¿Prometida?

Estaba cansada de esperar, no habíamos encontrado más pistas, ya era de noche y ni había vuelto a ver al General Ye y a sus amigos, así que decidí ir a buscarle a su residencia para saber si había tenido éxito con lo que buscaba, además de que quería verlo.

-Buenas Noches Señorita, ¿En qué puedo ayudarle?

-Buenas Noches, usted debe ser el mayordomo del General Ye ¿Cierto?

-Así es.

-¿Se encuentra en casa?

-El General Ye, llegó hace un momento y pidió no ser molestado.

-Mmmmm, entiendo, ¿Podría decirle que la General Li desea intercambiar palabras con él?

-Lo siento, el señor dijo que no importa quién viniera a buscarle, él no está disponible.

-No soy cualquier persona, soy la General Li y estamos trabajando en algo juntos.

-Lo siento.

Me enoja que ni quiera informarle, sabiendo que soy General aún se niegue a llamarle, aunque admiro su lealtad ¿Cómo puede impedir que quiera hablarle? realmente quiero verlo, me preocupa que no me buscó aún cuando me dijo que hablaría conmigo luego, ¿Qué habrá ocurrido?

-Entiendo que está haciendo su trabajo, pero es urgente que lo vea.

-Lo siento, pero no puede.

-¡Qué terco! (Murmuro para mi misma)

En ese momento se escucha un alboroto dentro del salón de la residencia, el mayordomo se apresura a ir olvidándose de mí, así que lo sigo sigilosamente.

-¿Por qué? Ella... No... todavía no lo puedo creer... ¿¡Que hacía allí!?

-¿Quieres decir que conoces a esa mujer?

-¿Quién es?

-Estoy perdido, no recuerdo haberla visto antes.

-Ella... Ella es mi prometida.

-¿¡Que!?

-Entonces ¿Porqué te atacó?

-¿Prometida? (pregunto en shock y todos voltean a mirarme)

Al verlo fijamente puedo notar la herida en su rostro, me alarmó y me acerco a él, colocó mis manos en su rostro para acercarlo a mi y ver con claridad la herida, se queja por el dolor.

-¿Quién fue tan despiadado de hacerte esto? (digo enojada😡)

-Se... señorita Li, usted... ¡Larguense!

Al escucharlo tartamudear y recordar que no estábamos solos, me apena, aún así lo miro directamente a sus ojos, detalló su rostro y puedo ver que está sonrojado, ¿Es por mi cercanía?

-Yo... he... (me alejo con nerviosismo) quería saber si lograste encontrar algo, pero veo que te fue mal.

-La verdad es que no pude encontrar más que un grupo de rebeldes que planean hacer un nuevo ataque, cuando seguíamos al líder ocurrió algo que nos desvió de la situación.

-Ya veo, te encontraste con tu amor y eso te desvió de lo más importante, ¿Sabe General? el Emperador puso la confianza en nosotros ¿Porque se desvió del camino de esa manera?

-Yo... No lo hice...

-Claro, lo que acabo de escuchar es erróneo (digo molesta)

-¿Acaso esta celosa General?

-¿Yo? ¿Cómo podría? No tengo la necesidad de eso, no somos nada, sólo simple conocidos.

-¿Enserio? ¿Debería creerle?

Me pongo nerviosa cuando camina hacia mi, cada paso que da yo retrocedo hasta sentir la pared en mi espalda.

-¿Qué hace?

-Admite que estás celosa.

-Yo... No... No puedo, usted está comprometido, General (me toma de la barbilla)

Me vuelvo gelatina cuando me mira con esa sonrisa, mi respiración se agita y mi corazón late frenético, siento que me desmayo por su cercanía, su rostro se va acercando más y más.

-Te equivocas, ella se marchó hace mucho y yo no tengo a nadie para llamarle amor.

-Usted... cree... Que yo pueda...

-¿Qué...

-Yo podría ser ese alguien que llame amor.

