Frente a frente.

El General Ye y sus soldados nos abren paso, con mi grupo esquivamos a todos aquellos que han sido noqueados, avanzamos por entre los árboles hasta llegar a la puerta trasera, nos detenemos y envío a uno de mis hombres para entrar e inspeccionar el lugar, me hace seña para que avance.

Se escuchan los ruidos de festejo, quejidos de goce y disfrute, música y aplausos, llegamos a un pasillo extenso el General Ye esta detenido en una puerta y me hace señas de silencio y que avance con cautela, le afirmo y continuamos con el camino.

Llegamos a otro pasillo extenso, frente a una puerta, se escuchan ruidos morbosos de placer, como si estuvieran teniendo relaciones íntimas, abro la puerta con delicadeza y lo que veo me deja perpleja, es Wang Tang en una orgía y junto a él su padre, es algo tan asqueroso, me da náuseas y cierro lentamente la puerta sin hacer ningún ruido.

-General Li (susurra Xue) tu padre (me hace seña que lo ha encontrado)

Me acerco a ella con el corazón en la mano, pretendiendo hacerme una idea de que voy a encontrar a mi padre en buenas condiciones, caminamos por el pasillo hasta llegar a un lugar oscuro y frío, abre la puerta como si nada, no hay nadie custodiando, al entrar veo a dos hombres inconsciente en el suelo, la miro interrogante y ella levanta sus hombros sin importancia.

-Eres realmente poderosa (halago), se ven bastante fornidos.

-Fue pan comido (dice como si nada).

-No podría subestimar tu fuerza después de esto.

-Tu padre se encuentra allí (me señala una celda)

-¿Tienes la llave?

Nos acercamos, veo que revisa el lugar con su mirada, le pide a los soldados que revisen a los guardias, encuentran la llave y me la acercan, abro con cautela, al entrar veo un cuerpo masculino atado de pie y mano en una silla, tiene un saco en su cabeza que cubre hasta sus hombros, se ve totalmente sucio y puedo distinguir sangre seca en su ropa y el lugar, trago saliva con dificultad, mi respiración es trabajosa mientras me acerco.

-Pa... padre (Murmuro con un nudo en mi garganta)

-mmmmm (se queja cuando Xue desata sus manos)

-Gran General, no se preocupe, estamos aquí para liberarlo (lo trata de tranquilizar cuando se remueve).

-An, ¿Dónde está? (dice una vez liberado)

-Padre (sollozo al escucharlo) aquí estoy (mis manos me tiemblan al querer quitar lo que cubre su rostro)

-Sal de aquí, vete mi princesa.

-No, no me iré sin ti.

-Es una orden (tose con dificultad)

-¿Qué ocurre?

Termino de quitar ese pedazo de trapo y al ver su rostro me quedo en shock, esto me las paga, ese desgraciado y su familia no verán nuevamente la luz del sol, nunca le perdonaré el lastimar a mi padre de esa manera, esta irreconocible, sus ojos están morados y demasiados hinchados, sus labios quebrados y estoy segura que tiene hematomas en todo su cuerpo.

-Mi hija adorada, por favor, sal de aquí, deja que los soldados se encarguen, no tienes... idea... De lo que ellos están tramando ( se le dificultad mucho el hablar)

-Estoy preparada para lo que sea (digo con ira)

-¿Qué hacemos General Li?

-Saquemos a mi padre, tres de ustedes irán adelante para verificar que no hay dificultades, iré de última por si se presenta algún inconveniente, avisen al General Ye que ya tenemos a mi padre, ¡Andando!

-¡Si, General! (dicen al unísono)

Los tres que envíe adelante comienzan su recorrido, seguido del grupo que llevan a mi padre en sus brazos, Xue esta a mi lado siguiéndolos de cerca, pasamos el pasillo oscuro con facilidad, caminamos con cautela el siguiente pasillo, retengo la respiración cuando estamos pasando por la puerta donde se encuentra Wang Tang, casi suelto un suspiro al pasarla sino fuera por que la puerta se abre abruptamente.

-Saquen al Gran General, rápido (le digo a Xue y ella asiente alejándose con los demás).

-¡Vaya! ¡Qué sorpresa no tan agradable!

-Lo mismo digo (menciono con repugnancia)

-Te hacía muerta a estás alturas.

-Ya vez, tengo más vida que un gato.

-Eso parece, pero ya que estás sola frente a mi, no creo que tengas la misma suerte.

-¿Pretendes darme miedo) jajajaja, no me hagas reír ¿Crees que lograrás tus objetivos una vez que muera? Estás equivocado.

-Me parece que no entiendes, has logrado hacerme enfurecer de muchas maneras, por meterte en lo que no te importa.

-¿A qué te refieres? No me he metido en ninguno de tus asuntos.

-Jajaja, eso crees (su mirada fría y sonrisa malvada no causa más que repulsión en mi)

¿En qué estaba pensando cuando me enamoré de ese ser en mi vida pasada? No se compara en absoluto a mi General Ye.

-¿Por qué tenías a mi padre secuestrado?

-¿Secuestrado? Hump, él sólo era un cebo.

-¿Qué?

-Gracias a él estás aquí, frente a mi y podré cobrar todas las deudas.

-No te debo nada, maldito Wang Tang.

-Claro que lo haces, alejaste a la mujer que amo, no he podido dar con su paradero desde que decidiste enviarla lejos, además no he podido acercarme a tu hermano Feng y tu madre porque están custodiados, ¿Dónde está Li Xia' Lian?

-Jajaja, no me hagas reír, supuestamente tu, mi hermana ¿Es la mujer a quién amas? (su mirada se oscurece) déjame decirte que ella te odia.

-¡No es cierto! Será mejor que no digas tonterías.

-Lo siento querido, pero es la verdad, ella se fue porque odiaba ver tu cara persiguiendola por todas partes, además porque sentía asco de ti.

-Será mejor que no sigas...

-¿Qué harás al respecto?

-No sabes las ganas inmensas que tengo de decapitarte, me sabría a gloria, además mi padre está deseando ver tu sangre derramada ya que has liderado a esos soldados que se han atrevido a desmantelar nuestros negocios y han destruido nuestro armamento.

-Ja, ¿Con qué esas eran tus armas? Me supo a gloria el sólo saber que les pertenecía y pude bloquear su llegada a tus manos.

-¡Maldita! No saldrás de aquí viva.

-Ya veremos.

Sacó mi espada con habilidad, él también se posiciona para atacar, varios de sus hombres llegan y se posicionan en defensa, les hace seña para que no se acerquen.

-Esto es entre tu y yo (dice dedicando una mirada arrogante) no saldrás viva de aquí te lo aseguro.

-Ya veremos quién queda de pie, Ting Tang.

Se sorprende en la forma en que lo llamo, pero luego su mirada se vuelve gélida y su odio por mi crece, «recuerda ese miserable día en que quiso abusar de mi hermana, eso te llevará al infierno» pienso y se lo transmito con la mirada.

No se hace esperar con el primer ataque y yo sólo espero por él con una enorme sonrisa...

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