí me está siguiendo todos los movimientos que hago. Es un acosador, definitivamente, después le tomaré importancia, por ahora es hacer pagar a las ratas.

Entro sin ningún problema, utilizo mi magia para ubicar a los tipos. No me demoré mucho para localizarlos, así que me dirijo a cada habitación, me quedo en la puerta y dejo unas semillas, siempre las traigo conmigo en mis bolsillos. Invoco un hechizo que las hace crecer para después manejarlas a mi antojo y amarrar a cada uno sin poder escapar. Tuve que experimentar durante mucho tiempo para crear semillas especiales, las que usé ahora sirven para atrapar a una persona e inutilizar su magia, si es que la poseen y dejarlos inconscientes.

Los arrastro todos a la que supongo es su salón principal, en total son cinco. Aprovecho ese instante para ver en sus escritorios, papeles que sean útiles para poner a esos inútiles bajo arresto para siempre.

Miren nada más, venta ilegal de esclavos, algo que está totalmente prohibido. También los niños que han sido adoptados van a otros reinos para explotarlos, lavado de dinero. Esas escorias de verdad merecen estar hasta que mueran en la cárcel.

Escucho unos ruidos en la entrada principal. Me dirijo con cuidado para ver quién es el intruso. Lo voy a encarar cuando me detengo y lo observo. Tiene una máscara y unos cuernos sobresalen. Es muy alto, por su contextura es un hombre y que hace mucho ejercicio para tener esos músculos. Está vestido completamente de negro. Su figura me hace familiar, algo me dice que lo he visto de alguna parte.

-No te haré nada. Puedes estar tranquila.

Su voz es ronca y profunda.

-¿Quién eres?

-Te vengo ayudar April.

-Cómo sabes mi nombre.

-Esto me trae viejos recuerdos.

Lo miro extrañada. Analizo su comentario y hago clic, mi primera conversación con Ethan fue muy parecida a esta.

-¿Ethan?

Se saca la máscara y me sonríe. Vaya que está cambiado y se ve todo un adulto. Es muy guapo, eso no lo puedo negar.

-Así que pudiste reconocerme, aunque ya sospechas que ese nombre es falso.

-En eso no te equivocas, esperaba buscarte cuando llegara a la capital. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

-Te había mandado una carta hace unos días a tu casa, pero el mensajero me avisó que ya habías partido. Supuse que usarías el camino donde las caravanas van y te vi por casualidad cuando mirabas la obra de teatro de esos niños.

No esperaba encontrarlo tan pronto, pero me alegro verlo tan bien.

-Después nos ponemos al corriente. Tengo a unos tipos que han hecho cosas que los harán pudrirse en la cárcel, la muerte es poco para ellos.

Estoy muy enojada por todo lo que descubrí. Él se acerca cada vez más y nos miramos fijamente.

-Algo escuché cuando estabas investigando.

-Eres un acosador.

Los dos nos reímos al unísono.

-Algo así. ¿Tienes los documentos que acrediten lo que ellos hacen?

Le muestro los papeles que tengo en mi mano derecha y sonríe satisfecho.

-Los meteré en mis sombras hasta que llegue la guardia.

-No te preocupes por eso, aprendí unos trucos en los años que estuve practicando.

Me mira extrañado y le dirijo a donde tenía a esos tipos todos amontonados. Él se sorprendió por lo que vio y me observó detenidamente. Yo sonreí orgullosa por lo que he logrado.

-Ahora solo queda esperar a que llegue la guardia para arrestarlos.

-Así es.

-Esto me trae un poco de nostalgia, parece que algo debe suceder para que nos encontremos.

Me río por su comentario, pero tiene razón. Cuando nos conocimos también pasó algo similar, con un distinto escenario.

-Me debes muchas explicaciones.

-Lo sé, te contaré todo.

Más le vale que lo haga.

Narrador omnisciente

-¿Ya están listas las tropas, general?- Dice una persona con un aspecto siniestro y un aura que delata su deseo de sangre.

-Aún no mi señor, falta que lleguen los refuerzos y entrenarlos para que se habitúen a la estrategia.

El hombre que respondió estaba con la cabeza agachada, temía por su vida si miraba a los ojos aquel hombre que estaba sentado en un trono de oro.

Tiró del vaso que estaba bebiendo un licor, demostrando su enojo ante la situación.

-¡Quiero que estén listas las tropas en el menor tiempo posible- Grito como un lunático- ¡Quiero a Ciro y a toda su gente pordiosera muerta y esclavizada lo antes posible! ¿Quedó claro, general?

-Si, mi señor- El hombre temeroso hace una reverencia y se retira.

Él que se encontraba en el trono estaba enfurecido, no podía aguantar que Ciro, su más grande general que tuvo, uno muy habilidoso se fue a crear su propio reino y esté prosperando. Lo iba a hacer pagar muy caro por la traición que le hizo.

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