El Beso Que Me Enloqueció

Arturo Montés conde Montes: estaba echándome lumbre por los ojos.

Y ni qué decir de Dalia Montes hasta ahora había tenido la oportunidad de lucir hermosos vestidos, joyas relucientes y tener una más mesada abundante, pero nada de esto le pertenecían al menos no del todo.

Todos los vestidos eran de Soledad y las joyas también lo eran, lo único que no le pertenecía todo era el dinero, ya que parte de ella era la mesada que se le debía entregar a su hermana menor.

Sin embargo, todas estas cosas nunca llegaron a las manos de Soledad todas se las quedaba ella y ahora se le ha comunicado que nada de lo que antes le pertenecía se le volvería a entregar.

Estaba tan enojada que después de que los oficiales vinieran a revisar el cuarto de su hermana ella depuró coraje lo destruyó todo es decir que ahora era una completa ruina.

Si antes era impensable que alguien viviera y durmiera en ese lugar ahora ni siquiera para el establo serviría.

Su padre había perdido mucho más, ya que su padre es decir el abuelo de sol le digo que a partir de ahora solo le daría la mitad de lo que antes le daba, ya que debía recuperar todo lo que había robado a su querida nieta.

También le digo que se sentía profundamente decepcionado de que él robara a su propia hija.

Si el mismo padre jamás le negó nada a su hijo aun cuando era un completo inútil, cómo es que él se atrevía a hacer algo como esto, robarle no solo a su hija sino también a su propio padre.

Solamente porque era su hijo no lo demandaba por estafador y que ni piense que tendría algo más de lo que antes le daba y si quería dinero deberían empezar a trabajar para conseguirlo, pero que se cuidara de hacerlo de manera limpia porque en dado caso de que se metieran negocios turbios él no pondría un solo peso para ayudarlo.

Además de que no se preocupaba porque con el dinero que le quedaba fácilmente podría vivir holgadamente y en dado caso de que no le llegue a alcanzar en el futuro puede empezar a vender las joyas que desde un principio debieron pertenecer a soledad y no a su mimada hija la cual también era una vil ladronas.

Samuel Montes también le llamó la atención a su nieta mayor diciéndole que una persona no debería de ser así, debería de ser una niña educada y dulce protectora con su hermana menor.

Dalia Montes estaba enojada y sin medir consecuencias contestó que esa bastarda no era su hermana que era una ladrona que le había venido a robar lo que le pertenecía y muy por el contrario todo lo que ella había obtenido no había sido un robo porque por derecho le pertenece.

Samuel Montes trato de explicar que ambas recibían la misma cantidad de mesada nada más que a ella se lo daba en efectivo es decir le daba el derecho de elegir lo que le gustaba y lo que no le daba el dinero para que ella misma decidiera adquirir.

A diferencia de su nieta menor a la que le daba todo en especie y no era porque la quisiera más sino porque sabía que su padre jamás la dejaría elegir su propia ropa.

Es por eso que mandaba a personas especializadas para atender a soledad pero nunca imaginó que tanto los empleados como su padre y ella se atrevieron a robarle a su propia familia.

Sin embargo, a pesar de que Samuel Montes hablaba con la voz de la razón Dalía se negó a aceptar la verdad, su egoísmo la llevaba a pensar que ella era la única con derecho en esta familia.

El abuelo trató de explicarle que a Sol no le había venido a robar nada y que su madre jamás se vio obligada a aceptarla.

Sin embargo, Dalia no quiso escuchar como su madre era una mujer más dulce y amable que fue capaz de aceptar a una hija que no era suya con tal de protegerla de la maldad de la gente y de la sociedad.

Que su madre recibió con todo su corazón a soledad como su hija, sin embargo, Dalia entiende que para ella Soledad es culpable y eso es lo único que importa.

Arturo Montés conde Montes como siempre es un hombre irascible, que no puede aceptar que los errores son suyos y Soledad solo era una víctima.

Es tan cobarde que prefiere culpar a una inocente que aceptar sus errores posiblemente nunca lo haga.

Y si Soledad no existiera posiblemente encontraría a alguien más para culpar.

Justo como ahora le recrimina a su padre que es su culpa que debió darle el título desde el principio y no solo el título sino también la fortuna.

Samuel Montes trato de explicarle que si hubiera hecho eso posiblemente ahorita estarían en la calle.

Trato de explicarle que por más quisiera él pasarle todas las responsabilidades como su único hijo sin embargo, sabe perfectamente que su hijo no es capaz de hacerse cargo de nada.

También acepta que es su propia culpa ya que haber sido su único heredero le dio todo a manos llenas haciéndole creer que solo por ser quién es, tiene derecho a todo cuando no es así.

Para cuándo el hombre mayor se dio cuenta de sus errores ya era demasiado tarde y ya no había vuelta atrás y menos porque su hijo ya era un hombre que se había ido por el mal camino.

Por eso tras la partida de Samuel Montes y de las personas de la ley, la casa de Soledad o al menos la que había sido su casa había quedado en un completo caos.

Para cuando padre e hija se dieron cuenta el de los destrozos que habían hecho se dieron cuenta que posiblemente no podrían remodelar a su gusto puesto que ahora tenían menos presupuesto.

Algo impensable para ellos ya que hasta ahora habían estado nadando en dinero.

Pero lo que más le dio coraje a ambos era no poder hacerle la vida imposible a soledad y de paso obtener una buena ganancia.

Porque en dado caso de que insistieran entonces sí se quedarían sin un centavo.

Pero ahora había algo más problemático que eso y era que el hombre al cual se le había prometido una mujer posiblemente haría lo imposible para cobrar la deuda.

Ya que aún no hubieran recibido ni un centavo esto no perdonaría a aquel hombre.

Padre; dijo Dalia qué vamos a hacer?. Necesito casarme lo más pronto posible con alguien.

Antes que a ese hombre se le ocurra tomarme mi, a cambio de mi hermana no podemos permitir eso.

Bueno hija en realidad ya hay interesado en ti, quería esperar a ver si había alguien mejor , aunque este no tiene nada de malo y tiene una buena posición social.

Supongo que ahora tendremos que aceptar y adelantar la boda.

Y quién es padre, pregunta Dalia porque obviamente no se casaría con cualquiera.

Su nombre es Esteban Ricci es conde ...

Dalia Montes: Preferiría un duque o tal vez un archiduque incluso un príncipe.

Arturo Montés: Le explico que aunque no era un duque o un príncipe el hombre tenía una gran fortuna.

Pero viviría como una princesa además de que era un hombre bastante atractivo y amable.

La joven maldigo una y otra vez a su hermana la culpa de todo lo malo que le pasa en la vida.

No quiere darse cuenta que solamente está cosechando lo que ella misma está sembrando.

Sin embargo se siente contenta al saber que su prometido o futuro prometido a pesar de no tener el título más alto, tiene un título respetable además al final no interesa mucho, no mientras tenga una gran fortuna la cual disfrutará.

En cambio su hermana con este escándalo posiblemente tenga la peor reputación de eso se va a encargar ella misma.

Para que al final no pueda conseguir ni siquiera un hombre decente y para casarse.

Claro que se sorprenderá cuando sepa quién es el prometido de su hermana, sin embargo, lo usará y explotará hasta el máximo puesto como ya habíamos dicho Felipe no tiene derecho a heredar ningún título.

Y cada vez que Dalia ve a su hermana se reíra en su cara una y otra vez pero esto lo veremos más adelante.