Volver A Conocerte

Después de escuchar su propuesta lo lleve a su habitación, no respondí aún, tenía miedo de fortalecer lo que aún siento y él al recordarlo dejarme de lado una vez más, mi corazón ya no lo soportaría. No dormí toda la noche, pensando en cualquier posibilidad.

A la mañana siguiente, me levante con pesadez, tomé una ducha, agradecía que no tendría que ir al hospital hoy, desde el accidente no había tomado descanso, deje que el agua caliente relajara mi cuerpo después tome una toalla y cubrí mi cuerpo con ella para salir a cambiarme

-buenos días- vi que estaba a un lado de mi cama con la silla de ruedas yo estaba en shock, no sabía cómo reaccionar, estaba apenada, y enojada por qué entró sin permiso

-¿Qué haces aquí Cain? – me aferre a la única  toalla que cubría mi desnudez

-venía a ver como estabas…- guardo silencio por un momento y vi como sus ojos recorrían mi cuerpo -… veo que estas muy bien- su sonrisa ladina no se ocultaba para nada, yo sentía que toda la sangre se me iba a la cara

-¡sal de aquí!- tomé un cojín que estaba en el sofá y se lo lancé en la cabeza

-¡espera! ¿Por qué tanta vergüenza? ¿No se supone que ya te he visto desnuda? – se defendía de los golpes que le mandaba

-¡se supone que no lo recuerdas!- el reía divertido mientras yo trataba de cubrirme con lo que podía

Moría de vergüenza, y es que tenía mucho tiempo desde que alguien me había visto desnuda, vi que levantaba las manos en señal de paz, me dio un último vistazo y salió ‘’rodando’’ de la habitación

Me vestí rápidamente, no quería que volviera a entrar, no podía atracar la puerta, recuerdo que el había quitado el seguro antes, cuando entraba a mi habitación con sus amantes, creo que ahora que no recuerda nada debo reparar esa puerta

Después de vestirme y arreglar mi cabello salí del cuarto, allí estaba él parecía que esperaba ansioso por qué en cuanto me vio dejó el teléfono de lado

-Danna ¿quisieras almorzar conmigo el día de hoy?- me sorprende su propuesta pero tenía entendido que su novia vendría desde temprano

-¿y por qué no invitas a Lissa?- el sonreía

-le dije que no viniera hoy, quería que tu día de descanso fuera tranquilo, y se que ella perturba tu tranquilidad- lo vi curiosa, quería saber el por qué el decía eso

-se que te incomodó la escena de ayer en el hospital, por eso ya no regresaste hasta tarde- tenía razón pero no quería admitirlo, ella me incomodaba.

-no lo menciones, ella es tu actual pareja, yo no debo involucrarme- a él parecía incomodarle mi respuesta, y a mi también. Quedamos en silencio unos cuantos segundos, sin mirarnos al rostro

-no hablemos más de eso- creo que le incómodo tanto que cambió el tema  -Agatha me dijo que el desayuno ya estaba listo- yo asentí y lo ayude a llevarlo a la cocina

La mujer ya estaba preparando la mesa, ella me veía con seriedad, sabía que era por que cuando salió esa noticia falsa ella se puso del lado de Cain

-gracias Agatha por ayudarme a preparar esto-

-no es nada hijo mío- era un como un hijo para ella, por lo que yo tenía entendido, lo había criado desde que era pequeño, desde que su madre falleció

-pedí que preparara tu comida favorita- vi los platillos y no eran mis favoritos, al contrario era de lo que menos me gustaba pero no iba a quejarme, no quería que el tomará un tipo de resentimientos contra su nana

-gracias Cain- me senté a su lado el sonreía, parecía que esperaba ver mi reacción al probar la comida, pero me era de lo menos apetecible no sabía cómo hacer para no comerlo

Di pequeños bocados, para que el también comenzará a comer, era un silencio incómodo para mí, tenía que fingir mi mejor cara

-Es raro que te sirvan sushi para el desayuno- lo escuche decir mientras yo intentaba no vomitar el pescado

-¿bastante no?- sonreía con dificultad y el me veía preocupado, no pude mas y corrí al baño más cercano, devolví todo lo que había comido, tenía los ojos llorosos y la garganta me quemaba

-¿estas bien Danna?- escuche a Cain del otro lado de la puerta, yo no podía dejar de asomar la cabeza al retrete, tenía ese sabor tan fuerte que me daba náuseas

-estoy bien, tranquilo- pero no me sentía así, mi estómago era sensible al pescado, no era buena idea querer guardar las apariencias ya que probablemente no le pueda ocultar que era exactamente lo que pasó

-¿por qué lo comiste?- sentí que frotaba mi espalda, pude ver la silla a un lado mío -¿por que ella hizo eso? -   

-no es culpa de Agatha, no vayas a decirle nada- sentí calidez en su mano sobre mi espalda

-¿estas mejor?- yo asentí levante el rostro y realmente me veía con seriedad pero con preocupación

-perdón por hacerte venir hasta aquí, será mejor que desayunes yo… me lavaré y te alcanzo-

-está bien, te veré en el comedor- me incorporé y lo acompañe a la puerta para después cerrarla en su espalda, lave mis dientes y mi cara para refrescarme después volví a la cocina

Y lo que me encontré fue algo que me dio bastante pena

Cain discutía con Agatha y ella solo se limitaba a evitar su mirada

Después de que Cain paró ella se dedico a verlo, comprensiva como una madre haría con su hijo

-Cain  ¿Haz terminado? – El asintió – ahora yo quiero explicarte por qué lo he hecho- me vio de forma fugaz, sabía que iba a contar su verdad y eso me preocupaba, me preocupaba como tomaría cada palabra de información que le daría