Alas Negras: La Profecía
...PERSONAJES:...
🌙Rachelle Anderson: 17 años, carismática, amable y astuta, no tolera que nadie le ponga el más mínimo problema a quienes ella aprecia y es una justiciera a morir.
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🌙Nataly Anderson: 18 años, hermana mayor de Rachelle, responsable, estricta, un poco mandona y se divierte cuando se lo propone.
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🌙Megan Powell: 15 años, hermanastra de Rachelle y Nataly (aunque ellas prefieren el termino "hermanas"), es alegre, divertida, graciosa, reina de las selfies y redes sociales. No duda en demostrale su amor a sus seres queridos, lo que, en ocasiones, les resulta fastidioso a sus hermanas.
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🌙Jenny Hewson: 16 años, mejor amiga de Rachelle, es alegre, divertida, responsable, tiende a ser hostil con las personas que no le agradan.
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🌙Alexa Foster: 17 años, mejor amiga de Rachelle, es divertida, olvidadiza, sabe cómo romper las reglas y no tiende a seguir ordenes salvo que se trate de Rachelle.
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🌙David Foster: 20 años, hermano mayor de Alexa y amigo de la familia Anderson-Powell desde hace años, la responsabilidad es su fuerte aunque en ocasiones se descomplica, es muy maduro pero la mayor parte del tiempo saca su niño interior.
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🌙Vivianne Ackerman: 18 años, divertida, carismática e inteligente, la valentía es algo que la describe muy bien y sabe defenderse ante cualquier situación.
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🌙Damond: Su edad es uno de los más misteriosos secretos sobre él, demonio secuaz del rey universal de las tinieblas desde su niñez, no tiene corazón y disfruta hacerle daño a cualquier ser viviente.
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🌙Christopher: Hijo del diablo, cuando desea algo se dispone a obtenerlo cueste lo que cueste y quién se interponga al instante se convierte en un rival al cuál liquidar.
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†PRÓLOGO†
Las campanas y trompetas comenzaron a sonar y todos en Merest se preparaban para lo que era una posible destrucción mundial.
— Mi reina, estudié a detalle las estrategias y a menos que ocurra un milagro podremos salir vivos de esto. — habló el soldado preocupado.
— Hay que luchar con todo lo que tengamos. — contestó la reina decidida.
— Zaigon tiene tropas que nos superan en número, demonios poderosos que ya han destruido las costas del sur y casi la mitad del reino vecino y ni sus más fuertes soldados han podido detenerlos. Es imposible ganar. — afirmó desesperado el joven de cabello rubio.
— Te equivocas, aún existe una solución. — contestó pensativa.
— ¿Qué tiene en mente, majestad?
— Khalixa predijo que esto pasaría, si hacemos exactamente lo que dicta la profecía existe la probabilidad de salvar el reino. — habló con seguridad. — ¿Estarías dispuesto a llevar a mi hija al planeta Tierra y cuidarla?
— Por supuesto, mi reina.
— Te agradezco. ¿Dónde está Avael?
— Preparando a la tercera tropa, majestad.
— Dile que lo necesito. — ordenó.
— Enseguida. — respondió y se dirigió al salón del trono.
De camino veía a los obreros llevando el ganado al refugio y a la cocineras y sus hijos llevando comida hacia este. Todo era un completo caos. Al llegar abrió el gran portón y caminó hacia el rey.
— Disculpe majestad, pero la reina solicita su presencia. — habló decentemente.
— De acuerdo. Dominik, estás a cargo mientras no estoy, prepara a todos. — ordenó con voz fuerte.
— Como ordene, majestad.
El fiel soldado y el rey se dirigieron a la sala familiar.
— Querida, ¿estás bien? ¿Cómo están las niñas? — preguntó un poco angustiado.
— Están bien, no te preocupes. Leonardo, déjanos a solas, por favor. — pidió cabizbaja y el soldado de ojos verdes se retiró sin decir nada.
— ¿Todo está bien? — preguntó el rey.
— ¿Recuerdas la profecía de Kalixha? — preguntó tristemente. El rey asintió temeroso. — Hay que hacerlo — dijo decidida.
— No. Me niego a enviar a una de mis hijas a un mundo el cuál no tenemos el suficiente conocimiento, no sabemos como interactúan esos seres ni si son agresivos ¿qué haremos si le hacen daño? Lo que queremos es que ella... — fue interrumpido.
— Estará bien, créeme. Leonardo conoce muy bien ese mundo y aceptó ir y cuidar a nuestra hija. — afirmó.
— Debe haber otra solución. Intentemos otra cosa. — sugirió con voz quebrada.
