Polonia. Edit.

Deaclan Müller.

Mi cabeza se sentía explotar, el dolor era insoportable y el tener que aguantar las incompetencias laborales de algunos empleados en definitiva me hará envejecer con mayor rapidez de la debida.

Ya van varias quejas reportadas a la policía, en dos de mis clubes por peleas, no sé ni para que les pago a los guardias de seguridad si no están atentos para detener estas estupideces en mis locales.

Fueron cuatro quejas en un solo día y siento que no podre tolerar un error más de esos ineptos.

Para colmo de males, desde ayer no tenía noticias de Leya, lo que por consiguiente es, no saber nada del proyecto "Couleurs", la llame varias veces y cuando por fin contestó, estaba tan molesto por el asco de día que llevaba que lo arruine todo con la muñeca.

Estoy concentrado pensando y arreglando el bulto que me llevare para el viaje, aun no sé cómo arreglar la cagada que cometí con Leya y eso me tiene metiendo las ropas de mal humor en la pequeña maleta.

Me dijo que estaba fuera de la ciudad, ¿Dónde estará, con quién? El simple hecho de imaginarla siendo amable y regalándole una de esas hermosas sonrisas que tiene a alguien más, hace que mi orgullo duela.

Las vibraciones en mi pantalón rompen mi nube de pensamientos.

­­— ¿Qué quieres?

­—Hola bebé, ¿Cómo estás?

­—Bien, ¿Qué quie...

—Cariño, ¿así me saludas?

Ruedo los ojos ante sus cursilerías y suspiro con fuerza.

—Rubia, ahora mismo estoy ocupado, tengo asuntos del trabajo que atender, por si no lo has notado hoy es sábado, fin de semana, es decir, trabajo intenso para Deaclan —le miento con el fastidio saliendo de cada uno de mis poros— No estoy para soportar tus arranques de miel, si no tienes nada más que decir adi....

—No, espera... Vale, ­—Resignada continua— Solo te llame para recordarte que mañana termina la feria anual de vinos y... Deaclan me prometiste que me llevarías este año ya que nunca me dejas ir contigo... Quiero ocupar el lugar que me corresponde como tu futura esposa cariño ­—Tengo que hablar seriamente con mi madre.

Joder, tenía la esperanza de que no se acordara.

Todos los años se hacen ferias y exposiciones sobre los mejores viñedos europeos y gente muy importante esta siempre invitada. Este año la feria es en Polonia.

A pesar de que no me da mucho entusiasmo volver a ese lugar, debo hacerlo, mañana es el último día de la Enoexpo Kracov y tengo amistades que no me perdonarían el no asistir.

—Bien, te recogeré en dos horas, nos iremos en el jet...

—Mmm... bebé la verdad es que ya estoy acá, tuve que viajar ayer, asistiré al evento de un viejo amigo y es hoy, así que viaje antes...

­—Ya.

— ¿Te molesta que haya viajado sin ti cariño? Discúlpame no tuve mucho tiempo para decirte...

—No, para nada, puedes estar tranquila.

—De acuerdo, nos vemos mañana cariño, te enviare la ubicación del hotel donde me hospedo para que no te pierdas. —Dice entusiasmada.

—Aja.

Esta loca si cree que me quedare en el mismo hotel que ella, suficiente será con tener que aguantarla en la feria.

Cuelgo su llamada, llamo a Zev y nos ponemos de acuerdo para irnos a Polonia antes de que caiga la noche. Llamo al aeropuerto para confirmar mi salida en el jet más tarde. Esta será una noche pesada por las horas de trayecto y lo único que me inquieta es la hermosa pelinegra que no sé cuándo vuelva a ver.

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Cataleya Dunner.

Tenía mucho tiempo que no asistía a un evento tan formal como este, a pesar de ser una fiesta de cumpleaños, mi padre se encargó de crear el ambiente para los negocios y veo muchas caras desconocidas al pasar saludando entre los invitados. Supongo, que muchos de ellos, serán amigos o compañeros de trabajo de Brett y de papá.

Llevo un vestido blanco ajustado, de tiras con la parte superior de encaje y una pequeña abertura en mi rodilla izquierda con unas zapatillas de tacón alto del mismo color. Mi pelo siempre ondulado lo llevo totalmente lacio, delineé mis ojos y pinte mis labios color nude. —Color carne—.

La fiesta ya está un poco avanzada, los invitados conversan, algunos bailan al son de la música que suena por los altavoces en todo el lugar y otros se pasean admirando la belleza de nuestro viñedo familiar.

Todo es al aire libre, prepararon un camino de piedras que lleva a una especie de tarima que hace la función del gran salón de baile junto con otro espacio donde están las mesas, el banquete y los meseros yendo de un lado a otro sirviendo bocadillos y bebidas.

No puedo negar que hicieron un gran trabajo en la decoración, todo quedo hermoso y los colores negro, dorado y azul rey predominan en todo el lugar, además de la perfecta iluminación.

Termino de recorrerlo todo y cuando ya creo que ha sido suficiente y estoy por aislarme en una de las mesas, una cabellera rubia llama totalmente mi atención. No me había fijado en ella antes, pero ahora que la veo bien la reconozco al instante.

Viene caminando por el salón del brazo de Brett, por lo visto no hace mucho tiempo que llegó, veo como mi hermano charla con ella felizmente mientras yo me quedo anonada sin saber qué hacer.

—Daisy... ­—Mi susurro es apenas audible, pero por dentro estoy en el punto máximo de ebullición.

­No puede ser...

¿Qué hace ella aquí?

