NovelToon NovelToon
Tutora De Un Rebelde

Tutora De Un Rebelde

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor-odio / Diferencia de edad
Popularitas:1.3k
Nilai: 5
nombre de autor: HananFly

Quiero a mi novio, pero últimamente discutimos mucho y ya no sé que hacer. Ha metido a su ex novia a su casa pero él asegura que no pasa nada entre ellos. Mi sexto sentido me dice que algo va mal, aunque no tengo pruebas. Hace poco conocí a un niño y no paramos de tener infortunios. ¡Ahora soy su tutora! ¿Por qué no puedo sacarlo de mi mente?

NovelToon tiene autorización de HananFly para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Primera clase

Desde que desperté, al día siguiente, podía sentir que las cosas no iban a fluir de la mejor manera. Primero, por el hecho de que la situación con Javier iba de mal a peor. No conforme con todo el reclamo que hizo la noche anterior, el que se enterara de que acepté el trabajo de tutora lo enfureció de una manera que jamás había conocido. Agradecía no estar cara a cara con él, porque, aunque no lo conocía por ello, la idea de que pudiese agredirme me aterró.

El tema esta vez, fue que yo ocultaba cosas y no las decía si no hasta el último instante. Me sacó en cara qué él me aviso con dos semanas de anticipación que tendría un viaje de negocios y me pidió que tratara de ser un poco mas como él. Nada de lo que dijera serviría para excusarme o explicar el por qué no le informé en el mismo momento que me dijeron.

Ni hablar de cuando me preguntó quién había sido el que hizo tal petición. Apenas escuchó el nombre de un hombre, me llamó para descargar cualquier cantidad de palabras hirientes. Y aunque las palabras no estuvieron explícitamente dentro de la discusión, era un hecho de que confiaba tan poco en mí que hasta me consideraba una puta. De todo, eso fue lo que más me lastimó. Porque yo jamás hice algo para que dudara así de mí.

Sin embargo, por otra parte, mi madre casi saltaba en un pie cuando le conté la noticia. Me regaló una inmensa sonrisa, cosa que no hacía desde tiempos inmemorables.

Iván, previamente, me había explicado que su hermano estudiaba por las mañanas, así que las tutorías no afectarían mis horarios en la universidad.

Ese día iba a quedarse en casa para recibirme y aclarar cualquier duda que tuviera al respecto. Su madre iba ser quién se encargara de mi pago y me orientaría en todo lo concerniente a ello.

No era la primera vez que visitaba su casa. Estuve cuando celebró los dieciocho años, hace cuatro años para ser exactos, pero en ese entonces, su hermano Leo, por una razón que no tengo ni la más mínima idea, no nos acompañó. Quizás haya sido porque era muy pequeño para andar viendo a las strippers que contrataron.

Cuando llegué, después de clases, su madre me recibió con mucho cariño y entusiasmo, era una mujer dedicada a sus hijos y extremadamente cariñosa, muy parecida a Iván.

—Princesa, esto es lo que pensé darte por el momento como pago, es un adelanto. Poco a poco, según como yo vea que haya progresado Leo, te iré dando más. ¿Estás de acuerdo? Tus próximos pagos los haré cada lunes, como hoy.

—Entiendo perfectamente y estoy más que de acuerdo. Esto es mucho más de lo que imaginé. Muchas gracias Señora Hirma.

—No hay de qué, querida. Estás en tu casa, puedes andar con confianza. Ahora sube los escalones, a mano derecha, al final del pasillo, encontrarás la habitación de Leo, que te está esperando.

—Está bien, voy a subir.

Y con eso, me dirigí a donde me enviaron. La casa no había cambiado ni un poco desde el día de la fiesta. Era muy acogedora y familiar. La mía también lo era, pero esta tenía algo especial que no lograba descifrar. A medida que me acercaba a la tercera puerta, ubicada al final del pasillo, podía escuchar con más claridad a unas voces hablando. Parecían discutir.

—¿Por qué nadie me habló de esto antes?

—Porque era obvio que te ibas a negar.

—Pues si, tu sabes que a mi no me interesa nada de eso. Yo no quiero ir a ninguna universidad. Yo quiero jugar baloncesto.

