STONE

George se acerca lentamente a mí y yo retrocedo algunos pasos, observó la puerta y echo a correr, pero este es más rápido y me agarra fuerte, me saca nuevamente de mi casa a rastras, le doy golpes mientras grito furiosa, pero a este no le importa En absoluto..

- DÉJAME IR MALDITA SEA!!!- LE GRITO HISTÉRICA.

George solo me ignora y se ríe, mientras les dice a sus hombres que hacer.

Genial de nuevo yo aquí, al lado de este hombre, realmente quería irme y olvidar esta misión, pero parece que el destino nos junta de nuevo.

- ¿Vas a llevarme de nuevo a esa casa?- pregunto.

- No, iremos a otro lugar- responde sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono.

- ¿Por qué?, ¿Por qué yo?, porque simplemente se olvida de mí, voy a irme a otra ciudad, no diré nada, pero no me haga más esto- le imploro.

Este me mira fijamente y guarda su teléfono.

- Siento mucho los inconvenientes, la compensaré- responde tranquilo.

- ¿Cómo sobreviviste al bosque?- pregunta curioso.

- ¿Acaso eso es una novedad?, no creo que sea la única que lo haya logrado, tuve suerte supongo- respondo de lo más normal y miró hacia afuera.

- Nunca me ha dicho su nombre, ¿Puedo al menos saberlo?- inquiero

- Señor Tall- responde.

Lo miro fijamente.

- ¿Ese no es un nombre?- le digo

- Es lo único que debe saber- me dice serio.

Llegamos a un gran edificio en todo el centro de Londres, era elegante, George me sujeta del brazo y caminamos hacia adentro, entramos al ascensor y este marca el último piso, lo observó curiosa.

— A donde vamos?- pergunto

- Ya verás- me responde.

Pronto el sonido del ascensor anuncia la llegada al piso deseado, este toma la delantera y agarra mi mano, varios hombres lo esperaban ahí y al vernos asienten sus rostros, observó un helicóptero que aguarda por nosotros.

- No voy a subir, ¿Estás loco?- le reprochó molesta, en este momento tengo miedo, no sé que descabellada idea se le ocurre al señor Tall.

Este me sube en sus brazos, era claro que no quería discutir así que en contra de mi voluntad subimos al enorme aparato.

Con cuidado pone mi cinturón de seguridad y me coloca unos audífonos grandes y él hace lo mismo, rápidamente el helicóptero despega del helipuerto a un lugar que desconozco.

No sé cuanto tiempo pasa, pero se siente un clima cálido, observó un mar, debía serlo, me alegro un poco que hayamos dejado el frío abrazador del otoño.

Bajamos del helicóptero y otros hombres nos esperaban, observó un yate casi que en mis narices, subimos a el y nos entramos mar adentro.

- Puede ponerse cómoda Kathy- me dice George.

Yo lo miro mal y doy la espalda, él sonríe se dirige a la parte baja, supongo que hay una habitación de lujo allí así como todo lo que me rodea, me siento en una silla que estaba en la parte de afuera, al frente del imponente mar, el aire invadía toda mi cara y cada rincón de mi cuerpo, ya no quería estar en esta misión, no me importaba que me llamaran cobarde o novata no quería estar aquí, la misión se había abortado y aquí estoy de nuevo.

- Vamos a la cama- me sugiere George

- No iré a la cama contigo me quedaré aquí, quiero irme a casa, quiero estar lejos de ti, ¿Acaso escuchas lo que digo?- Le grito

George se pone en frente mío y observó que solo lleva una toalla y huele a jabón de baño.

- Vamos, preparé el baño para ti- dice tranquilamente.

Derrotada y sumisa entro a la parte interna del Yate con él, vamos a la planta de abajo y no me equivocaba cuando decía que esto era lujoso, una gran habitación con la cama más grande que jamás haya visto, más al fondo había un baño y una gran tina, me anonadaba la actitud de George, parecía ser un caballero, nada que ver con el líder de los gota, criminal y malvado hombre, me desnudo y entro en la bañera, estaba tan agotada que no quise pelear más con George, ya no me avergonzaba de que él me viera así, parecíamos cercanos, él me observa atento y permanece en silencio, entro en la tina y el agua me cubre totalmente.

- ¿El agua está bien?- pregunta

Yo lo ignoro y sigo sumergida en la bañera.

Al cabo de un rato, salgo mientras George me esperaba con una bata y me enrolla con ella..

- Nos traerán la cena, supongo que debes tener hambre- me dice.

- Si, tengo hambre- le contesto.

Era real tenía mucha hambre, me comería una vaca en este preciso momento.

- ¿Por qué haces esto?- le pregunto curiosa.

- ¿Por qué hago qué?- contesta.

- Actúas amable, quien no lo conozca creería que es un esposo amoroso y dedicado- le puntualizó.

- ¿Acaso no soy amable?, nunca te he tratado mal Kathy- contesta.

- Me tienes aquí en contra de mi voluntad, tu hermano me echo de la casa y me hizo caminar por un espeso bosque a mi suerte y ahora actúas como si esto fuera natural en nosotros, una pareja, que duerme y se ducha junta, nos conocemos desnudos, solo falta que - me quedo callada, puedo sentir el calor en mis mejillas, George se acerca a mí y acaricia mi rostro, solo nuestras toallas nos separaban de la piel.

- Falta que te haga el amor Kathy- me dice tiernamente.

Se acerca más a mi y estrella sus labios cálidos en los míos, este beso era diferente al que me di con Río, este era más lento y apasionado, me permito cerrar mis ojos y disfrutar de esto, me acerca más a él y yo me aferro de su cuello, mi cuerpo empieza una metamorfosis inexplicable, George me lleva hasta la cama y me recuesta allí, se pone encima y lo hace con delicadeza, sus besos era algo de otro mundo, nunca había experimentado una sensación similar.

Este abre mis piernas y se mete en medio, acaricia mi cuerpo y es donde reflexiono en que debo hacer, si quiero entrar en la organización debo entrar primero en su vida, pero y si después de obtener lo que quiere me desecha, paro esta locura inmediatamente..

- Espera, no, ¿Qué estamos haciendo?- le digo mientras me levanto de la cama.

Observó que a George su mirada le había cambiado, supongo que así estaría la mía.

- Vamos a cenar- dice mientras se levanta de la cama.

Yo asiento y salimos de ahí, parece que ignoramos lo que acababa de pasar.

La cena trascurre con normalidad, no me atrevo a mirarlo a los ojos, siento una vergüenza inexplicable, así que lo hago en un rotundo silencio.

- ¿Le gusta la cena?- pregunta George

- Si, le digo sin mirarlo.

Terminamos de cenar y nos dirigimos a la cama. parecía que iba a ver una tormenta, las olas sé hacían más agresivas.

- Ven aquí- señala la cama.

Yo vacilo, pero realmente tenía un poco de temor por el movimiento brusco del Yate, así que me acuesto a su lado, este me abraza y me acerca a él, así que lo dejo ser y me arrullo de nuevo en sus brazos..

Los sonidos de los truenos me sobresaltan, al abrir mis ojos encuentro a George dormir tranquilamente, lo observó en silencio, jamás había visto un hombre como el, era tan diferente a mis expedientes.