Soy La Emperatriz Villana

Una semana después se encontraba llegando al palacio imperial el carruaje de la emperatriz, la cual volvía de resolver unos asuntos en la frontera y de haber cerrado un tratado de comercio con el reino vecino que era fronterizo al imperio Zhena, el reino Kinshasa, rico por sus minas de oro y diamantes.

Al la emperatriz bajar de su carruaje todos se le quedan mirando, algunos por los rumores que hay esparcidos y otros porque Aysha no bajo sola, sino que estaba acompañado de Uzziel, cosa que sorprenden a muchos. En el palacio Aysha presenta a Uzziel ante la servidumbre como un pariente lejano que viene de otro imperio y se estará quedando con ella una temporada.

Después de presentar a Uzziel y que él se instalara en el palacio, Aysha fue directo a su habitación, con la escusa de que estaba cansada y no quería que nadie la molestara. Al entrar se dirige hacia la cama donde se sienta y suelta un suspiro.

– Ya puedes salir – dice sin girarse – quiero el informe detallado de todo lo que pasó en mi ausencia – siente como la abrazan por detrás –

– Todo va según lo que usted predijo, la concubina Marina fue quien esparció los rumores, con ayuda de su padre el marqués Hilt – comienza a peinar el cabello de Aysha – además de que tuve que intervenir en dos veces en las reuniones de la corte

– Porque – se da la vuelta mirando fijamente – que fue lo que pasó

– El marqués Hilt junto a sus aliados, plantearon en la corte hacer un cambio de emperatriz – se aleja un poco al ver la mirada fría de Aysha – si resulta que la concubina Marina da a luz a un niño, hay la posibilidad de que la asciendan a emperatriz para que su hijo se convierta en el heredero, y usted sea degradada a concubina

– Vaya – sonríe fríamente – así que ya están apuntando a mi puesto tan rápido, y eso que aún no hecho nada

– Es por eso que con el hechizo que me enseño, me hice pasar por el emperador y logre que junto a los aliados que están de su parte y en contra de que sea destituida, que este asunto se pospusiera – toma Aysha por el rostro haciendo que la mire – si es necesario matar a esos estorbos solo de la orden y estarán muertos hoy mismo en la noche

– Paciencia mi querida Shera – le acaricia gentilmente la mejilla – aún tú y Uzziel tienen mucho que aprender – la mira fijamente a los ojos – en donde estaría la diversión si acabo con ellos rápido, tienen que sufrir como yo lo hice

– Entonces que es lo que haremos ahora –

– Por el momento, dejemos que Marina piense que lleve la ventaja, que siga pensando que tiene al emperador comiendo de la palma de su mano – levanta la mano creando una pequeña flama de color oscuro – Para cuando empiecen los problemas para ella y su padre sé dé un fuerte golpe con la realidad – cierra su mano apagando la llama –

– Sonríe de lado – me va a gustar ver su cara de agonía y sufrimiento cuando la mate

– A ella la voy a matar yo personalmente – mira a Shera – la tarea que te encargue la cumpliste

– Si Alteza, usted siempre tiene la razón, el muy tonto se deja engañar por una sonrisa y unas palabras dulces – hace una mueca de asco – se nota que solo piensa con lo de abajo

– Bien, por el momento tengo que aclarar los rumores y desviar la atención hacia alguien más

– Quién será tu próximo objetivo maestra – aparece Uzziel de entre las sombras — Yo también quiero divertirme

– Dentro de un se hará un baile en honor al cumpleaños del bastardo del emperador – sonríe mirando a Uzziel y a Shera – ya saben lo que dicen, que mejor que un baile para divertirse – se acerca a Uzziel y le acaricia la cabeza – Mi pequeño aprendiz, es hora de que comiences a vengarte de los que te hicieron daño – los ojos de Uzziel se iluminan y mira feliz a Aysha – ya sabes qué hacer en la fiesta

– Si – sonríe para abrazarla – juguemos con las concubinas – dice con una sonrisa maliciosa en sus labios

– Eso juguemos con las concubinas – Shera se acerca a ellos y le sonríe a Uzziel – es hora de que paguen lo que nos deben

Después de esa conversación y cada uno recibiera nuevas órdenes de Aysha, se retiraron de la habitación como mismo entraron. Aysha solo se quedó pensativa, mientras tomaba un baño, hay cosas que le resultan extrañas, ya que son muy diferentes que en la novela, como por ejemplo la actitud del emperador, en la novela se dice que él nunca les presto atención a ninguna de las concubinas, ellas solo estaban ahí porque fueron impuestas por la corte. El emperador nunca se llegó a acostar con ninguna, es por eso que al principio le resultó extraño que Marina estuviera embarazada, pero luego comprobó que si era del emperador, ya que él visitaba muy seguido a Marina. Entonces que ha cambiado, además de que aún se pregunta quien era ese hombre en él bosque, y porque su cuerpo reaccionó cuando el estaba en peligro, es algo que tiene que averiguar, tiene que saber si ese hombre es aliado o enemigo.

En la mañana siguiente la emperatriz fue mandada a llamar para que asistiera a la corte, Aysha ya se esperaba algo así.

Se termino de arreglar, y una doncella personalmente la guio, ella no entendía el porqué, si ella ya conocía el camino hacia la sala donde siempre se reunía la corte.

Aysha actuó normal, solo dejó que la guiarán, se estaban alejando del palacio principal, ella se mantenía serena, pero alerta ante cualquier peligro. Al final terminó en la biblioteca, ella miró seriamente a aquella doncella, quien solo le devolvió la mirada y le indico que la seguirá a dentro.

– Tú no trabajas en el palacio – le dijo mientras el ambiente se volvía pesado – ¿quién eres?

– Alguien que quiere ayudarte – se acercó a ella tranquila y le señalo la puerta – yo no soy el enemigo Maya

Aysha se quedó pasmada y quieta en su lugar, aquella chica la había llamado por su verdadero nombre, pero eso era imposible, no hay manera de que alguien sepa de qué ella no es la verdadera Aysha Leblanc. Miro aquella chica que solo abrió la puerta y entró, Aysha poco confiada, la siguió cruzando la puerta de la biblioteca.

Por otro lado, en el área administrativa donde se encontraban las oficinas de los emperadores y ministros que trabajan en la corte, solo se escuchaban jadeos y gemidos que provenían de la oficina del emperador.

Adentro se encontraba el emperador sentado en la silla tras su escritorio con una chica encima suyo, él la tenía agarrada de las caderas mientras ella se movía de arriba abajo, agarrada de sus hombros. Ambos estaban perdidos en el placer, la habitación estaba inundada de sonidos obscenos. Mientras ambos estaban perdidos en el placer alguien los observa desde las sombras, mientras sonreía maliciosamente.

Dos semanas después, se anunció en el palacio y en toda la capital que al harén del emperador entraría una nueva concubina. Quien tendría el puesto de Concubina Invernal, y ocuparía el palacio de invierno, esta era Shera Grace quien habían confirmado hace poco que ella estaba embarazada del emperador.