— ¡No hay tiempo! No tenemos de otra. — contestó desesperada. — Si queremos que esté bien eso es lo que hay que hacer. Además, Zaigon no descansará hasta vernos muertos y a nuestra hija haciendo el mal. — añadió con enojo. La reina se dirigió a la puerta del gran salón seguida por el rey, al otro lado del pasillo estaba el joven soldado esperando por sus ordenes.
— Leonardo, acompáñanos. — ordenó el rey y el chico obedeció, llegaron a una de las habitaciones reales, a cada lado de la gran puerta de mármol había un guardia. Entraron a la habitación y en esta habían siete guardias más y dos criadas al cuidado de las princesas, a un lado de la habitación había una pequeña cuna donde descansaban las dos mellizas, una con el cabello color oro, ojos celestes y tez clara mientras que la otra poseía unos bellos ojos grises, cabello oscuro y tez morena, ambas con un par de pequeñas alas aplumadas. La reina tomó en brazos a la pequeña de ojos grises y entonces le lanzó un hechizo, al instante las pequeñas alas de la princesa se fueron encogiendo al punto de no ser visibles.
— ¿Qué le hiciste? — preguntó el rey.
— Los habitantes de la Tierra son simples, no poseen ninguna habilidad especial o poder así que suprimí sus poderes para que lleve una vida plena y tranquila. — contestó la reina mirando con dulzura a la pequeña. — ¿Crystal, tienes el collar? — preguntó a una de las criadas, una joven de cabello castaño, ojos color vino y tez clara.
— Sí, majestad. — respondió la bella joven. De uno de los bolsillos de su delantal sacó un pequeño cofre negro con una luna de plata en medio, al lado de esta un sol de oro y estrellas de bronce incrustadas por todo el cofre, la reina lo abrió y sacó un collar de plata con un dije en forma de luna, en medio de esta había un pequeño círculo de color azul puro, la reina recitó unas palabras, de su mano salieron destellos azules que se dirigieron al dije y luego se lo puso a la pequeña.
— Asegúrate de que no se lo quite jamás, ahora, cada vez que lo vea con pureza recordará su esencia. — le dijo al soldado y en eso las puertas del salón se abrieron bruscamente.
— Madre, Padre, ya están aquí. — habló el joven primogénito real con voz temblorosa anunciando la llegada de la oscuridad. El rey tomó en brazos a la princesa de cabello de oro y todos los presentes en la habitación salieron de esta, las criadas se dirigieron al refugio y los reyes con las mellizas en brazos se dirigieron al jardín trasero seguidos por el príncipe, el soldado y los guardias. Más allá se veía llegar a la oscuridad destruyendo todo a su paso así que los reyes se apresuraron, llegaron a un túnel de árboles y siguieron por este hasta llegar a un marco de piedra con inscripciones de oro escritas en ella.
— Sé que ahora no entiendes porqué hacemos esto pero estoy segura de que algún día lo harás. — le dijo la reina en un llanto de enojo mientras la pequeña sonreía inocentemente.
— Te amamos, hija. — el rey habló y luego le besó la frente dulcemente. El príncipe se acercó, le plantó un tierno beso en la mejilla y se alejó, entonces, la reina extendió la princesa a los brazos del joven soldado.
— Cuídala bien, te lo imploro. — pidió la reina con voz quebrada.
— Lo haré con mi vida. — contestó el joven para luego entrar al portal y dirigirse a aquel mundo extraño....
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Antes que nada quiero resumir el contenido; será la primera parte de una trilogía llena de fantasía, acción, misterio, aventura y romance con una pizca de humor y un toque de sucesos paranormales, todo ambientado en un entorno moderno y uno que otro flashback al pasado.
También quiero destacar que si tienes sugerencias, elogios, entre otras, no dudes en mandarme un mensaje por inbox, tomaré todo en cuenta y dedicaré capitulos.
Bueno, eso es todo, espero que disfruten Alas Negras: La Profecía. Y recuerda, no todo es como lo ven tus ojos. 💙
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†CAPÍTULO 1†
Diecisiete de febrero, un día totalmente normal como cualquier otro, recién habían iniciado las clases y aún no me acostumbraba al ritmo de la escuela. El despertador sonó a las 5:55 am como era de costumbre, me puse de pie, salí de mi habitación y fui a la de mi madre, Karen Griffin, directora y fundadora de una cadena de ropa que ha comenzado a adquirir fama en los últimos años: Griffin's Studios. Ella le pidió el divorcio a mi padre después de encontrarlo por tercera vez en un prostíbulo. Él intentó defenderse con la excusa de que la relación ya no era lo mismo, que la llama se había apagado por culpa de mi madre ya que lo había descuidado por su trabajo. No la culpo, ahora es independiente, creo que fue lo mejor para los dos; él es arquitecto y ella toda una ejecutiva. En fin, cinco años después conoció a Jonny Powell con quien se casaría un año después, al año siguiente nació Danny, dos años después Violet y luego de otros dos años nació Isabelle (lo sé, no perdieron el tiempo). Se le veía cansada, pues últimamente había estado diseñando los trajes para una feria de moda importante en Nueva York. Luego fui a la habitación de mis hermanos menores Danny, Violet e Isabelle, también estaban dormidos.
