Desperté agitada y transpirando, me dirigí al baño para lavarme la cara, cuando lo hice salí y me dispuse a buscar mi teléfono; fue ahí cuando recordé que las chicas lo tenían junto con mis otras cosas. [Podría ir por ellas mañana ya que es sábado] pensé, pero al recordar que soy muy dependiente de mi teléfono y no duraría ni una hora sin él, decidí ir a buscarlo. Me duché, luego me vestí con una camiseta blanca con una calavera estampada en lentejuelas plateadas, unos jeans ajustados negros rasgados, mis converse negras y mi fiel chaqueta de cuero con taches plateados en los hombros.
Tomé mis llaves, les dije a mis hermanas que volvía pronto y me dirigí a casa de Jenny ya que probablemente ella tenga mis cosas. Iba con mi mirada en el suelo pero con mi mente en otro lugar no me fije que ya iba llegando a casa de Jen. Al llegar toqué la puerta y me abrió su padre. Ese hombre es muy estricto y gruñón.
— Buenas tardes, ¿Está Jenny? — pregunté con el tono mas educado que pude.
— Sí, ya la llamo. — lo dijo demasiado amable para ser su padre. El se retiró de la puerta y Jen salió.
— Rachelle, ¿Qué haces aquí? Se supone que tienes que descansar. — se exaltó un poco.
— Se supone. — le dije burlona. — ¿Tú tienes mis cosas? - pregunté.
— No, las tiene Alex. — me respondió.
— Está bien, voy por ellas, te hablo luego. — me despedí con un beso en la mejilla.
— De acuerdo, cuídate. — me di la vuelta mientras ella cerraba la puerta de su casa.
Me encaminé a la casa de Alex que quedaba a una cuantas cuadras de la casa Jen, al llegar toqué la puerta y ella abrió.
— Hola Rache, ¿Qué haces aquí? — me preguntó con una gran sonrisa.
— Vengo por mis cosas. — respondí sonriente.
— ¡Oh, claro! Pasa. — me dijo. Entre y ella me indicó que me sentara en uno de los sillones de la sala de estar. — Ya traigo tus cosas, espera aquí. — me dijo para ir hacia las escaleras y comenzar a subirlas, en eso, David, el hermano mayor de Alex, sale de la cocina comiendo.
— Hola, Rache. — saludó con la boca llena.
— ¿Sabes? Si sigues comiendo tanto, la próxima vez que bajes las escaleras será rodando. — bromeé.
— Y tú si sigues así de delgada te vas a desaparecer. — reí y él me copió.
— Dave, necesito que me ayudes a interpretar una visión y un sueño. — le dije algo seria por lo que se vio preocupado. Olvidé mencionar que el también sabe de mi situación ya que también es vidente y puede interpretar tanto visiones como sueños, me ha ayudado mucho desde que se lo conté.
— Cuéntame, ¿Qué es? — preguntó preocupado.
— No ahora, tengo que llegar a casa pronto.
— Entonces, escríbeme.
— Claro.
— Mira, aquí tienes. — dijo Alex después de entrar a la sala de estar y luego extendió su brazo ofreciéndome mi bolso.
— Gracias. — dije mientras agarraba mi bolso.
— ¿No te quieres quedar un rato? — me propuso. — Supongo que David se comió todo lo que había en la cocina, pero te puedo preparar algo.
— No, no te preocupes, le dije a las chicas que no tardaría.
— Oh! Bueno, otro día será. — me sonrió
— Así es — le sonreí. — Bueno ya me tengo que ir, hablamos luego. — me despedí de ella con un beso en la mejilla. — Y no comas tanto, David.
— ¡Déjame ser feliz, mujer! — exclamó con la boca llena, Alex y yo reímos y salí del lugar.
Iba caminando mientras revisaba mi teléfono en caso de que mi madre me hubiera llamado hasta tropecé con alguien, alce la vista para encontrarme con un chico de cabello castaño y ojos rojos (lentes de contacto me imaginé), tez clara y con una cicatriz en su brazo izquierdo, la pude ver ya que llevaba puesta una camisa de manga corta. Muy lindo a decir verdad, pero, lo que tiene de lindo lo tiene de torpe, ya que al chocar hizo que dejara caer mi teléfono.
— ¡Hey! Ten mas cuidado. — Hablé molesta.
— ¡Oh! Cómo lo siento linda, iba distraído. — me dijo apenado mientras levantaba mi teléfono, luego me lo entregó, lo revise y me alivie al ver que encendió y todo en él parecía estar en orden.
— Tienes suerte, si le hubiera pasado a mi teléfono tendrías que haberme comprado uno nuevo.
— En serio, lo siento. — se rascó la nuca.
— Esta bien, me tengo que ir.
— Tambien yo, fue un gusto chocarme contigo. — sonrió.
— Mi teléfono no piensa lo mismo, pero gracias, creo. — sonreí de vuelta.
Seguí mi camino y al cabo de dos minutos aproximadamente ya estaba frente a mi casa, abrí la puerta, entre y luego la cerré, salude a las chicas para luego subir a mi habitación, al cerrar la puerta mi teléfono sonó dudé un poco al ver que era un número desconocido pero al final respondí.
— ¿Hola? — pregunté esperando una respuesta pero solo se escuchaba la respiración de la persona en la otra línea. Seguí intentando durante unos siete segundos para después colgar. Me senté en mi escritorio para ordenar los cuadernos y libros que había recogido de la casa de Alex y como si se tratase de telepatía mi teléfono sonó y era ella. Contesté.
— Hola Rache, ¿Cómo estás?
