capítulo 5

Bajé al despacho, busque en el cajón y ahí estaba el bendito contrato listo para que esos Americanos lo firmarán.

Escuché el auto de mis padres, estaba demasiado cansada como para oír reproches así que me quede ahí mismo para no taparlos de camino a mi habitación.

No estaba muy lejos pero si lo suficiente para que me alcanzaran en las escaleras. Estoy con pasos de tortuga así que mejor no me arriesgo.

Mi padre y Eber se pusieron a hablar en el pasillo.

— ¿Qué oferta te hizo Estéfano?. — Su voz sonaba enojada y preocupada.

— Quiere que unamos las empresas en una sola.— Respondió mi padre.

— ¿Qué quiere a cambio?. — Parece que Eber no confía para nada en ese sujeto.

— ¿Porqué piensas que quiere algo?.

— Un tipo como el no hace una oferta de ese tamaño solo porque si.

— Te lo diré si prometes no interferir.

— Está bien lo prometo.

— Quiere casarse con tu hermana.

¿Escuché mal?, ¿ese tipo quiere casarse conmigo?, pero si me acaba de conocer.

— ¿Cómo puede querer algo tan absurdo?.

— Se que es absurdo pero si lo pensamos bien es un buen trato le conviene a ambas empresas.

— Natalia no aceptará, parece que no la conoces.

— Porqué la conozco es que estoy preocupado.

Si papá debes preocuparte. Yo jamás aceptaré un matrimonio por conveniencia.

— Dejen de hablar y vamos a dormir. — Dijo mi madre.

Escuché sus pasos mientras subían las escaleras. Eber tenía razón, ese tipo es un idiota de primera, ¿cómo se atreve a proponerle un trato tan absurdo a mi padre?.

¿Y mi padre como se atreve a siquiera considerar su oferta?.

Mejor dejo de perder la noche pensando en estupideces y voy a descansar para estar al 100 en la reunión de mañana.

Al día siguiente mi alarma sonó a las 6 de la mañana. Me levanté y fuí al gimnasio. No piensen que tengo un cuerpazo sólo porque si. Aunque hay veces que me gustaría no tenerlo, tal vez así los tipos cómo el señor Ocampo no se fijarían en mi.

No importa. Terminé mi rutina y fuí a darme un baño, al terminar elegí un atuendo para la reunión y me maquille sin exagerar. Después bajé a desayunar.

— Buenos días amor, mira lo que te llegó. — Mi madre me mostró un arreglo de flores.

— María ya sabes dónde va eso. — Le dije a la señora que se encarga de la casa.

— No leerás la tarjeta, ¿no tienes curiosidad por saber quién te las envío?. — ¿Mi madre no me conoces o aún no pierde la esperanza de que un día abriré esas odiosas tarjetas.? Me inclinó por la segunda.

— No me interesa, seguro que es otro de eso chicos que piensa soy el amor de su vida y estupideces como esa.

— ¿Cuándo dejaras de alejar a todos los chicos que se interesan en ti?.

— Cuándo ellos dejen de interesarse en mi. Entonces querida madre, ya sabes que mi corazón es solo tuyo, de Eber y un porcentaje muy pequeño de mi padre. Ahora sí me disculpas me voy al trabajo. — Me levanté, le dí un beso en la mejilla y caminé a la salida de la casa.

— No será que todavía estás enamorada de Yair Gallego. — Ese nombre hizo que estuviera mis pasos.

Mamá sabe que no me gusta hablar de él y aún así lo menciona.

No es que el me haya echo algo malo, al contrario siempre fue un ángel, pero pensar en el me hace extrañarlo.

— Mamá por favor no vuelvas a decir ese nombre. — La ví con una sonrisa, dejándole claro que estaba enojada. — Ya me voy.

Mientras manejaba mi auto empecé a recordar esa época de mi vida.

...Flashback....

3ro de primaria.

Yo era una chica muy problemática, grosera, irresponsable y con mis neuronas apagadas.

Vivía en México con mi mamá que era asistente de un político muy importante.

Me daba todo lo que necesito pero casi nunca está en casa, sale a las 8 de la mañana me deja en la escuela y la niñera pasa a recogerme.

Hablando de ella.

Un día me olvidó en la escuela y yo me puse a llorar.

Y ahí llegó el chico que se convertiría en mi héroe y primer amor.

Yair: ¿porque lloras?.

-- Déjame en paz, seguramente solo viniste a burlarte de mi. 😭😭

Yair: Claro que no, vine porque te ví llorar y me preocupe.

Se oía tan sincero que tuve confianza.

-- Mi niñera se olvidó de mi y tengo miedo de volver a casa sola. 😭😭

Yair: ¿recuerdas tu dirección?.

-- Si.

Yair: Mi chófer y yo te llevaremos.

-- ¿De verdad?.

Yair: claro, vamos.

Subí a su auto y en el camino me regaló chocolates, dijo que eran sus favoritos y por casualidad también eran los míos.

Después de ese día no volví a estar sola gracias a el que se volvió mi único amigo y me enamore de el.

No me juzguen, era el niño más lindo y amable de toda la escuela, siempre me ayudaba a resolver las cosas que yo no entendía, (que era casi todo). Me llevaba a casa todos los días, comíamos juntos, me contaba chistes, en mi cumpleaños me invitaba a comer helado o lo que yo quiera, cuando jugaba fútbol yo lo observaba al anotar un gol le sonreía y el me correspondía de la misma manera.

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