Mi Infierno... En El Infierno...

Willow:

Subía los escalones de prisa, los hombres de la entrada acercaron sus armas mirándome en correr por toda la casa, caminaba a paso apresurado abriendo la puerta de mi habitación, la cerré de un fuerte portazo… Hasta las paredes retumbaban… reposé sobre la puerta, mi respiración no se tranquilizaba, mi mano se fue directo a mi corazón.

Willow: No puedo… Ya no puedo con esto… quiero irme… Quiero IRMEEEE… Te necesito aquí… aaaahhhhhh….

Dejé caer mi cuerpo deslizándose sobre la puerta, mis sollozos no se podían calmar, estaba desesperada a todo lo que estaba viviendo, por más que intentaba aguantar a mi padre, me daba cuenta que él no es que me quiera por ser su hija.

Quería salir corriendo cuanto antes, escaparme y desaparecer de todo esto. Nunca me hubiera esperado algo así.

Cubrí mi rostro, levanté mis piernas meciendo mi cuerpo.

Willow: NO QUE ME AMABAS… ¿ME HAS ABANDONADOOOO? TE ODIOOO, JURO QUE TE ODIOOO.

Bajé mi manos mirando hacia las ventanas, me puse de pie caminando hacia ella, quité el seguro abriendo las ventanas, no había mucho que ver más que disfrutar el aire fresco, aparté mis lagrimas reposando sobre el barandal. Siempre la misma guardia que mantenía cuidada la casa por donde mirara.

Escuché que la puerta se cerró, aparté mis lagrimas rodando los ojos, miré de reojo viendo a Massimo que se acercaba con una rosa rosada. Exhalé aire. Extendió su mano con la rosa, la miré tratando de sonreír, la sostuve dejando sobre el barandal, me di la media vuelta reposando mis codos levantando el rostro hacia el cielo.

Massimo: tu padre sabe lo que hace.

Negué con la cabeza, no estaba de acuerdo en eso, nunca lo estaría, las cosas no iban a ser de esa manera, si tanto le serviría mi sangre, entonces, era muy sencillo en pedírmela y no a la fuerza.

Willow: No soy un objeto.

Massimo: claro que no.

Willow: ¿Sabes? Después de todo siento muchas cosas por ti, pero no como las que pude sentir por otra persona.

Massimo: ¿Otra persona? ¿Quién?

Willow: No recuerdo su nombre, a lo mejor es un sueño o algún vago pensamiento cuando me pone a leer semejantes historias Maella.

Massimo: Willow.

Levanté mi mano, no quería escuchar sermones y menos que me hiciera saber sentimientos que no iban conmigo.

Willow: A veces me pregunto por qué me pasó a mí, de toda la gente en el mundo ¿que hice yo? ¿acaso no he sido buena?

Massimo: No creo que funcione así. cosas malas le paso a la gente buena todo el tiempo.

Sonreí a su respuesta, lo miré fijamente, su mirada era bonita, pero no me hacía sentir cosas que me hiciera perderme en él.

Willow: ¿Por qué te quieres casar?

Massimo: Por que estoy enamorado de ti, me inspiras, te deseo, me calientas, me excitas.

Asentí con la cabeza apartando la mirada de él, di la media vuelta reposando mi cuerpo sobre el barandal, me quedaba claro que no teníamos cosas afines.

Willow: Mi padre me dijo que era un trato por los territorios que la maldita rusa Nahir Belov había conseguido robándoselos a Lestad en asesinar a Agnes.

Massimo: ellos nos han quitado mucho, pero mi padre tuvo un convenio con la rusa Nahir, solo que ella entregó esos territorios a mi padre por una buena cantidad de dinero. Por eso a mi me pertenecen, pero no es solo por eso.

Willow: Es raro cuando te despides de una persona con planes de volver a ver y luego te das cuenta que esa fue la última vez y ni siquiera lo sabías.

Massimo: Pero tú y yo estamos acá. Nos vamos a casar…

Pasé mi mirada hacia él, no era capaz de comprender nada de lo que decía, ya que lo decía para mi misma entendiendo mi soledad, mi forma de hacer callar todo lo que podía estar sintiendo.

Willow: el hombre mas importante en la vida de una mujer, no es el primero, sino aquel que se asegura de ser ultimo.

Massimo: Soy ese que quiero ser el último.

Sonreí bajando la mirada. Movía mi pie en forma de juego, chocó su pie con el mío.

Massimo: Déjame ser ese hombre que te ame por completo, que te entregue su alma para formar uno solo.

Willow: Fue bonito mientras duró... Nooo, seguirá siendo mi estrella favorita, así haya decidido iluminar otros cielos, otras noches y otras vidas. Seguiré siendo la que le escriba de todo a la nada.

Sostuvo mi mano llevando a su pecho, lo miré tragando saliva, su corazón latía demasiado acelerado, aparté mi mano pero la volvió a tomar acercándose, rodeó su mano en mi cintura juntando por completo nuestros cuerpos, sus labios rosaban con los míos, cerré mis ojos al sentir que nos estábamos besando…

Apreté mis manos a puños cerrados en su camisa, este beso eran espinas de rosas que me cortaban a su rose, era como que mis labios se quemaban en cada pasar no deseando este beso. No podía corresponder de la manera sutil y embriagante, todo era con pausas desperado por que fluya, pero no había esa conexión de pareja, metí mis manos empujando su cuerpo, él me miraba sorprendido. Tragué saliva cerrando los ojos, negué con la cabeza.

