Veces, uno puede sentir inferior en una
relación sin razón alguna>> Estaba
Acostumbrada a seguir las instituciones de
Miguel y siempre lo obedecía a pensar de
Odiarlo. Mientras el auto se acercaba a
La ciudad, pensé que me iba a dejar en la
finca y para mi sorpresa, se fue directo al
hospital. El aroma de antiseptico flotaba por
El aire, penetrando cada esquina del lugar.
No me gustaba, pero seguí a Miguel hasta la
Habitación de Mara sin decir nada. Mara
estaba atada a un suero acostado en la
Cama con una apariencia más frágil y
pequeña. Cuando nos vio entrar, su
Expresión se puso sería y luego de un largo
silencio, habló:
_ No quiero verla, Miguel.
Su bebé había muerto y ya no tenía su aura
martenal. Se convirtió en una persona frívola
Y rencorosa. Miguel se acercó a ella y la
Abrazo apoyando la barbilla en su frente
tratando de consolarla, murmurando:
_ Vino a cuidarte. Es lo menos que puede
Hacer.
_ La forma en qué se adoraban y
eran tan íntimos era como una daga en mí
Corazón. Mara apartó sus labios para
decir algo, pero decidió no hacerlo y le lanzó
Una sonrisa a Miguel.
_ De acuerdo, tienes la última palabra.
_ Estaban hablando de mi, pero no logre entrar en la
Conversación y fui obligada a obedecer sus
instrucciones. Miguel era un hombre ocupado; era
un Torres, pero no fue al fUneral de John. Debía
Encargarse de los negocios famíliares y no
tenía tiempo de acompañar a Mara
Durante su estancia en el hospital. Al
parecer la única persona que estaba libre
Para cuidarla era yo. A las dos de la
mañana, Mara seguía despierta porque
Había dormido mucho durante el dia. No
había camas extras en el hospital y tuve
que recurrir a sentarme en una silla al lado
de su cama. A sentir Que yo seguía
Despierta, Mara pronto volteó a verme.
_ Liliana, eres demasiado inferior.
No supe que responder y solo me quedé viendo mi
Anillo de compromiso por un largo tiempo
antes de mirar hacia arriba.
_ ¿No se supone que el amor es asi? Mara no
Entendió lo que quise decir y luego de una
pausa, sonrío.
_ ¿No estás cansada de ello?
Sacudí mi cabeza. <Cansado. Lo único que hice fue
enamorarme de un hombre>>
_¿Me puedes sevir un vaso de Agua? _ pregunto
sentándose derecha. Asentí y me levanté
para traerle el agua.
_ No le pongas agua fria. ¡La quiero caliente!
_ ordenó con tranquilidad. Después de servirle el
agua, le di él vaso. Sin embargo, no la agarró y me
dijo:
_ Te odio. Eres patética. No te culpó por
el aborto espontáneo, pero no pude evitar
descargar mi odio hacia ti. No entendí a lo
que se refería y le ofrecí el vaso de aguau.
_ Cuidado, esta caliente. Tomó el vaso y de
pronto me agarró. Yo trate de alejarme de
manera instintiva, pero se me quedó viendo
intensamente.
_ Hagamos una apunta, ¿Quieres? ¿Se preocupara
por ti?
_ Asombrada, me di cuenta de que Miguel
estába parado en frente de la puerta y no lo
vi llegar. Mata me miro y con calma, me
preguntó:
_ ¿Quieres apostar? _ No dije nada
Y la dejé verterme el agua sobre mi mano.
Un instante dolor agonizante atravesó mis
sentidos y acepte la apuesta con mi
Silencio. Mara bajó el vaso y de manera
inocente, Dijo:
_ Lo siento, no lo hice a propósito.
El vaso estaba muy caliente y se me cayo.
¿Estas bien? <<¡Es una hipócrita!
Retiré mi mano, mordiéndola del dolor.
_ Estoy bien _ respondí, sacudiendo mi mano.