¿Cómo es que Craig permitió que Brett la invitara conociendo nuestra historia?

Ella representa absolutamente todo lo que yo quiero olvidar, no quiero verla, me niego a verla.

Me doy la vuelta quedando de espaldas hacia ellos y veo a Chad acercarse con prisas hacia mí, alzo la mirada y fijo mi vista en los ojos llenos de preocupación que me devuelven la mirada.

­— ¿Estas bien?

— ¿Cómo se supone que lo esté? Joder, últimamente nada bueno pasa en mi vida, pero era de esperar que algo como esto podría pasar, Brett siempre puso en tela de juicio mi versión de los hechos, después de todo, estaba perdidamente enamorado de ella y por alguna extraña razón o solo por fastidiarme más la existencia, papa siempre la adoró, aun no entiendo como no pensé en esta posibilidad antes. Craig no iba poder contradecir a nuestro padre.

­—Tu respiración está hecha un asco conejito, si no la controlas en este momento, tus hermanos y sobre todo Craig sabrán que algo te pasa, tu padre no perderá la ocasión para reprenderte.

—Estaré bien Chad, no es como si me fuera a colgar de las lámparas por ello.

Me alejo de donde están, percatándome de que aún no me ha visto, me acerco a la mesa donde se encuentran mis padres y me siento, seguido de Chad. Pedimos unos bocadillos y logro entretenerme hablando con algunos de los invitados.

Gracias al altísimo, la fiesta siguió su curso normal. Cuando por fin ella tomo reparos en mí, cada tanto tiempo sentía su mirada sobre mi esqueleto, pero la ignore completamente. Baile con mis hermanos y con Chad, bebimos y juntos disfrutamos de la gran fiesta. Después de todo no iba permitir que su estúpida presencia provocara un desastre en el cumpleaños de mis hermanos.

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Anónimo.

Cracovia, Polonia

Tomo de mi copa y con lentitud saboreo su delicioso sabor. Me siento en la cama esperando tener noticias, sorbo una vez más y las vibraciones me distraen.

Sonrió al ver el mensaje.

Joder, como desearía estar allí, abrazarte y de una vez por todas hacerte mía sin contemplaciones, como sé que tanto te gusta bonita.

Acaricio la pantalla sobre su foto y paso al siguiente mensaje.

Todo está en orden señor, usted solo mande...

—Ya llegara nuestro momento... no te desesperes bonita, ya voy por ti.

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Deaclan Müller.

Aeropuerto de Polonia.

Salí de Marsella a las cinco de la tarde y apenas hace un momento llegue a Polonia. Bajo las escalerillas que me permitirán tocar suelo polaco con mi bulto en mano.

Después de tres largar horas de vuelo lo que menos quiero es conducir durante tres horas más, que es lo que dura el viaje de la hermosa capital de Polonia a Cracovia, un poblado pueblo al sur del país, me dirijo a la avenida principal y me subo a uno de los taxis.

La feria suele durar tres días, por la mañana se hacen exposiciones sobre su historia, se dan charlas, conferencias sobre nuevos proyectos tecnológicos aplicados al campo de la viticultura y demás, en las noches se celebran fiestas, los mejores vinos son subastados, muchos lo ven como una oportunidad para beber y emborracharse hasta el desmadre, otros como yo, lo ven como una oportunidad de hacer nuevos negocios.

Se suponía que Zev viajaría conmigo, los dos estamos invitados a la feria, pero como ven el muy bastardo me dejo tirado, me llamo cinco minutos antes de subir al avión, con una pobre excusa y diciendo que me explicaría todo más adelante, la verdad solo espero que no esté metiéndose en líos porque no estoy dispuesto a sacar su culo de los problemas en los que él solito se mete.

Llegue casi a la medianoche al hotel Lucksus, en Cracovia y me instale de inmediato. Viajar es un dolor en el culo, más cuando la rubia no para de escribir.

Con un hambre voraz salgo de la habitación y me dirijo al restaurante del hotel que trabaja las veinticuatro horas. Elijo una de las mesas más apartadas, aun siendo de madrugada, muchos de los huéspedes del hotel están picando bocadillos y otros bebiendo mientras hablan animadamente con los demás.

Me acomodo y una mesera se acerca.

­— ¿En qué le puedo servir, señor? —me dice con una sonrisa coqueta y a pesar de que no puedo negar que es bonita, no causa absolutamente nada en mí.

Últimamente mi cuerpo solo anhela a cierta pelinegra respondona, una muñequita bravucona a la que muero por darle par de nalgadas.

A pesar del hambre que llevo pido algo ligero para cenar ya que está muy tarde y no acostumbro a comer nada pesado después de las 7: 00 p.m. Despido a la mesera de la manera más distante posible y por segunda vez en el día, mi teléfono vibra sacándome de mis pensamientos, espero sean las noticias que llevo toda la noche esperando.

Saco mi móvil del abrigo y por primera vez en todo el día sonrió al leer los mensajes en la pantalla.

"Te tengo noticias, tu muñequita está en Cracovia, visita a sus familiares y se quedará para la feria."

- ¿Cómo sabes que estará en la feria? ¿Qué tan fiable es esa información? ¿Cómo la conseguiste?-

-"¿Acaso dudas de mis capacidades sweetie?"- Me responde

- No seas imbécil solo no quiero que me vengas con estupideces después.-

"Puedes respirar tranquilo, tengo una fuente MUY confiable ;) No hay duda de que eres un suertudo hijo de puta."

Sonrío ladino y todo mi día se acaba de arreglar.

El destino esta de mi lado, aunque aún no lo sepas

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