Me sostuvo del brazo girándome, quería que lo mirara.

Massimo: ¿Por qué no me quieres besar?

Willow: No… No puedo.

Massimo: ¿Por qué no puedes?

Lo empujé de mala manera, lo miré con lagrimas en mis ojos, negué con la cabeza, él se acercó sosteniendo mis dos manos.

Massimo: ¿Me amas no?

Negué con la cabeza, levanté mis manos soltándome de su agarre. Mis lagrimas empezaron a caer una por una.

(Escuchen- Tatto, Loreen)

Willow: VIVO EN MI INFIERNO ESTANDO EN EL INFIERNO. NO DUERMO, NO COMO, ME SIENTO AGOTADA, CANSADA, ESTRESADA SOMETIDA E IGNORADA. ¿ACASO SABES LO QUE ES AMAR A ALGUIEN QUE SE TE METE HASTA LAS ENTRAÑAS? NO… NO LO SABES… VIVO EN EL INFIERNO DE MI VIDA DONDE LOS QUE SE DICEN QUERERME SON EL MISMO INFIERNO.

Massimo: Todos te queremos Willow.

Willow: Nos vamos a casar este fin de semana.

Massimo: Pero el compromiso es hasta dentro de 15 días.

Willow: Nos vamos a casar, pero ten en cuenta esto… La depresión es una prisión en la que soy tanto la prisionera como la cruel carcelera. No soy yo, no eres tú, no es por mí, ni por ti, ni por nadie. No hay culpables en esta cruda tristeza insondable. No hay razones que me empujen a este abismo. Todo invita a vivir mas no lo consigo… Al abrir la ventana clavo mis pies en el suelo y contengo la respiración. Temo saltar al vacío buscando la solución. Quiero quererte y no puedo, por mucho que quiera hacerlo. (Llorando) Deseo esa sonrisa que antes me llevaba al cielo y ahora se pierde en un sueño. Mi mente vive sumida en una lucha constante entre aferrarme a mi infierno o tratar de olvidar mi cielo. No me importa lo que a mi alrededor ocurra ni que alguien venga a rescatarme. Mi cabeza es un nido de pájaros de mal agüero, llena de humo y ruido. Quiero encontrar el sentido pero solo pienso en el uso que le puedo dar a esta vida. No hay pasado ni futuro. No vislumbro mas que este turbio presente, tan oscuro, tan ausente de todo cuanto amo, y la certeza de saber que nadie me comprende. Es una puta condena, un descenso a los infiernos, es como un perro de presa alimentándose de mis sentimientos. Es querer y no poder o querer darme lo mismo, jugar a querer vivir o querer morir sin motivo. Ni más ni menos !!! Esperemos no permanecer tanto tiempo en este “infierno”.

Massimo: conmigo no tendrás nada de eso. Tendrás la vida que deseemos tener los dos, vivir para los dos.

Willow: No lo entiendes. FUI EL CIELO DE ALGUIEN QUE LO DEJÉ EN EL INFIERNO, ESA PERSONA Y YO ESTAMOS VIVIENDO NUESTRO INFIERNO EN EL MISMO INFIERNO. aunque ya todo terminó y ya nunca más vamos a volver, siempre voy a recordar como me miraba y sonreía cuando no había nadie más y solo éramos esa persona y yo y todas las veces que con sus abrazos calmaba mi mundo.

Massimo: ¿Quién es? DIME EL NOMBRE DE ESE MALDITO… ES EL MALDITO ITALIANO DE MIERDA.

Sonreí negando con la cabeza, caminaba directo hacia mi habitación, él venía detrás de mi con pasos apresurados, abrí la puerta haciendo seña que saliera de mi habitación, no lo quería más tiempo cerca.

Massimo: Será el primero que caiga ante mis pies.

Willow: ¿Quién dijo que se trataba de ese hombre miserable? Hablaba de otra persona.

Massimo: ¿QUIENNNNN?

Me sostuvo de los brazos con fuerza atrayéndome hacia él, me removí apartándome de él.

Willow: Salté.

Asintió con la cabeza, me miró de pies a cabeza, levanté mi dedo índice hacia él.

Willow: Nadie, entiende muy bien esto, nadie va a tocarme de la manera que lo haces.

Massimo: Te tomaré la palabra en casarnos este fin de semana.

Dio varios pasos hacia mi, di un hacia atrás, conocía esta maldita mirada. Tampoco me la iba a jugar en este momento.

Massimo: Disfrutaré día, tarde y noche mientras te haga el amor en mi cama, olvidarás las caricias de otro, olvidarás que te sentían.. POR QUE EN ESTE MOMENTO, DEBE ESTAR HACIENDO EL AMOR CON OTRA MUJER.

Apretó mi mentón pasando su mano con fuerza sobre mi mejilla, la bajó hacia mi blusa humedeciendo sus labios, lo seguí con la mirada esperando que se fuera. Cerré la puerta con tanta fuerza… reposé una mano en mi cintura.

Willow: yo y mi bocota… ahora se va adelantar la boda.

Me senté en la cama dejando caer mi cuerpo sobre la cama, extendí mis brazos mirando con mucha atención hacia la luz. Cerré mis ojos entrando en un transe que solo yo podía entender en lo que estaba sucediendo conmigo.

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