Una historia sobre un adolescente Riko que se enamora de una ramera
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**Capítulo 10: La Vida de Pareja**
**Capítulo 10: La Vida de Pareja**
Después de meses de desafíos, crecimiento y transformación, Fabiola y Fernando se encontraban en un momento dulce de su relación. La conexión que habían forjado se había profundizado, y ahora compartían no solo sus sueños y aspiraciones, sino también el día a día de la vida en pareja. A medida que avanzaban juntos, cada día traía nuevas experiencias, risas y complicidades.
La vida de pareja no era solo un viaje romántico; era un baile de emociones, responsabilidades y descubrimientos. Fabiola y Fernando estaban aprendiendo a equilibrar sus mundos y a apoyarse mutuamente mientras navegaban por las aguas de su relación. La base de su amor se fortalecía, pero también había desafíos que debían enfrentar juntos.
Una mañana de sábado, Fabiola despertó con el sol brillando a través de las cortinas. Se estiró perezosamente y sonrió al ver a Fernando dormido a su lado. Había algo reconfortante en la rutina de despertar juntos, y Fabiola se sintió agradecida por tenerlo en su vida. A medida que se levantaba, recordó que ese día tenían planes especiales: asistir a un mercado de artesanías y luego a una exposición de arte local.
Fernando despertó poco después y, al ver a Fabiola, sonrió. "Buenos días, hermosa", dijo, su voz aún somnolienta.
"Buenos días, cariño. ¿Estás listo para nuestra aventura de hoy?", preguntó ella, sintiendo que la emoción del día la invadía.
"Siempre listo contigo", respondió él, levantándose de la cama y acercándose para besarlo. Fabiola sintió una oleada de amor mientras se perdía en el abrazo de Fernando. Era una conexión que cada día se hacía más fuerte.
Después de un desayuno ligero, se dirigieron al mercado de artesanías, un lugar vibrante lleno de colores, sonidos y olores. Fabiola se sintió emocionada al ver todos los productos hechos a mano, desde joyería hasta textiles. Cada puesto era una oportunidad para descubrir algo nuevo, y Fernando estaba a su lado, disfrutando de su entusiasmo.
"¿Ves algo que te guste?", preguntó Fernando mientras se detenían en un puesto de cerámica.
"Todo es tan hermoso", respondió Fabiola, sus ojos brillando. "Me encantaría llevarme algo que me recuerde este día".
Después de explorar varios puestos, Fabiola decidió comprar una pequeña cerámica con un diseño que le recordaba su infancia. Era un símbolo de su viaje y de las raíces que había dejado atrás.
A medida que continuaban su recorrido, Fernando notó que Fabiola se detenía a admirar algunas piezas de joyería. "¿Te gustaría tener algo?", le preguntó, con una sonrisa traviesa en su rostro.
Fabiola dudó por un momento. "No sé, no quiero que gastes mucho en mí".
Fernando la miró con ternura. "Fabiola, quiero que tengas lo que te haga feliz. Eres una inspiración, y te mereces algo bello que refleje eso". Al escuchar sus palabras, Fabiola sintió que su corazón se llenaba de amor y gratitud. Con una sonrisa, aceptó su oferta y eligió un collar que le encantó.
La tarde continuó llena de risas y descubrimientos. Ambos disfrutaban de la compañía del otro, y era evidente que habían encontrado un equilibrio en su relación. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, Fabiola comenzó a sentir una punzada de ansiedad. A pesar de que todo parecía perfecto, había un tema que aún no habían abordado: cómo sus vidas profesionales estaban comenzando a tomar direcciones diferentes.
A lo largo de la semana, Fabiola había estado trabajando arduamente en su colección de diseños para el concurso de moda. A medida que su carrera despegaba, Fernando también estaba muy ocupado con su trabajo. Aunque ambos estaban emocionados por sus respectivas trayectorias, había momentos en que sentían que sus agendas estaban chocando.
Mientras caminaban por el mercado, Fabiola decidió que era el momento de abordar el tema. "Fernando, hay algo de lo que he estado pensando", comenzó, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
"¿Qué sucede?", preguntó él, su mirada atenta.
"Me siento un poco abrumada por nuestras agendas. Ambos estamos tan ocupados con nuestras carreras que me preocupa que no tengamos suficiente tiempo para nosotros", admitió Fabiola, sintiendo la vulnerabilidad en su voz.
Fernando asintió, comprendiendo sus preocupaciones. "Lo he sentido también. A veces siento que estamos tan enfocados en nuestras metas que olvidamos cuidar de nuestra relación".
Fabiola tomó su mano, buscando la conexión que siempre habían compartido. "No quiero que eso nos separe. Eres tan importante para mí, y quiero asegurarme de que sigamos creciendo juntos".
"Yo también lo quiero", respondió Fernando, mirándola a los ojos. "Quizás deberíamos hacer un esfuerzo consciente para programar tiempo juntos, algo que sea solo para nosotros".
La conversación fluyó naturalmente, y juntos comenzaron a planear cómo podrían equilibrar sus vidas laborales y su relación. Decidieron establecer noches de cita y escapadas de fin de semana, momentos especiales donde pudieran desconectar del trabajo y centrarse el uno en el otro.
Esa noche, después de su salida al mercado, ambos se sintieron renovados. Fabiola se sentía emocionada por el futuro y agradecida por tener a Fernando a su lado. Era reconfortante saber que podían hablar abiertamente sobre sus preocupaciones y encontrar soluciones juntos.