Baje a la cocina para ver que podría desayunar, abrí el refrigerador y me quede un tiempo mirando que podría comer pero mi mirada se perdió y anduve así un por un rato hasta que unos pasos provenientes de las escaleras me hicieron reaccionar, cerré el refrigerador y en eso escucho una voz que conozco perfectamente, Megan.
— ¿Quién está ahí? — su voz se oía adormilada y a la vez asustada.
— Megan, soy yo; no te asustes. — al decir eso ella terminó de bajar las escaleras y su rostro irradiaba alivio.
Megan es la más asustadiza entre Nataly, ella, y yo, lo cual es raro ya que ella es la más espontánea y risueña.
— ¿Qué haces aquí? — me dijo ella mientras rascaba su ojo derecho.
— ¿No es obvio? Busco algo para desayunar. — le dije un tanto seca, me pongo mal humor cuando no duermo bien.
— Alguien se levanto de mal humor hoy, ¿No es así? — me dijo Megan con sorna, yo solo la ignoré y comencé a subir las escaleras. — Veo que sí. — añadió.
En todo el mundo solo tengo dos amigas, Jenny y Alexa, ellas son como otras hermanas para mí. Las conocí en mi fiesta de seis años, ellas eran nuevas en el vecindario así que quise invitarlas a dicha organización, después de comer pastel salimos a jugar al patio trasero y fue tanta la diversión que tuvimos esa tarde, que cada día sin falta nos reuníamos en el patio trasero, nos volvimos demasiado unidas y a los siete años nos prometimos ser mejores amigas por siempre, definitivamente invitarlas a mi fiesta fue una de las mejores decisiones que he tomado.
Subí a la segunda planta y entré a mi habitación para luego agarrar mi toalla, entré al baño y me duche, salí, me apresuré en alistarme, lo que implica ropa, cabello y un poco de maquillaje.
Mis hermanas y yo ya estábamos listas así que comenzamos a desayunar cereal, cortesía de Nataly, algo rápido para el poco tiempo que teníamos. Luego arreglamos las habitaciones e hicimos los deberes que teníamos que hacer antes de irnos a la escuela. Ya estando listas nos encaminamos a la escuela, no sin antes dejarle el desayuno de mi madre, mis hermanos y de Jonny en el horno. Llegamos y todo es lo típico: Nataly se reúne con sus amigos, Megan igual y no puede faltar mencionar que ella es una de las populares de la escuela, y yo me reuní con Jenny y Alexa. Caminamos hacia nuestros casilleros con varias miradas clavadas en nosotras, y uno que otro chico se nos quedó mirando embobado, no es por presumir pero las chicas y yo estamos muy bien físicamente.
Abrí mi casillero y miré el horario de asignaturas, luego empaqué los libros correspondientes a las clases de las 3 horas antes de descanso: (historia, matemáticas y lenguas) y cuando estaba apunto de cerrar mi casillero...
~Estaba en el campus de la escuela pero solo estaba yo, había neblina y no alcanzaba a ver casi nada, no sentía frío pero mi cuerpo me temblaba, anduve el la misma posición por un tiempo indefinido hasta que siento que alguien toca mi hombro, al girarme me topo con un chico de cabello blanco como la nieve, ojos azules, piel pálida y con una belleza sobrehumana, me quede pasmada mirándolo a los ojos mientras el hacia lo mismo y se iba acercando a mí, cuando me di cuenta de que estaba a tan solo unos centímetros, me puse un poco nerviosa y retrocedí unos pasos.
— ¿Tan nerviosa te pongo? — aquel chico con extremada belleza me miro con picardía pero a la vez con cariño.
— ¿Quién eres? — me atreví a preguntarle.
— Soy Sieral. — me guiñó el ojo y me miró coqueto.
— Y, ¿qué quieres? — ya estaba poniéndome muy nerviosa y a la vez molesta.
— Es fácil. — se acercó a mí y me tomó de la cintura. — Te quiero a ti. — susurró.
Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuello y columna vertebral.
— ¿P-por qué? — tartamudeo.
