Años después.

Tres años han pasado desde que entre al ejército y no puedo creer todavía todo lo que ha sucedido, soy Teniente del Ejército al mando de mi propio pelotón, al cual escogí según sus habilidades, ellos también manejan un grupo de valerosos soldados de acuerdo a sus nombramientos.

¿Qué ocurrió después de caer inconsciente en mi último enfrentamiento?

Pues, sucede que me desperté en la enfermería, sabía que había sido la ganadora, lo que nunca me esperé es que unos segundos después mi cuerpo colapsara del cansancio, además que pensé que sería descalificada por tener una costilla rota, pero resultó ser un simple golpe que me dejó una contusión y bastante adolorida.

Me dieron una semana para recuperarme, luego me enfrenté al ganador por el equipo de los hombres, fue una dura batalla ninguno de los dos quería ceder, así que por las horas interminables en que ninguno daba su brazo a torcer, el Capitán Ye declaró un empate y nuestros Tenientes a cargo aceptaron, luego nos enviaron al medio del bosque para nuestro nombramiento.

¿Cómo obtendríamos el título de Teniente?

Fácil, bueno ni tan fácil, debíamos superar una prueba más, me vendaron los ojos y me dejaron en medio del bosque, allí debía encontrar a varios soldados que tenían diferentes habilidades de las cuales no tenía conocimiento, sólo mi intuición podría ayudarme a guiarlos para salir sanos y salvos del lugar, ya que alrededor se encontraban muchos bandidos despiadados al acecho, debíamos enfrentarlos o esquivarlos, debía tomar la decisión correcta.

Me costó mucho encontrar al primer soldado, los siguientes fueron detectados porque se estaban enfrentando a los bandidos que gracias a Dios eran pocos, ya reunidos comenzamos a planear la forma de salir del bosque, cada uno tenía un instrumento a la vista y de acuerdo a ello les fui dando instrucciones que se llevaron a cabo así logrando la victoria.

Cuando salimos del bosque quedé totalmente sorprendida al ver al Capitán Ye con un escuadrón de 80 soldados de élites, me hizo una pequeña reverencia y delante de todos me nombró la Teniente Li, dejándome en shock, pero sus siguientes palabras me aliviaron.

Flashback

-Ante todos estos soldados y mi persona serás reconocida como la Teniente Li, sin embargo en el campo de entrenamiento como una soldado más eres conocida como Xia' An, pero debo advertirle que en algunas circunstancias futuras debe mostrar su insignia familiar, en ese momento estaría en gran problema y al igual que mi puesto como Capitán sería destituido por apoyarla, he aquí que he decidido otorgarle el título de Teniente por tu apellido familiar y no por el apellido en que te conocen así ninguno de los dos tendríamos problemas en el futuro.

Fin del Flashback.

Ese día estaba tan emocionada que no dude en abrazarle, fue un abrazo muy íntimo, luego que me di cuenta que no estábamos solos y de su rostro sonrojado me sentí avergonzada, pero es que sentí una inmensa paz cuando estuve entre sus brazos y quisiera, no, sueño con el día de poder sentir eso nuevamente.

En fin, después de mi nombramiento como Teniente, me asignaron escoger a mi pelotón, el cual yo dirigiría en cada batalla o captura de bandidos que se presente, escogí a los mejores en sus habilidades, tampoco deje de lado a mi amiga Xue, quién no se separa de mi ni un instante volviéndome loca con sus parloteos.

-¿Escuchaste? Habrá un Banquete en honor a nuestro Capitán Ye...

-¿Nuestro? (Me detengo en seco interrumpiendo sus palabras)

-¡Vamos, no te hagas! sé que te gusta el Capitán, ¿a quién no? (pone una cara de ilusionada) esos músculos, esa mirada tan varonil, esa sonrisa hermosa que a veces se torna arrogante pero aún así le hace ver encantador.

-Suficiente, ¿De qué se trata el banquete?

-Obvio, por su victoria en la Región Sureste, escuché que había solicitado que irías con él, pero lo rechazaron así que no le quedó de otra que llevarse a los hermanos villanos.

¿Hermanos villanos? Ah sí, no había comentado nada de eso, resulta que la chica fría con quien pelee la última ronda y el chico con quien me enfrenté, resultaron ser hermanos, aunque son diferentes tienen esa mirada penetrante que te deja sin habla, además puedo percibir que me odian por ganar.

-¿Los hermanos Luo? Siendo los hijos del Primer Ministro Luo, no es de extrañar que reciban beneficios.

-Humm, pero tu eres la hija del Gran General Li, aún así te dejaron atrás.

-No me preocupa eso, entonces en el banquete estaremos todos los soldados imperiales ¿Cierto?

-Así es, así que debemos lucir hermosas.

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Horas después estábamos entrando al Palacio, había muchas caras conocidas, estaba la Capitán Hui Xin, ah si, no les había comentando, fue ascendida por salvar a la Princesa del Estado de Xiyue y esta en agradecimiento pidió al Emperador fuese otorgado un título mayor, además que fuese su guardia especial mientras estuviera de visita en nuestro Estado, Da Liang, es próspero, con un Emperador justo, así que no hay problemas con rivalidades, pero como todo, también tiene enemigos que quieren derrocarlo.

-El Emperador Ye ha llegado.

-Saludos al Emperador, Larga vida a su Majestad (exclamamos todos haciendo reverencias)

Quedo sorprendida al ver por primera vez al Emperador, es bastante joven, guapo e imponente, en mi pasado jamás pude ver su rostro, ni siquiera a una distancia prudente, simplemente conocía de sus liderazgo por mi padre, Da unas cálidas palabras a todos en agradecimiento por nuestro arduo desempeño.

Observo como todos lo saludan, a su lado llega una mujer bastante elegante y hermosa, cuando se sientan, puedo ver mejor su rostro, en ellos hace una combinación bastante llamativa, pero me intriga la mirada de esa mujer.

Sus ojos parecen que me miran fijamente con un destello de curiosidad, estoy tan exhorta y pérdida en ella que no me doy cuenta que alguien se ha colocado a mi lado hasta que escucho esa voz tan varonil, la cual extrañaba.

-La Emperatriz la tiene cautivada Teniente Li.

-Ca... Capitán, usted... es un gusto volver a verlo.

-Parece que me ha extrañado Teniente.

-Yo... Yo, no es eso, es....

Se ríe dejándome muda, que tonta soy, cada vez que lo tengo cerca no puedo dejar de tartamudear y ponerme nerviosa.

-Acompañame, te presentaré al Emperador.

-¿Eh? ¿Cómo podría?

-Vamos, ya verás.

Me toma de la mano y siento una calidez recorrer mi ser, no puedo dejar de ver nuestras manos unidas mientras me lleva arrastra, entrelazados nuestros dedos puedo notar que encajan perfectamente, eso me emociona, estos años separados me he dado cuenta que me gusta más de lo que podría imaginar.

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