capítulo 9

— Me habían contado que eras hermosa pero se quedaron cortos al describir tu belleza. — El señor Patricio era el único que parecía amable en esta familia.

— ¿De que sirve ser bonita si no tienes educación.? — Dijo Verónica en un tono tan bajo que sólo yo pude escuchar. Está señora si que me odia y lo mejor de todo es que me da exactamente lo mismo.

— También escuché que ganaste el premio a la empresaria del año. Te felicito, Ernesto te sacaste la lotería con tu hija. — Patricio seguía con su amabilidad. Es el único que sabe decir cosas buenas.

— Lo sé, ella y Eber son mi mayor orgullo.

¿Su mayor orgullo?, si como no, si siempre le han importado más sus negocios que su familia.

— Me gustaría que Natalia fuera mi nuera.

¿Su nuera?, el hijo y el padre igual de locos. Mamá has algo ya. Te lo suplico, le dediqué una mirada a ella.

— Mi hija no tiene planes de casarse, quiere enfocarse en su carrera por ahora

Gracias mami, eres mi héroe.

— Las mujeres no necesitan enfocarse en su carrera, para eso está el esposo para mantenernos mientras nosotros educamos a los hijos.

Ya que se dedicó a criar a sus hijos mínimo debió hacer un buen trabajo pero los educó pésimo.

— Eso era antes, ahora las mujeres también pueden hacer grandes cosas por ellas mismas.

Jajaja. La hizo ver cómo una anticuada. 👏👏👏Bravo madre demuéstrale a esta mujer que vive en el siglo pasado.

— Ya me di cuenta porque tu hija es tan rebelde.

— Creó que es la mujer indicada para mí hijo. — Al parecer el señor Patricio está muy interesado en mi.

— Es una lastima que su hijo no sea el indicado para mí.

Eber se ríe pero al instante se calla porque mi papá le lanza una mirada matadora.

— Supe que cerraron un negocio muy importante con los chinos. — Mi padre sacó un tema que nada que ver. Pero me da igual. El tema anterior no era de mi agradó.

Después de que esa incómoda cena terminará y esa familia saliera de mi casa me fui a dormir.

Narra Estéfano.

Llegamos a nuestra casa.

— ¿Cómo se atreve esa niña a tratarte así?. — Mi madre estaba muy enojada.

— Supongo que cada quien obtiene lo que se merece. — Nicolás se estaba haciendo el gracioso.

— Si no vas a decir nada inteligente cállate. — Me ordené.

— Me gusta su carácter pero siento que será una esposa problemática. — Al parecer el único que decía cosas coherentes era mi padre.

— Yo me voy a encargar de mantenerla a raya.— Ese es mi propósito. Qué no piense aguantaré ese carácter que se carga.

— Esa mujer no es para tí, yo sé lo que te digo.— Qué novedad. Mi madre dice eso de todas las chicas que me conoce.

— Tal vez no te cae bien pero me enamore de ella y la quiero como esposa. — No sabía si estaba enamorado. Lo único que sabía era que la deseaba, y si no saciaba pronto ese deseó haría una locura.

— Yo te apoyo siempre y cuándo prometas darme nietos apenas te cases.

— La follare todos los días hasta dejarla embarazada. No me va costar mucho trabajo.

Mi padre negó con la cabeza. No le gustó mi forma de expresarme.

— Siento que está se te va escapar. — Dijo mi hermano con burla.

— Yo estoy seguro de que no.

— Espero que ella no te acepte porque no me gusta para ti. — Mi madre también estaba de pesimista.

— Y yo espero que tu la aceptes cuando se case conmigo.

Narra Natalia:

Después de la incómoda cena que pase ayer, estoy teniendo un desayuno bastante lindo. Mentira, ese debería ser el caso pero en lugar de eso sólo escuchó reclamos y una orden que me niego a cumplir.

— Cásate con Estéfano. — Dijo mi padre de modo autoritario.

— No. — Si el es autoritario yo también. De tal palo tal astilla.

— ¿Qué pero le pones?, el es guapo, rico, poderoso y un gran empresario, en pocas palabras el hombre perfecto.

-- Si es tan perfecto, cásate tu con el.

— Insolente.

— Basta papá. — Eber intervino. — No la presiones.

— Natalia no quiere casarse y no la vamos a obligar. — Mi madre también estaba de mi lado.

— Qué Natalia sea tan rebelde es tu culpa, no supiste educarla. — Ese comentario en verdad me hizo enfadar.

— No tienes derecho a reclamarle nada, por si no lo recuerdas tu nos abandonaste y 17 años después apareciste de la nada.

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