Al principio, tu presencia en mi vida era solo un pasatiempo, un mero entretenimiento que llenaba mis horas vacías. No te veía más que como un juguete, sin profundidad ni importancia; eras solo una distracción temporal. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por liberarte de mis garras, siempre te sentías atrapado, como un pájaro que añora el cielo abierto y el vuelo libre. Esa lucha constante por tu libertad reflejaba un anhelo profundo en tu ser. A medida que pasaba el tiempo, comencé a darme cuenta de que tu valor iba más allá de mi entretenimiento, y que había una complejidad en ti que merecía ser explorada y entendida.
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Nuevo Empleo
Me llevaron a conocer a mi nuevo jefe y al verlo solo pude preguntarme, ¿Qué esta sucediendo en esta ciudad?, es un hombre bastante guapo, como de unos treinta años, rostro y físico demasiado perfectos para una sola persona.
La persona de recursos humanos entra primero y me presenta a mi nuevo jefe, al parecer la secretaria actual está embarazada y va a pedir su reposo, por lo que estaban buscando a alguien que la reemplace con urgencia y es donde aparezco yo.
El hombre me saluda y me mira con indiferencia, ya entendí, otro jefe que se cree inalcanzable y prefiero que sea así, ya bastante tengo con el adonis hermano de mi amiga que me tiene botando la baba por él.
Le hace una seña a mi acompañante para que salgamos, le hacemos caso y me muestro mi nuevo puesto de trabajo, así como a la persona a la que voy a hacerle el reposo, me parece bastante agradable y ese primer día me llena de tanta información que ciento que mi cerebro va a explotar.
Por suerte el jefe se va toda la tarde y la oficina queda sumida en una gran tranquilidad, por lo que puedo dedicarme a aprender un poco más de lo que será mi futuro cargo, por lo menos por unos meses lo será.
En la tarde saldo del trabajo y me voy directo a casa, siento que la cabeza me va a explotar de tantas cosas nuevas y cuando llego mi animo mejora al 1000%, ahí está mi auto, el que era de mi padre, me acerco a él y veo a uno de los guardias entregarme las llaves.
-El señor dice que intente no salir en ese auto y que ya después hablará con usted al respecto, esta noche no vendrá temprano, así que no lo espere – después de decirme eso se da media vuelta y se va
Me quedo con un dolorcito en el pecho, esta noche no lo vería y eso me hacía sentir un poco triste, me estaba acostumbrando a su presencia y eso no era bueno, tuve que autoregañarme por eso.
Subí a mi habitación me di una ducha larga y cuando salí vi a Nika entrar a mi habitación, estaba feliz porque había conseguido el empleo y un poco triste porque eso significaba que pronto me iría de su casa.
-Siempre seremos las mejores amigas y mi casa será tu casa – le dije mientras enlazaba mi meñique con el suyo, ella sonrió y me dio un abrazo
-Mi hermano no vendrá hoy, por lo que podemos pedir pizza para comer y ver algunas películas en el salón, ¿te parece?, como cuando estábamos en la univ y celebrábamos algo – comentó ella
-Cuando estábamos en la univ era pizza y cervezas, pero ahora somos mujeres trabajadoras y no podemos llegar con olor a licor – no reímos y así lo hicimos
Pedimos dos pizzas pequeñas, una ración de dedos de mozzarella y nos pusimos a ver películas románticas hasta quedarnos dormidas.
Al día siguiente escuché sonar el despertador y me sobresalté al ver que estaba en mi cama, no recordaba haber vuelto a mi cama la noche anterior, de igual manera me levanté igual que todos los días y al bajar a la cocina estaba él allí.
Lo saludé y me regaló una de esas sonrisas que me hacen vibrar, lo vi haciendo el café, no pensé que alguien como él realizara ese tipo de cosas.
-Supongo que ya viste que tu auto volvió – asentí
-Por curiosidad le di una mirada al motor del auto y está en terrible estado, suelo preocuparme por el bienestar de todas las personas que viven en esta casa y eso te incluye, por eso intenté deshacerme de esa maquina tan peligrosa – pude ver una gran preocupación en su rostro y recordé que sus padres habían muerto en un accidente de auto
-Quiero repararlo, tiene un gran valor sentimental para mi… - no me dejó terminar de hablar
-Solo quiero tu seguridad y me preocupo por la felicidad de mi hermana, no me gustaría que perdiera a otro ser querido y es por eso que me gustaría que siguieras usando el auto que te dieron ayer, por lo menos mientras reparas ese auto y se vuelve algo seguro – lo vi servir las dos tazas de café y entregarme una
Se puso tan cerca de mí que podía sentir su olor, no podía articular palabras, por lo que solo asentí.
-Buena chica – se quedó unos segundos cerca de mí y pareció que algún pensamiento surgió haciendo que simplemente se diera la vuelta, aunque pensé que me besaría, estábamos tan cerca
-Te enviaré la tarjeta de un buen mecánico – dijo antes de salir y dejarme sola en la cocina
Ese día fue terriblemente tranquilo, después de correr fui a trabajar y luego regresé a casa, esa noche tampoco llegó a cenar y Nika salió con unos amigos, me invitó, pero no tenía ánimos de salir.
Los días siguientes fueron una total rutina, levantarme, correr, trabajar y volver a casa, con un pequeño detalle, él no estuvo, en las mañanas me dejaba el café preparado y en las noches llegaba muy tarde a casa, yo en cierta forma agradecía no tenerlo alrededor, su sola presencia bloqueaba mi mente, no me permitía pensar con claridad.
El fin de semana llegó y ese sábado Nika y yo salimos a divertirnos un rato, en cierta forma extrañaba la seriedad de su hermano y su mirada profunda sobre mí, por lo que decidí divertirme un rato y fuimos al lugar de moda en la ciudad.
Allí tomamos algunas copas y bailamos casi toda la noche, aunque me sentía un poco incomoda, sentía como que alguien me miraba, me sentía observada todo el tiempo y eso no permitió que me relajara, por lo que cuando noté que Nika estaba muy cariñosa con un desconocido la convencí de volver a casa.
Tomamos un taxi que estaba fuera pata que nos llevara a casa, sentía que debía haber llamado a uno de los choferes de la familia, pero no quería que Víctor viera a su hermana así, sentía que era demasiado sobreprotector con ella y no quería generarle problemas a mi amiga.
Entramos a la casa y la ayudé a subir las escaleras tratando de que se mantuviera en silencio, ya que pude ver la luz encendida del cuarto de su hermano, la acosté en su cama y salí de allí de inmediato, debatiéndome entre ir a saludarlo o irme directo a mi habitación, hice lo segundo.