— Bien, ¿Y tú?
— Bien, oye, cuando te fuiste de mi casa ¿No viste nada raro al salir ni en el camino? — sonaba nerviosa.
— ¿Raro como qué? — le pregunté extrañada.
— Pues, ahm, no sé, si tuviste una visión, si viste un fantasma, o algo así. — rió nerviosa.
Pude notar que algo pasaba, ella jamás se refiere a los "fantasmas" de esa manera, ella por lo general los llama "entes de luz", si su aura es buena, y si es mala "entes de oscuridad", el hecho de que los acabe de llamar así me despierta cierta inquietud.
— No, sólo me topé con un chico muy lindo. — dije un tanto graciosa.
— Ahm, ¿Cómo se veía el chico? — ahora su voz se tornó preocupada.
— Pues, su cabello era castaño, sus ojos de color rojizo, lo cuál es algo raro pero le quedaban muy bien, y tez blanca, súper lindo, pero el estúpido me chocó e hizo que tirara mi teléfono.
— ¿Tenía una cicatriz en el brazo izquierdo? — me preguntó alarmada.
— Sí, ¿Cómo lo sabes? — pregunté extrañada y asustada.
— ¡Por los Dioses! Rachelle, cierra todas la ventanas y puertas con llave, no preguntes por qué, solo hazlo y cuida a tus hermanas. — suspiró. — Ya vamos para allá. ¡David, la encontraron! — esto último se escuchó lejos del telefono y luego cortó la llamada, en realidad se oía preocupada y yo me quedé unos cinco segundos procesando lo que me había dicho. Después de reaccionar hice todo lo que Alex me dijo, mientras que mis hermanas me miraban confusas pero yo seguía cerrando con llave todas la posibles entradas de la casa, sabía que no era una broma, ni Alex ni Jen hacen algo como eso, además, al haber crecido juntas siempre me han protegido de todo. Cuando estaba en primer grado y mis compañeros me molestaban, yo quería golpearlos pero ellas los golpeaban y se metían en problemas por mí, no fue hasta entonces que me pregunté el porqué de su sobre protección, me preguntaba porque han hecho todo eso por mí y con que objetivo.
En fin, ya cuando tenía todo cerrado con llave me senté en la mesa de desayuno de la cocina mientras me hundía en mis pensamientos. Me puse a pensar para que iban a venir mis amigas, ¿Qué tan malo era que me hubiera topado con aquel chico? Por más que intentaba hallar una causa lógica por la cual Alex se puso tan nerviosa y preocupada al decirle lo de ese chico, no la encontraba. En ese instante sonó el timbre y fui a abrir pero primero me aseguré mirando a través de la ventana que sí eran la chicas y David, cuando ellos entraron, yo cerré la puerta volviéndole a poner toda la seguridad que tenía. Jenny empezó a revisarme mientras Alex y David revisaban toda la casa. Mis hermanas estaban más confundidas que nunca, se les notaba en la cara las miles de preguntas que tenían acerca de lo que estaba pasando, las entendía a la perfección ya que ni yo sabia que rayos estaba pasando.
— Jen ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es tan grave? — pregunté un tanto desesperada ya que su comportamiento me ponía nerviosa. Ella no me contestó, solo fue junto con Alex y David.
— Rachelle ¿Qué pasa? ¿Porqué están actuando así? — me preguntó Nataly preocupada.
— No lo sé.
— Tenemos algo que decirles. — jamás había visto a Jen así tan seria y preocupada a la vez al igual que Alex y David, debo admitir que en ese momento me preocupé. Me preguntaba a mí misma una y otra vez.
— Por favor tomen asiento y escuchen lo que les vamos a decir sin preguntar nada. — dijo Alex con un semblante serio. Mis hermanas y yo nos sentamos en el sillón grande de la sala de estar de mi casa mientras David permanecía en silencio y Alex y Jen se miraban como cediéndose la oportunidad de hablar, al final Jenny fue la que habló.
— Rachelle, estás en peligro. — inició a hablar Jen. — Y todas las personas que están a tu alrededor también lo están. — ahora su voz era nerviosa. — Eres especial Rachelle, eres muy poderosa, tanto, que muchos matarían por tenerte.
— Hay personas que te están buscando, son malas y es más que seguro que te harán daño. — añadió Alex.
— ¿Cómo que estoy en peligro? ¿Qué personas? ¿Y cómo que me harán daño? ¿De qué rayos hablan? — dije algo histérica, cualquier persona en su sano juicio sabe que si alguien dice que estás en peligro significa que es algo malo, muy malo.
— Rache, eso es lo único que podemos decirte además de que no te alejes de nuestro lado. — dijo Alex.
— Chicas, prometo intentar comprender todo lo que me digan y no reaccionar con tanta histeria. — hice una pausa. — Por favor, necesito que me digan que es lo que está pasando.
— Bien, pero a solas. — me dijo Jenny, yo asentí, fui hacia mis hermanas y le dije que ya volvía, luego, Alex le indicó a su hermano que cuidase de Nat y Megan, yo comencé a subir las escaleras junto con Alex y con Jen y entramos a mi habitación...
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Comments
El lector 😸😸
Oh Wow pobre Nataly vaya que este capítulo se puso muy interesante Jeje cada vez que Leo me gusta más esta obra/Joyful//Joyful//Joyful//Joyful//Joyful//Joyful//Joyful/
2024-05-25
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Hada del bosque
Quienes la encontraron 😱?????
2024-05-17
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Grasiz Venegas Beroiza
Guauuu... Que está pasando aquí? 😱🤔
2024-04-07
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