— Tranquila querida, no puedo responder eso por ahora, debo irme.
— No, espera. — quería saber más de él, pero sólo me evadió.
— Volveré por ti. — susurra para luego plantarme un beso en la mejilla y desvanecerse en una nube negra al igual que el resto del paisaje~
Ahí desperté de lo que al parecer era otras de las estúpidas visiones que tengo desde que era niña, pero esta vez fue raro, por lo general cuando tengo esas visiones el tiempo pasa normalmente, en cambio ahora todo estaba igual, todos estaban en la misma posición y al parecer Jen ni Alex se dieron cuenta, como si el tiempo se hubiera detenido (Jenny, Alexa, Nataly, Megan y mi madre son las únicas que saben sobre lo de mis visiones), entramos a clases y como siempre la maestra de biología ya había llegado, Jen se sienta delante de mí junto con Jack un chico el cuál detesta, Alex se sienta atrás mío junto con una chica nueva y yo me siento sola desde que mi compañera de asiento fue expulsada.
— Chicas, hace un rato tuve una visión. — dije con la mirada perdida.
— ¿Visión? — preguntó Jack, al parecer escuchó, reaccioné y miré a las chicas.
— Ahm... Ficción, es que hace unos días vi una película de esa categoría y estaba muy buena. — le sonreí.
— Oh, genial! ¿Cómo se llama? — preguntó sonriendo.
— Ahm, se llama... — la mentira iba bien hasta que se le ocurrió preguntar eso, Jenny me interrumpió.
— Se llama no es de tu incumbencia, consíguete una vida. — respondió de mala gana y Alexa soltó una carcajada.
— Eres odiosa. — respondió Jack.
— Y tú un metiche. — Contraatacó Jenny. Jack se puso sus cascos y se puso a escribir algo en una libreta.
— ¿Qué viste en la visión? — me preguntó Alex susurrando para que ningún otro curioso también llegara a escuchar por accidente.
— Estaba sola en el campus, había mucha neblina, luego un chico muy guapo apareció de la nada, me dijo que se llamaba Sieral y que volverá por mí. — dije un poco distraída.
— ¿Has visto a ese chico alguna vez? — me preguntó Jenny mientras Alex prestaba atención, ambas se veían interesadas y a la vez preocupadas.
— No, jamas lo he visto — le susurré. En eso la maestra nos anuncia que la clase ya inició así que todos nos quedamos en silencio pero sinceramente no presté atención a la clase, casi siempre que tengo visiones me pongo un poco torpe, no se sabe exactamente porqué tengo visiones pero siempre me ha parecido algo normal. Me siento extraña, el chico de mi visión, no sé por qué pero siento que lo conozco, de algún lado, haberlo visto en un sueño o posiblemente en la calle con una mirada mirada breve que tal vez haya olvidado pero su imagen quedó grabada en mi subconsciente y ahora se refleja en visiones... No lo sé, jamás había sentido esta sensación, es demasiado extraña... No sé que pensar.
Las clases trascurrieron lentas y aburridas además de estresantes gracias a los "rebeldes del salón" por así decirlo, mantuvieron haciendo lo que hacen a diario: tirar bolas de papel, gritar, en pocas palabras fastidiando a todos, después de esas tres eternas horas de desesperación al fin salimos a descanso. Jen, Alex y yo salimos en camino a los casilleros para guardar las cosas mientras comíamos y nos dirigimos a la cafetería, en el camino nos encontramos Nat y Megan. Al llegar noté estaba medio vacía lo que me sorprendió porque normalmente no cabe ni un alfiler, pedimos nuestra comida y el resto del tiempo mantuvimos hablando cosas sin importancia hasta que vimos a los "populares" por así decirlo, en ese grupo están las que los demás consideran las más lindas y están los deportistas. La verdad me parece algo muy estúpido dividir a los estudiantes en grupos categóricos, eso lo único que provoca es el aislamiento de los que no pertenecen a ninguno de estos grupos, supongo que por eso tantos chicos y chicas se suicidan o se vuelven homicidas, por que al no tener una voz de autoridad lo único que se puede hacer es intentar adaptarse y sobrevivir, sin importar si se está en total desacuerdo con ello, y si no lo logran solo buscan un escape, aunque sea un destino trágico.
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Comments
badboys
vaya recomendación que me dieron y valió la pena leer Este primer capítulo caballero te doy un 10 de 10 porque lo que acabo de realmente es interesante/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
2024-05-22
1
Hada del bosque
jajsjsjs amé.
2024-05-17
0
Hada del bosque
Wow wow, cómo asi que volverá por ella?
2024-05-17
0