Las Gemelas Buenaventura-Blossom crecieron pero erróneamente creyeron que el amor de su vida sería fácil de encontrar.
Ellas creen que para la edad que su madre se casó con su padre ellas estarán felizmente casadas pero las cosas no serán tan fáciles. El amor puede estar a la vuelta de la esquina pero aveces miramos en el lugar incorrecto y no somos capaces de reconocerlo.
Ellas redactarán un contrato imposible de anular, ¿Que harán cuando puedan perderlo todo? ¿Serán capaces de encontrar el amor?
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Capítulo 10 TERCERA CITA
...DANNA BUENAVENTURA - BLOSSOM...
Me preparé para la tercera cita muy positiva, la tercer cita sería la indicada dónde encontraría el amor de mi vida y estaba más que segura.
Revisé los perfiles de los posibles candidatos y elegí el que creí ideal planificando hasta lo guapos que podrían ser nuestros hijos. Si tenían su cabello rizado y mis ojos, estaba segura de que serían más que perfectos.
-¿En qué piensas? ¿Ansiosa por tu cita?- Alma abrió la puerta del baño y del susto todo mi maquillaje acabó en el suelo causando que ella se riera
-Tendras que comprarme más, mira lo que hiciste. Estaré horrible, no podré arreglarme a tiempo y será tu culpa- comencé a juntar todo con manos temblorosas
-No seas exagerada que aún te queda poco más de una hora y mejor cuéntame qué tal tu Romeo ya que aún no ví fotografías suyas
-Tiene el cabello rizado, unos ojos de color turquesa, piel blanca y un cuerpo que seguro te daría envidia
-¿Envidia? me gusta ser mujer
-Envidia porque lo querrás para ti
-Cuando sepas cómo es Fabián pensarás que el tuyo es basura- se fue riendo del baño
Me puse un vestido color champán, unos zapatos negros con tacón de aguja de doce centímetros. Tomé mi bolso, metí lo que necesitaba, mi perfume Channel y lista.
Llegué puntual al restaurante encontrando un hombre sentado en la mesa que era la mía, había llegado puntual y eso era un gran punto a favor.
Lo saludé con cortesía y le sonreí pero él no parecía feliz de estar conmigo.
-Cuentame Romeo ¿Que te gusta hacer en tu tiempo libre?- me miró con disgusto y no comprendí lo que le pasaba
-Ir a estúpidas citas que mi estúpido hermano planea mientras él se va de fiesta. Soy Dante- me miró con fastidio de nuevo .
-¿Entonces no eres Romeo?
-Se nota que estás tan desesperada por una cita que ni cuenta te das de que no soy yo. Yo invito- sacó dinero y se fue dejándome allí plantada
Que desagradable, engreído, patán. Él y su hermano pueden irse a la mierda.
Tomé mi bolso y salí enfurecida del lugar, jamás me sentí más humillada antes. Maldito estúpido, apenas si lo había visto y ya lo odiaba, aunque también al tal Romeo ese que mandaba a su maldito hermano en reemplazo, un imbécil que me trató de desesperada. ¿Desesperada yo? ¿Es que acaso no me vió?
La tercera era la vencida, en ésta conocería al amor de mi vida, si como no. La próxima cita sería al azar haciendo un TaTeTi, por pensar tanto me encontré los más idiotas del listado. Ahora todo podía mejorar.
(....)
Llegué a casa demasiado enojada, ¿Para eso busqué tan meticulosamente en la lista? Con éste no había ganado ni un amigo. Bloqueé el perfil del tal Romeo y busqué si estaba el dichoso Dante allí pero no, no estaba, mala suerte.
-¿Cómo te fue? ¿Cómo es tu Romeo?- me preguntó Alma haciendo que la mirara mal
-No hay mi Romeo, nunca llegó- se cubrió su boca con las manos por la sorpresa
-¿Te plantó?- su tono de sorpresa podría haberme divertido otro día pero estaba más que enojada éste
-No, aunque hubiera sido mejor que lo hiciera, mandó al idiota de su hermano. Se parecían mucho pero éste solo me humilló, dejó dinero y se fue- recordarlo me ponía de peor humor
-¿Cómo es eso posible? Que poco caballero, aunque al menos pagó la cena ¿Recuerdas la cita de Alelí? Ella debió pagar todo y encima se quedó con él, no fue más que un vividor
Recordé a Alelí, una que fue amiga en nuestros años de universidad, conoció a su príncipe azul. Él siempre ponía excusas para no pagar, salían y siempre se olvidaba el dinero, la tarjeta y ella pagaba mientras él le decía "cuando lleguemos te lo doy cielo". No era más que un mantenido y vividor, estaba con ella para darse la gran vida y la muy mensa ni cuenta se daba de lo obvio.
-Hubiera preferido que no fuera, bruto sin modales- me quité los zapatos enojada y me desmaquille furiosa, había tardado tanto en ponerme hermosa para deslumbrar y semejante sorpresa me llevé
-¿Seguirás intentando?- me preguntó Alma
-No tenemos más opciones, tenemos que encontrar a nuestro esposo ideal. Vamos a buscar en la aplicación, entre tantos tiene que estar pero la tercera no funcionó para mí, ¿Será la cuarta? Espero que no sea la décima, ya esto de las citas después de ésta noche no tiene emoción
-Cumplio con la parte de inolvidable al menos
-Descansare algunas semanas de las citas, ya sabes que tengo mucho trabajo y cenas de negocios, ¿Quieres hacerme el favor de elegirme tu al próximo? Peor que mi cita no saldrá
-Encontrare alguien que te encantará, ya lo verás- me abrazó y se fue a dormir
Ella es tan positiva, yo soy igual pero cuando estoy de mal humor aveces no logro encontrar ese positivismo y me acaba molestando su manera de ser. De todos modos no tengo que desanimarme, en mi vida agitada no tengo tiempo de conocer hombres y debo casarme en algunos años. Hoy pienso que tal vez el hombre ideal no llegue, ¿Que haré en ese caso?