Extraños

Nit

Me despierto por culpa de mi celular y puedo reconocer que no es mi alarma, sino una llamada, me dispongo a atenderla debe ser algo importante para que me llamen a las 6 de la mañana.

-¿Quién habla?- pregunte entre sueño, escuche como una pequeña risa de parte del misterioso.

¿Qué haces dormida tan tarde extraña? - abrí mis ojos de par en par, es el chico sexi, bueno Alessandro, pero… ¿Qué hace llamándome tan temprano?.

-La verdad es muy temprano para mi-hable más segura-Es más... ¿Qué haces tú despierto a esta hora? - me senté al borde de la cama para espabilarme y no decir nada de lo que me pueda arrepentir.

-Salgo a trotar todas las mañanas, deberías hacerlo eso ayuda mucho a tener un buen día- su consejo es bueno, lo se porque solía correr todas las mañanas, pero después de tanto trabajo mi cuerpo no me permitía hacerlo.

-¿Me llamas para darme consejo de llevar una vida más saludable? - pregunte con una risa.

-No era el propósito, pero un buen consejo no se le niega a nadie- ahora pude escuchar algunos pitidos de los carros y perros de fondo-Pero te llame para decirte que quiero verte y si puedo ir a buscarte después del instituto, ¿te parece bien? -pegue un brinco de la emoción, pero en total silencio no quiero que se note lo emocionada.

-Lo siento, no podre esta tarde, tengo que hacer unas fotos e iré algunos lugares y son algo bastante lejos de por aquí-aunque no quería negarme a tener una salida con él, la verdad es que si tenía que hacer unas fotografías y no podía cancelarlo.

-Entiendo-escuche su desanimó, eso me esperanza al menos un poco, quiere decir que si le intereso -¿Qué tal mañana?- me mire en el espejo que está frente a mi cama y pude notar lo roja que estaba, menos mal no está viéndome se daría cuenta lo tonta que me pone.

-Si, mañana estaría perfecto- respondí con la tonta sonrisa en mi rostro.

-Nos vemos mañana extraña- se despide.

-Nos vemos mañana extraño- me despedí.

Salte en mi habitación como una niña cuando le dan una buena noticia, o como niño con juguete nuevo. No, la verdad es que estoy mucho más emocionada que cualquier niño con juguete nuevo.

Me dispuse a arreglarme esta vez no llegaría tarde al trabajo. Le deje el desayuno a mi hermana y me fui con calma al trabajo fotografiando todo lo que me parecía hermoso y donde se podía apreciar la hermosura en la sencillez.

El trabajo no se me hizo pesado hice mis cosas a tiempo y hasta pude sentarme a descansar un poco, son los beneficios de llegar temprano, pero los descubrí tarde ya que solo me quedan unos días.

En el instituto fue casi lo mismo solo con la diferencia que nos mandaron el proyecto final, nos dieron unos días de descanso, bueno ni tanto, solo para darnos el tiempo de hacer el proyecto, teníamos que ir dos veces a la semana para demostrar que estábamos avanzando en el trabajo y para darnos algunas ideas, lo complicado aquí es que tenia que ser lo opuesto a lo que habías hecho con el trabajo de la profesora Anna, si algunos hicieron un trabajo del amor ahora lo tendrían que hacer de odio, si es de alegría ahora es de tristeza y estoy yo que elegí la noche y ahora me toca hacer el día. El hecho de hacer la contraparte me causaba nervios y a la vez emoción, solo toca hacer lo mejor posible ya que es el trabajo final de la carrera.

Al salir del instituto veo la hora y me apresuro ya que voy con el tiempo justo para llegar al autobús donde me llevaría a las afuera de la ciudad un lugar que elegí para hacer el proyecto, la luz del día seria perfecta para lo que se trata este trabajo y no puedo perder el día.

Por ir rápido sentí como choque con alguien que venía cruzando, se le cayeron sus cosas y por muy apurada que estaba me detuve ayudarlo.

-Disculpe, no lo vi- me disculpe mientras levantaba su bolso.

-Ay Nit, nuestros encuentros son cada vez más raros- al mirarlo me doy cuenta que es Alessandro, no pude evitar darle una sonrisa.

-Pero ahora me andas siguiendo- le dije con picardía.

-La verdad es que si- lo confiesa, cosa que me sorprende.- al menos yo no lo niego- subió sus hombros, voltee mis ojos en señal de negación.

-Vine a acompañarte hacer esas fotos- lo mire incrédula sin creer lo que dice- toda fotógrafa necesita un asistente y vine preparado- me quita su bolso de mis manos, lo abre y saca una caja no tan grande, pero, pude notar lo que es- la chica de la tienda me dijo que esto lo usan los fotógrafos y lo compre es un…- note como intento pensar cual es la palabra.

-Trípode- termine por el.

-Exacto eso, también traje algunas cosas y comida- saco algunas papas para que las viera. Tal gesto hizo que mi corazón diera un vuelco, que latiera con tanta intensidad, es un gesto maravilloso y nadie lo había hecho por mi.

-¿Quieres ser mi asistente?- pregunte sorprendida.

-Acepto a serlo- me sonríe, toma mi mano y me jala hasta un carro azul oscuro, no les puedo decir la marca ni el año del carro ya que no se diferenciar ni las marcas, pero de que es lujoso lo es.

-Querida extraña, ¿A dónde la llevo?- sonríe y subí al auto ya montada le dije a donde me llevaría y el subió de inmediato para poner el carro en marcha.