A medida que pasaron las semanas, Fabiola y Fernando empezaron a implementar sus nuevas rutinas. Programaron noches de cita donde exploraban nuevos restaurantes, asistían a espectáculos de teatro o simplemente se quedaban en casa cocinando juntos. Cada momento era una oportunidad para fortalecer su vínculo y disfrutar de la compañía del otro.
Sin embargo, a medida que su relación se fortalecía, también aparecieron nuevos desafíos. Fabiola comenzó a recibir más atención en el mundo de la moda, y las oportunidades de trabajo empezaron a llegar a un ritmo acelerado. Mientras tanto, Fernando estaba lidiando con la presión en su propio trabajo, donde las expectativas aumentaban cada día.
Un día, Fabiola recibió una oferta para presentar su colección en una importante feria de moda en otra ciudad. Era una oportunidad emocionante, pero también significaba que tendría que estar fuera durante varios días. Cuando se lo contó a Fernando, sintió una mezcla de emoción y ansiedad.
"Es increíble, Fabiola. ¡Estoy tan orgulloso de ti!", exclamó Fernando, pero al mismo tiempo, una sombra de preocupación cruzó su rostro. "Pero eso significa que estarás fuera por un tiempo".
"Lo sé, y no quiero que eso afecte nuestra relación", respondió ella, sintiéndose culpable. "Pero esta es una gran oportunidad para mí".
"Lo entiendo, y quiero que persigas tus sueños", dijo Fernando, sintiendo cómo la presión aumentaba en su pecho. "Solo espero que podamos mantenernos conectados mientras estés fuera".
Ambos sabían que la distancia podía ser difícil, pero estaban decididos a hacer que funcionara. Fabiola se sintió aliviada al ver el apoyo de Fernando, y juntos comenzaron a planificar cómo se mantendrían en contacto. Decidieron programar videollamadas y mensajes de texto diarios para asegurarse de que su conexión no se desvaneciera.
Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de la feria de moda, Fabiola se dio cuenta de que la presión de prepararse para el evento estaba afectando su relación. Pasaba horas trabajando en su colección, y aunque Fernando la apoyaba, a menudo se sentía culpable por no dedicarle suficiente tiempo.
Una noche, mientras Fabiola estaba en su estudio, Fernando entró y la encontró rodeada de telas y bocetos. "¿Cómo va todo?", preguntó con una sonrisa, pero Fabiola podía ver la preocupación en sus ojos.
"Está bien, pero siento que no tengo mucho tiempo para nosotros", admitió Fabiola, sintiéndose abrumada. "Quiero que estés orgulloso de mí, pero también quiero que sigamos siendo pareja".
Fernando se acercó y la abrazó. "Fabiola, no tienes que hacerlo todo a la vez. Entiendo que este es un momento importante para ti, pero también quiero que cuidemos nuestra relación. Tal vez deberíamos programar un tiempo específico para desconectar y ser solo nosotros".
Fabiola sintió que el peso de la culpa se desvanecía. "Tienes razón. A veces me pierdo en el trabajo y olvido lo que realmente importa. Gracias por tu paciencia".
Fernando sonrió, y juntos comenzaron a planificar cómo podrían hacer malabares con sus responsabilidades y su tiempo juntos. Esa noche, se comprometieron a mantener una comunicación abierta y a no dejar que el trabajo se interpusiera en su relación.
Días después, cuando Fabiola se preparaba para su viaje a la feria de moda, la emoción y la ansiedad se mezclaban en su corazón. Era un gran paso en su carrera, pero también significaba dejar a Fernando por un tiempo. Antes de irse, se aseguraron de tener una última cita especial.
Esa noche, se fueron a un restaurante que ambos adoraban, donde compartieron risas y recuerdos. Al final de la cena, Fernando tomó la mano de Fabiola y la miró a los ojos. "Estoy tan orgulloso de ti. Este es solo el comienzo de algo increíble. Te extrañaré, pero sé que harás un gran trabajo".
"Te prometo que estaré en contacto", respondió Fabiola, sintiendo que su corazón se llenaba de amor. "Y cuando vuelva, quiero celebrar juntos".
El viaje a la feria de moda fue una experiencia increíble para Fabiola. Presentar su colección ante un público tan diverso fue emocionante y aterrador. A pesar de la distancia, cada día se comunicaba con Fernando, compartiendo sus pequeñas victorias y desafíos. Su apoyo constante le daba la confianza que necesitaba para brillar.
Cuando finalmente regresó, se sintió emocionada por volver a casa y reunirse con Fernando. Había crecido tanto durante su tiempo fuera, y no podía esperar para compartirlo con él. Al llegar a su apartamento, lo encontró esperándola con los brazos abiertos.
"¡Fabiola! ¡Estoy tan feliz de verte!", exclamó Fernando, envolviéndola en un abrazo cálido. "Me has hecho falta".
"Yo también te he extrañado", respondió ella, sintiéndose completa una vez más. "Tu apoyo significó el mundo para mí".
Esa noche, mientras se sentaban juntos en el sofá, Fabiola compartió historias sobre su experiencia en la feria. Fernando escuchó con atención, admirando su pasión y dedicación. Ambos se dieron cuenta de que habían aprendido a adaptarse a su vida como pareja, a apoyarse mutuamente y a enfrentar los desafíos juntos.
A medida que continuaban su vida en pareja, Fabiola y Fernando se dieron cuenta de que cada día traía nuevas oportunidades y obstáculos. Sin embargo, estaban decididos a enfrentar lo que viniera juntos, con amor y respeto. La vida de pareja era un viaje continuo de crecimiento, y ambos estaban listos para seguir avanzando, explorando y construyendo un futuro lleno de amor y sueños compartidos.