Su sonrisa se ensancha, muero de vergüenza, ¡Dios! ¡Cómo puede ser tan bello! me deja sin aliento y atontada cada vez que lo veo.

-Me parece que es usted la indicada.

Su nariz roza con la mía en una suave caricia, siento su aliento en mis labios, estoy deseando que me bese, ya sería la segunda vez que estamos tan cerca y apuntó de unir nuestros labios.

-Ejem.

Nos separamos por ese carraspeo, miro de mala gana a quién nos ha interrumpido y quedó confundida por esa persona, no la había visto antes, se ve joven y hermosa.

-Nos volvemos a ver querido.

-¿Querido?

Frunzo mi ceño pasando la mirada de ella al General Ye, él se nota bastante sorprendido y no dice nada.

-¿Quién eres? (pregunto)

-¿No vas a presentarme?, parece que te he dejado sin palabras, ¿Tan hermosa me veo?

-Resultaste ser tan arrogante, tienes tu propia boca, puedes decir quién eres sin ser sarcástica (digo enojada).

La desafío con la mirada pero ella no deja de mirar al General Ye con una impresionante sonrisa, él sigue sin pronunciar palabra alguna, es como si estuviera en trance.

-En realidad eres tú.

-Por fin me hablas, quiero pedirte Perdón por lo de hace rato, tengo mis razones....

-¿De verdad eres tu?

-¿Puedes dejar de decir idioteces y decirme quién es ella? (le desafío) ¿Acaso es la que te hirió, de la que estaban hablando hace un momento?

-Soy su prometida...

-Ex prometida, dejaste de serlo una vez te largaste (le dice molesto).

-¿Me guardas rencor? sabes que tuve que hacerlo (pone una cara de cachorrito 🥺).

-No me interesan tus excusas, sólo quiero saber algo.

-¿Qué cosa?

-¿Qué hacías en ese lugar?

-No puedo decírtelo ahora, ya llegará el momento, por lo pronto necesito donde quedarme y solo pensé en ti.

-¿Por eso está aquí, para molestarle? (pregunto desafiante)

-No soy una molestia para él ¿Verdad Zhen?

-¡Que confianza!

Volteo a mirarlo enojada, hace un momento casi nos besamos, ahora está ella aquí y se mantiene a una distancia de mí, además que le habla con tanta confianza y familiaridad, él no encuentra donde poner la mirada.

-¿Puedo quedarme Zhen?

-Si no tienes donde ir, puedo alojarte por unos días.

-¿Qué? ¿En serio la dejaras quedarse? Entonces no te importará si yo me quedo también ¿Verdad? (le reto)

-Tiene su hogar señorita Li (dice seriamente)

-Bien, UGH entonces me largo y les dejo solos.

Me largo más que enojada, estoy que explotó de ira, ni siquiera se negó a ayudarla, ella fue quién lo hirió aún así confía en ella, no puedo dejar de sentir una punzada en mi corazón, es como si me sintiera engañada, traicionada o no sé que cosa es, pero no me puedo permitir ser débil, no volví para esta estupidez, volví para vengarme y debo estar decidida a no desviarme del camino.

-¡Señorita Li! deténgase.

Lo ignoro a pesar de querer regresar y abrazarlo, no debo ser débil.

-Por favor hablemos. (Me toma del brazo)

-No tenemos nada de qué hablar (me niego a mirarlo)

-No quiero nada con ella, sólo es porque ella estaba en ese lugar, debo averiguar que hacía allí.

-No te creo, te hirió y aún así confías en ella para quedarse en tu hogar.

-Escuchame...

-No...

Me interrumpe besándome, estoy sorprendida por su audacia, aunque estaba deseando este momento, no puedo corresponderle, así que lo alejo.

-Es usted un imbécil, no vuelva a buscarme, no quiero verlo nunca más.

Me alejo nuevamente y me abraza por la espalda, siento su corazón latir desenfrenado.

-Perdóname, por favor, puedes quedarte si quieres.