Destino O Casualidad

No espere a que diga una palabra más, no me importa si nos escuchan a no nuestros padres quiero hacerle el amor ahora y no me voy a detener, su vestido término en algún lugar de la habitación junto son su ropa interior, le di espacio para que me desnudara, sus manos temblorosas delata su nerviosismo, pero es no le impidió, cuando se dispuso a bajar mis pantalones la detuve, tengo miedo de que mi excitación la haga cambiar de opinión o la asuste.

- Qué pasa, tú no quieres - me levanto.

-No digas eso mi amor, claro que quiero, es solo que tengo miedo de que mi excitación te asuste - la beso y beso su cuello.

- No importa quiero hacerlo - corresponde y le ayudo a terminar de desnudarse.

Su excitación es muy grande, nunca he visto una tan grande, bueno solo he visto una y ahora dos.

- Jennifer qué sexy te vez así de rodilla frente a mi - la miro y la cargo llevándola a la cama.

La deje en la cama y me coloco sobre ella sin dejar de besar la y tocar cada parte de su cuerpo, beso sus pechos y bajo asta su parte más sensible asiéndolo gemir.

- Ahhh si si no pares te necesito - apreté las sábanas tratando de no gemir fuerte.

- Shhh hermosa despertaremos a toda la casa - subo y la beso con termuda y muerdo un poco sus labios.

- Ahhh no lo puedo evitar, me existas mucho y me gusta - me pongo sobre él.

Nadie nunca se ha tomado su tiempo en darme placer como lo hace Antonio, es tan dedicado y sus caricias son como una llama abrazadora con cada vez que toca mi cuerpo, nuestros labios se unieron en un beso y él entró en mi despacio, se tomó su tiempo como lo ha estado haciendo, cuando comenzó a moverse, pude sentir como me llena por completo, cada parte de mí es suya y ya no hay marcha atrás, me moví a su ritmo al principio despacio, pero después le pedí más, no me importa si nos escuchan solo quiero pensar en el momento y en el ahora, la tensión sexual entre nosotros es muy palpable y el placer de nuestra unión hizo que sea la combinación perfecta, no recuerda cuantas rondas tuvimos solo que fue más de o tres, cuando nos dimos cuenta ya se podía ver él amanecer, nos dejamos caer sobre la cama, él me atrae hacia si y me abraza hasta quedarnos dormidos.

Cuando abrí los ojos me encontré con los de Antón.

- Hola buenos días - sonrió.

- Yo diría casi buenas tardes, son más de las diez de la mañana.

-Tanto dormimos - me senté en la cama.

-Yo desperté apenas unos minutos y nos lo merecemos después de lo de anoche - me acerco y la beso.

- Me cubrí con las sábanas avergonzadas - no digas esas cosas.

-No tienes por que estar avergonzada, el desayuno esta sobres la mesa desde hace un rato - sonrio - te vez tierna cuando te pones así de tímida, no se como puedes tener dos personalidades muy diferentes.

-A que te refieres.

-Eres muy apasionada y después ti es esta timides, es por eso que me pregunto, son tan diferentes una con la otra - me levanto - ven vamos a desayunar y después nos podemos ir al centro comercial.

-Me acercó a él y me senté en la silla - tengo mucha hambre y estoy sedienta.

-Es normal, estuvimos haciendo ejercicio toda la noche - como.

- Si lo dices de esa manera suena más discreto - le quito el trazo de pan y me lo como.