—Leo pero tienes que ser realista. Un título de bachiller no te ayudará mucho. Y ser un jugador de las grandes ligas es un sueño todavía muy lejos de alcanzar. ¿Qué pasará si no quedas seleccionado? ¿Y si te lesionas? ¿De qué vivirás cuando algún día tengas que retirarte? ¿Has visto a algún deportista que no tenga otro trabajo aparte del deporte?

—Yo me encargaré de que nada de eso pase. Y cuando me retire, viviré de la fortuna que gane a lo largo de mi vida. Así que, nada de lo que digas, me hará cambiar de opinión. No quiero que traigas a esa chica acá a hacerme perder el tiempo y a amargarme las tardes. Ahora, déjame en paz y vete—dijo abriendo repentinamente la puerta. Nos vimos fijamente por unos segundos que parecieron eternos. Y como nada podía ser normal, el chico solo llevaba sus calzones puestos. Para una enana como yo, era casi imposible no escanear su cuerpo de arriba a abajo con mucho disimulo. Él chasqueó la lengua.

—Maldita sea, Iván—murmuró. Se revolvió el cabello con cierto desespero y continuó hablando—¿No te dijeron que escuchar conversaciones ajenas es de mal gusto?

—Acabo de llegar, no he escuchado nada—mentí descaradamente.

—¿Con quién hablas?—preguntó su hermano acercándose—¡Helen! Que bueno que llegas, mi hermano estaba preparándose para recibirte.

—Qué va. Estaba preparándome para ir a la práctica del club. No voy a estudiar.

En un abrir y cerrar de ojos, Iván me jaló por el brazo y me arrastró hasta el interior de la habitación.

—Lo siento Helen, pero no hay de otra—se disculpó antes de salir y cerrar la puerta con llave. Forcé la manilla un par de veces pero no tuve éxito.

—¡Eh, Iván! ¿Por qué nos encierras?

—Este tipo tiene que estar jodiendo—dijo Leo acercándose a mí para comprobar que lo que decía era cierto. Golpeó con fuerza la puerta, haciendo que saltara del susto—¡Esto no se va a quedar así, Iván! ¡Me las vas a pagar!—exclamó con enojo. Volteó a mirarme con el ceño fruncido y suspiró.

Yo estaba inmóvil en mi sitio. No le conocía ni un pelo, pero lo poco que había visto, parecía ser un chico apático y tranquilo. Esta faceta me sorprendió mucho.

—Supongo que tendré que ponerme ropa de casa, ya que ese imbécil nos encerró—opinó dirigiéndose hacia la cama, en donde había un par de prendas tiradas. Un short y una camisa, eso fue lo que se puso. Yo me moví hacia un escritorio que tenía una laptop y ciertos libros de preparatoria.

—He traído unos cuantos ejercicios que preparé en casa para que los resuelvas, podemos empezar con eso y...—fui interrumpida.

—Olvídalo. No pienso tomar estas absurdas tutorías. Solo siéntate donde quieras y espera a que Iván vuelva para que te vayas—golpeé la mesa con enojo.

—¡Escúchame bien, pedazo de puberto inmaduro! A mí me importa tres papas podridas si quieres estudiar o no. A partir de ahora yo vendré para que pongas a funcionar ese cerebro en pausa en algo distinto al baloncesto. Y es un aviso, no una pregunta. Así que pon tu culo en esta silla y haz los ejercicios que te he puesto—sin querer terminé jadeando por lo rápido que salieron mis palabras. Necesitaba expresarlo. Ese chico...desde el día uno, sabía que no era fácil, pero no iba a permitir que hiciera lo que le viniera en gana conmigo.

1
Maria Elena Martinez Lazaro
yo también diría que eres una estúpida Pero que le vamos hacer a lo hecho pecho
Maria Elena Martinez Lazaro: jajajaja también yo le haría lo mismo
HananFly: Helen fuera mi amiga y la quemaba. Y si es necesario hasta le jalo el cabello para que le reaccione el cerebro. Jajajaja
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
Que tierno su primer beso
HananFly: Si 🥹. Espero que Helen se responsabilice por eso
total 1 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
excelente
Andrea noemi Gamboa
o por Dios me encanta.
HananFly: Hola mi amor. Que bueno que así sea. Espera con ansias el próximo capítulo
total 1 replies
HananFly
Una Trama bastante interesante
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play